miércoles, 26 de mayo de 2010

Diego Maradona: otro encuentro con Marte


El pasado 30 de marzo, hacia la 1 de la madrugada (4h GMT), el actual técnico de la selección argentina de fútbol, Diego Armando Maradona, sufrió una agresión por parte de una de sus mascotas. Una perra Shar Pei le mordió en la cara, y tuvo que ser operado de urgencia y sometido a una reconstrucción de un labio por microcirugía. No se han aclarado las circunstancias del suceso ni el motivo de la agresión, que resulta tanto más extraño si se considera que el animal pertenece a una raza bastante amistosa y pacífica y que el agredido era su propio dueño. Mordeduras, heridas, sangrado, cirugía... todo ello apunta a Marte, que, en teoría, debería estar haciendo o recibiendo algún aspecto importante en ese momento, ya sea por tránsitos, direcciones o progresiones.

La carta natal de Maradona que más circula por internet le adjudica como hora de nacimiento las 7h 05m (10h 05m GMT) del 30 de octubre de 1960, en Buenos Aires. Estos son los datos que da, por ejemplo, Estanislao Kores. Pero hay otras cartas, producto de diversas tentativas de rectificación, que sitúan su nacimiento a las 6h 40m ó a las 6h 45m. Hugo Bonito, por ejemplo, afina hasta las 6h 44m 40s.

Para echar un vistazo a los tránsitos sobre planetas natales, esos 25 minutos de variación en la hora natal no suponen diferencias importantes. Sólo en relación a tránsitos sobre ángulos o cúspides son determinantes. Usaremos, en principio, la hora apuntada en primer lugar, pero sin perder de vista las otras alternativas. Veamos, primero, los tránsitos geocéntricos.



Encontramos a la Luna transitando en cuadratura sobre Saturno natal (orbe 3º 09') y sobre Marte natal (orbe 5º 32'), estando éstos dos últimos planetas opuestos en el radix. La Luna puede excitar la tensión contenida en la oposición natal, pero no se trata de tránsitos importantes, primero porque el orbe es amplio y segundo porque cada semana la Luna tiene una nueva -y breve- oportunidad de tensar la oposición natal por cuadratura a ambos o por oposición a uno de ellos.

El aspecto más importante, por tratarse de una conjunción y por tener un orbe muy cerrado, es el de Júpiter a la Luna natal. Ya sé que, a priori, este tránsito no concuerda con el suceso, pero un buen detective debe tomar nota de todos los presentes en la escena del crimen, por mucha fama de honorables que tengan. Ya se verá después cómo la justifica cada uno. Por cierto, en los tránsitos heliocéntricos de la cornada a Julio Aparicio que examinábamos en la entrada anterior, me limité a subrayar la conjunción de Marte en tránsito a Marte natal, por tres razones. Primero, porque era una conjunción, que es el más fuerte de todos los contactos; segundo, porque era el aspecto con orbe más reducido (0º 02'); y tercero porque era el aspecto que, en conformidad con los significados tradicionales, mejor encajaba con el suceso en cuestión. Pero el segundo aspecto en importancia, por ser también una conjunción y tener un orbe muy reducido (0º 04'), era el de Júpiter transitando sobre Mercurio natal, en el grado 17 de Piscis. Y estos dos casos no son, ni mucho menos, excepcionales. Al contrario, Júpiter suele estar por medio, haciendo alguno de los aspectos más destacados, en más cartas de accidentes, crímenes, violaciones y muertes de las que le concede el azar o el cálculo de probabilidades. Una posible explicación de esto es que bajo aspectos de Júpiter se tiende a correr mayores riesgos, a actuar más desinhibidamente, más "alegremente", hasta el punto de que uno puede llegar a creerse con derecho a todo y actuar del modo más desconsiderado. Maradona no ha querido dar detalles de cómo sucedió el incidente, pero parece razonable suponer que de algún modo debió provocar al animal.

Marte no transitaba estrechamente sobre ningún punto de la carta natal, salvo que el nacimiento hubiera tenido lugar a las 6h 40m, en cuyo caso transitaría el grado del MedioCielo. En cuanto a Marte natal, el principal aspecto que recibe es un trígono de Júpiter (orbe 1º 02'). Vemos ahora que lo que está activando Júpiter por tránsito es el trígono de la Luna con Marte, presente en la carta natal de Diego.

Otro detalle que debemos tener en cuenta es que en la noche de los hechos había luna llena, lo cual a veces pone nerviosos a algunos animales (racionales incluidos).

Completemos ahora el cuadro con el gráfico de tránsitos heliocéntricos sobre la carta natal, también heliocéntrica.


Aquí sí tenemos como principal aspecto, por ser la conjunción de orbe más cerrado, un tránsito de Marte sobre Plutón natal (orbe 0º 19'). Este sí que es un aspecto que concuerda plenamente con el suceso y lo encontramos, una vez más, en el sistema heliocéntrico. Ya he señalado en artículos anteriores que -de alguna misteriosa manera- los planetas heliocéntricos se integran bien en el esquema de las casas, pese a que éste es de naturaleza geocéntrica (o topocéntrica). Con esto quiero decir que los aspectos de los planetas heliocéntricos a los ángulos y a las otras cúspides de las casas son eficaces. Lo que ya no me atrevo a afirmar es que los planetas heliocéntricos puedan usarse como regentes de casas. A propósito de esto, me viene a la memoria el viejo chiste que solía contar Miguel de Unamuno sobre un campesino que estaba trabajando en su huerto cuando se le acercó un pastor protestante para tratar de convertirlo a su religión. El campesino replicó: "-No creo en el catolicismo, que es la religión verdadera, y voy a creer en ésta que usted me trae, que es la falsa". Algo parecido me sucede a mí con el sistema de dignidades planetarias. Me cuesta admitirlo en el contexto de la astrología geocéntrica tradicional en el que fue concebido y voy a andar tratando de trasladarlo al sistema heliocéntrico... Un sistema en el que habría que hacer un sitio a la Tierra y retirárselo a la Luna.

Pero a lo que iba, si admitimos que Plutón es regente de Escorpio -como pretenden muchos astrólogos modernos- y Marte lo es de Aries, o incluso -como también se ha sostenido- que ambos planetas son regentes de los dos signos a la vez y, más todavía -por probar que no quede- suponemos también que esas regencias se pueden trasladar sin más a los planetas heliocéntricos con sólo poner allí la Tierra donde aquí ponemos la Luna, ... si admitimos todo eso, digo, entonces podemos leer el tránsito heliocéntrico de Marte a Plutón como "regente de 6 sobre regente de 1" -o viceversa. Y como la casa 6 gobierna nuestra relación con animales domésticos y la casa 1 nuestro cuerpo físico y, de todo él, especialmente la cabeza, el aspecto explica que un animal doméstico haya causado daño en una parte de la cabeza. Queda bonito ¿no? Solo faltaría que, además, fuera verdad...





lunes, 24 de mayo de 2010

Julio Aparicio: un encuentro con Marte.


El pasado viernes, 21 de mayo, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, el diestro español Julio Aparicio Díaz sufrió una aparatosa cornada cuya sobrecogedora imagen acaparó las portadas de los principales periódicos nacionales. No es, ni mucho menos, una de las heridas más graves padecidas por un torero en una plaza, ni ha tenido consecuencias fatales, pero sí es de las que más han dado que hablar por la insólita trayectoria del asta del toro y por la crudeza de la instantánea difundida por los medios de comunicación. No es una imagen que se olvide fácilmente y ha servido, entre otras cosas, para avivar debates tales como el que se viene sosteniendo entre pro-taurinos y anti-taurinos o el de si la exhibición de contenidos especialmente duros en las portadas es una forma legítima de ejercer la libertad de prensa y el derecho a la información o, por el contrario, una simple estrategia para incrementar las ventas estimulando las inclinaciones morbosas de los potenciales lectores, aunque sea a costa de herir algunas sensibilidades. Por mi parte, he preferido no reproducir aquí ni la fotografía ni el vídeo. Quien quiera verlos no tendrá ninguna dificultad para encontrarlos en la red.

Uno no puede dejar de preguntarse qué tránsitos, progresiones o direcciones estarían actuando sobre la carta natal del torero en el fatídico momento en que perdió pie justo delante del toro y fue empitonado por éste al tratar de levantarse. Los objetos cortantes, afilados y alargados son patrimonio de Marte, como también las heridas, las hemorragias y la carne desgarrada. El cuerno del toro está, pues, bajo el dominio de Marte, además de por lo dicho, porque se sitúa en la cabeza del toro, que es la parte del cuerpo gobernada por Marte. Con ella embiste, usándola como un ariete. Pero también, por su naturaleza ósea, un cuerno participa de la naturaleza de Saturno.

En http://portaltaurino.com/enciclopedia/doku.php/matadores podemos encontrar una base de datos con las fechas de nacimiento de centenares de toreros y los datos más relevantes de su carrera. Allí se nos dice que Julio Aparicio Díaz nació el 4 de enero de 1969, en Sevilla, pero, como era de esperar, no se indica la hora de nacimiento. Sin la hora es casi imposible trabajar con armónicos de la edad, pero podemos mirar los tránsitos interplanetarios con un pequeño margen de error. En la imagen siguiente se muestra la carta natal, en la parte interna, calculada para las 12 del mediodia (11 GMT) con el sistema de casas de 0 Aries. Las casas numeradas en el gráfico no son, pues, reales, sino que equivalen a los signos del mismo número. En la parte externa se sitúan los planetas en tránsito para el 21 de mayo de 2010, a las 19h 15m (17h 15m GMT) -hora aproximada de la cogida. Toda la información de esta carta doble es geocéntrica.



Marte transitaba en trígono a Saturno natal (orbe de 2º 50'), en oposición a Venus natal (orbe, 7º 51') y en cuadratura a Neptuno natal (orbe, 6º 10'). En cuanto a su Marte natal, recibía un tránsito de oposición de Mercurio (orbe, 3º 05'), un trígono de Venus (orbe, 1º 08') y un sextil de Plutón (orbe, 1º 48'), además de un trígono no-plenivalente de Neptuno (orbe, 4º 27'). En resumen, por lo que respecta a Marte, nada de particular. Ningún aspecto especialmente dramático, ninguno dentro del orbe de un grado, ninguno que sea exacto en ese día.

En cuanto a los otros planetas, podemos destacar una cuadratura de Plutón en tránsito a Urano radical (0º 56'), una conjunción de Saturno en tránsito a Plutón radical (2º 48'), un trígono de Júpiter en tránsito a Neptuno radical (0º 15'), una conjunción de Neptuno en tránsito a Venus radical (0º 53') y una cuadratura de Neptuno a su propia posición radical (0º 48'). De todos estos aspectos, los más difíciles son los dos primeros. La cuadratura de Plutón a Urano está dentro de un grado de orbe, pero al tratarse del más lento de los planetas, su influencia se dilata por varios meses, no siendo exacta hasta el último día de junio, con Plutón retrógrado, y luego en noviembre con Plutón directo. En conjunto, se trata de un año de cambios radicales y profundos.

¿Qué sucede si en lugar de mirar las cartas geocéntricas miramos las heliocéntricas? El siguiente gráfico nos lo muestra.


Ahora tenemos a Marte a 28º 58' de Virgo transitando en conjunción con su propia posición natal a 28º 56' del mismo signo (orbe, 0º 02'). Esto se parece bastante más a lo que esperábamos encontrar y, además, se cumple exactamente en el mismo día del suceso. Si la hora natal fuera las 13h 49m (12h 49m GMT) el aspecto sería exacto a la misma hora de la cornada. Un tránsito de conjunción partil de un planeta sobre su propia posición radical es, al mismo tiempo, una revolución de ese planeta, lo cual amplifica considerablemente su importancia y su tiempo de incidencia. En efecto, esta revolución heliocéntrica de Marte que se cumplía en el mismo día de su espectacular cogida mantendrá su vigencia hasta el 7 de abril de 2012, siendo especialmente peligrosa porque contiene, además, una cerrada cuadratura de Saturno con Plutón (0º 35' de orbe).

Comprobamos una vez más que los tránsitos heliocéntricos se acercan bastante más que los geocéntricos a las fechas exactas de los sucesos que se les correlacionan. También en el caso de Emile Reynaud, que estudiamos en la entrada anterior, el tránsito de Saturno sobre su Plutón natal, bajo el cual tuvo la crisis que le llevó a destruir su propia producción, es exacto en el sistema heliocéntrico, pero tiene un orbe de cinco grados y un desfase de dos meses en el sistema geocéntrico.

Si Julio Aparicio hubiera sido cliente de un astrólogo acostumbrado a usar los tránsitos heliocéntricos, éste último hubiera podido advertirle fácilmente que no debía acudir este año a la feria de San Isidro; pero si el astrólogo sólo usara tránsitos geocéntricos, no habría podido prevenirle de ninguna manera. Así las cosas, dejar de lado el sistema heliocéntrico puede llegar a ser una grave irresponsabilidad.



sábado, 22 de mayo de 2010

Pauvre Reynaud


Hacia el final del artículo anterior sobre la última serie de conjunciones Plutón-Neptuno que fueron exactas entre 1891 y 1892 mencioné la película de dibujos animados titulada Pauvre Pierrot que fue producida por Émile Reynaud precisamente en esas fechas. Reynaud (nacido el 8 de diciembre de 1844) no solamente dibujó las imágenes, sino que ideó el mecanismo para proyectarlas: el praxinoscopio o teatro óptico, un complejo artilugio con tambores giratorios que fue perfeccionando paulatinamente durante los tres lustros anteriores, mientras la conjunción plática de Plutón con Neptuno se iba formando y haciéndose cada vez más cerrada. Sus trabajos, conocidos como pantomimas luminosas, se exhibieron al público desde el mismo año de la última conjunción exacta (1892) hasta 1900, cuando los dos planetas se habían separado ya unos diez grados o poco más. A partir de entonces no pudo seguir compitiendo con el cinematógrafo de los hermanos Lumière, más atractivo por el uso de imágenes realistas a partir de fotografías en lugar de dibujos y sus más bajos costes de producción.

Olvidado por todos, cayó en una profunda depresión, y en enero de 1910, justamente cuando Saturno heliocéntrico transitaba sobre el grado de su Plutón natal, destruyó a martillazos su praxinoscopio y arrojó al Sena todas sus películas. Un claro ejemplo de conducta autodestructiva (Plutón) excitada por un juicio severo introyectado (Saturno). Dicho sea de paso, Plutón no había sido descubierto todavía; no lo sería hasta 1930, pero eso no le impidió funcionar a pleno rendimiento durante todo el tiempo en el que su existencia fue ignorada por astrónomos y astrólogos. Arruinado económica y emocionalmente, Reynaud murió en 1918 recluido en un manicomio.

No se ha conservado, por tanto, la animación original de Pauvre Pierrot, pero en 1993 Julien Pappé abordó su reconstrucción, que ahora podemos disfrutar desde aquí mismo por gentileza de youtube.com. Merece la pena dedicar cinco minutos al visionado de esta ingenua animación no sólo por su interés histórico, sino también porque su contenido refleja simbólicamente la interacción de los arquetipos de Plutón y Neptuno a través de los personajes de la historia.




Los personajes, extraídos de la comedia del arte italiana, no son otros que los célebres Pierrot, Colombina y el Arlequín. Al comienzo de la animación, vemos al arlequín enmascarado deslizarse como un gato al amparo de la oscuridad de la noche; mira a un lado y a otro para asegurarse de no ser visto, salta el muro de la casa de Colombina y se presenta ante ésta. Colombina, al principio, se sobresalta; pero enseguida es tranquilizada por el arlequín que se da a conocer desprendiéndose un momento de su máscara. Entonces alguien llama a la puerta y el arlequín se esconde. Entra Pierrot que viene a agasajar a Colombina con el obsequio de unas flores. Ante el poco interés demostrado por la joven, Pierrot se retira compungido, pero al cabo de un rato regresa con la intención de enamorarla cantando bajo su balcón. El arlequín, que permanece escondido en el patio o jardín de la casa de Colombina, golpea a Pierrot por la espalda con un palo o una espada, sin dejarse ver. Pierrot, confundido, recurre a una botella de licor para darse ánimos y continuar cantando. El arlequín le arrebata la botella y le golpea de nuevo, hasta poner a Pierrot en fuga. Una vez despejado el camino, a una seña de Colombina entra en la casa.

En primer lugar, tanto Plutón como Neptuno son planetas nocturnos. Una escena ambientada en la oscuridad de la noche resulta de lo más apropiada para producir una alegoría de la naturaleza astrológica de estos planetas. Plutón, como el arlequín, gusta del juego del enmascaramiento y el desenmascaramiento. Es el dios del submundo, de lo oculto, lo oscuro y lo prohibido. Richard Tarnas lo identifica con Dionisos, y Friedrich Nietzsche, sin saber que había nacido en el día de una precisa alineación de la Tierra con Plutón, no sólo se identificó él mismo con el propio Dionisos, sino que desarrolló una aguda y despiadada psicología del desenmascaramiento. El arlequín se oculta bajo máscaras y tras las columnas y golpea a Pierrot no a la manera de Marte, franca y abiertamente, sino al estilo de Plutón: tirando la piedra y escondiendo la mano. Pero de todos modos, consigue poner en evidencia la cobardía de Pierrot y se gana los favores de la dama, obteniendo vía libre para la satisfacción de sus impulsos eróticos dionisíacos.

Pierrot, por el contrario, es un típico personaje neptuniano. Obsérvese la semejanza con la gitana dormida de Henri Rousseau. Ambos se acompañan de una mandolina, la una duerme bajo la luna llena, el otro viene a cantar a la luz de la luna bajo el balcón de Colombina restregándose los ojos como si acabara de despertarse. Trovadores y trotamundos delicados, atentos, considerados, soñadores. Modales corteses y alma enamoradiza. Pierrot incluso recurre a la bebida, una de las debilidades que los astrólogos asocian con Neptuno. Pero finalmente ni las flores, ni los versos, ni los cantos hacen el efecto deseado en el alma de la mujer amada, y el encantador Pierrot termina golpeado, herido en sus sentimientos, huyendo y cediendo el terreno, como perdedor y desdichado... ¡pobre Pierrot! ¡pobre neptuniano!


viernes, 14 de mayo de 2010

Conjunciones astronómicas: Plutón-Neptuno


Así como los armónicos de la edad enteros son semejantes a las revoluciones solares y los armónicos de la edad fraccionarios o continuos se parecen a los tránsitos, el equivalente astronómico de una carta de transformación de arco de los Williamsen sería una carta levantada para el momento en que dos planetas cualesquiera forman su primera conjunción exacta posterior al nacimiento.

Esto está reconocido implícitamente por aquellos astrólogos que consultan las lunaciones más cercanas al momento del nacimiento, en busca de claves suplementarias que ayuden a iluminar el carácter o la naturaleza de las actuaciones y acontecimientos ligados al protagonista de una natividad. La primera conjunción del Sol con la Luna posterior al nacimiento equivale a la transformación del arco Sol/Luna en términos de armónicos. El paralelismo, sin embargo, no puede llevarse demasiado lejos, ya que hay algunas notables diferencias, entre las que podemos destacar las siguientes:

1) Las conjunciones astronómicas son más impersonales que las armónicas, porque las primeras son compartidas por todas las personas nacidas en el plazo comprendido entre dos conjunciones consecutivas del Sol con la Luna o de cualquier otra pareja de planetas. Sin embargo, las transformaciones de arcos son diferentes en cada individuo, incluso cuando la diferencia en el tiempo de nacimiento respecto de otras personas es muy pequeña.

2) En el caso de las conjunciones astronómicas, no sólo se rastrean las inmediatamente posteriores al nacimiento, sino también las inmediatamente anteriores. De hecho, muchos astrólogos dan prioridad a las conjunciones prenatales.

3) Las transformaciones de arcos son conjunciones que se producen únicamente en el microcosmos que nace con cada individuo, siendo, por decirlo así, movimientos internos de la propia carta natal. Las conjunciones astronómicas se producen en el macrocosmos o cielo común a todos los contemporáneos.

Por estas razones, a las cartas calculadas para el momento exacto en que se produce una conjunción entre dos planetas se les atribuye un significado principalmente generacional o histórico, sobre todo si se trata de planetas lentos. Los dos planetas más lentos conocidos en la antigüedad, Saturno y Júpiter, recibían la denominación conjunta de cronocratores, porque en sus ciclos se revelaba el signo de los tiempos. Ahora conocemos otros planetas mucho más lentos que estos dos, de modo que sus ciclos combinados abarcan varias generaciones. El ciclo Plutón - Neptuno, por ejemplo se extiende por casi cinco centurias. La última vez que estos dos planetas estuvieron en conjunción fue en 1892 y no volverán a estarlo hasta el año 2385.

El estudio de estas conjunciones puede abordarse de varias maneras. Podemos, por ejemplo, calcular una carta completa para el momento exacto de la conjunción, ya sea sin domificar o bien, si nos interesa aplicarla a un lugar determinado, con el Ascendente y las casas calculados para ese lugar. La carta será interpretada en función de los significados básicos atribuidos a los dos planetas en conjunción y mantendrá su vigencia hasta la conjunción siguiente. Esto es lo que se hace cuando se calcula la carta de la luna nueva (o conjunción Sol/Luna) de cada mes, para descubrir en ella las tendencias generales de un mes determinado. Con el Sol y la Luna todo es muy sencillo, porque siempre están directos y no hay más que un punto de vista desde el cual tenga sentido calcular sus conjunciones: el geocéntrico. No hay conjunciones Sol/Luna heliocéntricas. Así que sólo tenemos que calcular una carta por ciclo. Pero con los otros planetas se nos presenta, por un lado, el problema de las retrogradaciones y, por otro, el de la doble referencia geocéntrica y heliocéntrica. En efecto, poco después de que dos planetas lentos alcanzan el punto exacto de su conjunción geocéntrica, cuando el menos lento de los dos ha rebasado ya al otro por un pequeño arco, los planetas empiezan a retroceder en el zodíaco. De nuevo el planeta menos lento es también el que retrocede más deprisa, de manera que vuelve a alcanzar al otro hacia atrás y se produce otra conjunción exacta con unas pocas semanas o meses de diferencia. Después, cuando de nuevo se han separado ambos planetas por un pequeño arco, quedando el planeta menos lento en la posición más retrasada, otra vez cambian el sentido de su movimiento y se ponen directos, dando lugar a la tercera conjunción consecutiva en pocos meses. Por otra parte, hay también durante esos meses una conjunción heliocéntrica de los mismos planetas, que no suele coincidir en el tiempo con ninguna de las geocéntricas.

Las conjunciones heliocéntricas tienen dos importantes ventajas sobre las geocéntricas. La primera es que sólo hay una por ciclo, ya que no hay retrogradaciones heliocéntricas. La segunda es que en ellas se da un alineamiento verdadero de los planetas respecto del centro en torno al cual giran (el Sol) y no una sucesión de alineamientos aparentes, como sucede cuando las medimos desde la Tierra. La definición de la duración de un ciclo de dos planetas como el tiempo comprendido entre dos conjunciones consecutivas de esos dos planetas funciona perfectamente bien en el sistema heliocéntrico, pero fracasa estrepitosamente en el sistema geocéntrico (salvo con las luminarias).

En el caso del ciclo Plutón - Neptuno, la última secuencia de conjunciones se dio entre 1891 y 1892 en las siguientes fechas y grados del zodiaco tropical:

2 de agosto de 1891, 16h 36m GMT, geocéntrica directa, a 8º 37' de Géminis.
5 de noviembre de 1891, 22h 27m GMT, geocéntrica retrógrada, a 8º 18' de Géminis.
29 de enero de 1892, 14h 13m GMT, heliocéntrica, a 8º 01' de Géminis.
30 de abril de 1892, 15h 45m GMT, geocéntrica directa, a 7º 42' de Géminis.

Estos son los días y horas en que la conjunción fue partil (exacta), pero en torno a estas fechas hay un dilatado periodo durante el cual la conjunción fue plática (dentro de orbe). La mayoría de los astrólogos que se interesan por la relación de los grandes ciclos de los planetas lentos con los acontecimientos históricos a gran escala tienden a ignorar las cartas de las conjunciones partiles y a concentrar su atención únicamente en las características más destacadas de los periodos abarcados por las conjunciones pláticas. Así, por ejemplo, Richard Tarnas extiende el periodo de actividad de la última conjunción Plutón-Neptuno desde 1880 hasta 1905, usando un orbe de 15 grados que otros astrólogos consideran exagerado. En el corazón de este periodo, entre 1892 y 1893, con la conjunción dentro de 1 grado de orbe, Dvorak compuso su sinfonía más emblemática y celebrada, conocida popularmente como Sinfonía del Nuevo Mundo. En ella podemos ver una manifestación artística de la irrupción de la energía plutoniana entreverada con la delicadeza extrema de las melodías neptunianas. Compuesta durante su estancia en los Estados Unidos, la sinfonía es un canto a América. No en vano, esa conjunción de Plutón con Neptuno se produjo en el mismo grado ocupado por Urano en la carta de la declaración de independencia de las colonias norteamericanas.

Durante los años de la conjunción plática tuvo lugar el descubrimiento del inconsciente en el contexto del nacimiento del psicoanálisis, que empezó a gestarse muy poco después de las conjunciones partiles, con los estudios de Freud y Breuer sobre la histeria y la incorporación terapéutica del método de la hipnosis. Ya en 1899-1900, Freud publica La interpretación de los sueños. No se trata de desentrañar mensajes proféticos ocultos en las imágenes oníricas, a la manera de la tradición judía en la que Freud fue educado -y de la que renegaría- sino de buscar las raíces del contenido de los sueños en los deseos más profundos, instintivos, primitivos e inconfesables atrincherados en el inconsciente del soñante. Se trata de atrapar a Plutón (las pulsiones sexuales y agresivas en su forma más primitiva y salvaje) en la delicada telaraña de los sueños de Neptuno.

Una imagen que expresa plásticamente esta constelación de arquetipos Plutón/Neptuno fue producida por Henri Rousseau en 1897. La bohémienne endormie (la gitana dormida) es un sorprendente óleo que muestra a un personaje netamente neptuniano a merced de las fuerzas primitivas plutonianas encarnadas en una fiera salvaje.



Neptuno es el mundo de los sueños, de la música, de los desamparados. Esta imagen es onírica en sí misma; pero, además, muestra a una gitana durmiente, abandonada a su suerte, desprotegida, que vaga por el mundo sin rumbo ni hogar, con los pies desnudos y acompañando su deambular con la música de su mandolina, que duerme junto a ella y que, aun dormida, parece conservar su poder de amansar a las fieras. "La fiera, aunque salvaje, duda si lanzarse sobre su víctima, profundamente dormida de cansancio" -escribió Henri Rousseau como subtítulo al pie de su lienzo.

Una de las transformaciones de mayor calado que experimentó el modo de vida del género humano a partir de la última serie de conjunciones de Plutón con Neptuno fue la objetivación y colectivización de los sueños a que dio lugar la aparición del cinematógrafo. Los hermanos Lumière presentaron su primera sesión de cinematógrafo en 1895, pero antes que ellos, en enero de 1894, Thomas Alba Edison había grabado una breve película. Y todavía antes, en el centro mismo del periodo, mientras se producía la secuencia de conjunciones partiles entre 1891 y 1892, Émile Reynaud generó las primeras películas de dibujos animados, entre las que destaca Pauvre Pierrot (terminada en 1891 y estrenada en 1892).

Imagen de Pauvre Pierrot


El cine, por una parte, es ilusión, engaño, fantasía, evasión de la realidad (la cara de Neptuno con mala prensa), pero también es una forma privilegiada de expresión y de creación artística, un medio de transmisión objetiva de la realidad histórica (documentales) con extraordinaria riqueza de detalles, una forma de higiene emocional (catarsis plutoniana), una forma segura de asomarse a lugares peligrosos, inaccesibles o prohibidos (los oscuros territorios plutonianos), un medio de manipulación de masas (Plutón-Neptuno) mediante mensajes subliminales o generación de modelos a imitar, y también una forma de potenciar la pasividad (Neptuno) de quien se limita a mirar desde su butaca.

La asociación de Plutón con Neptuno representa, pues, entre otras cosas, el poder de la imaginación y la fascinación de la imagen.

jueves, 6 de mayo de 2010

Conjunciones armónicas



Hay dos maneras posibles de entender las cartas de transformaciones de arcos de los Williamsen. La primera consiste en concebirlas como extensiones de la carta natal que profundizan en los detalles de la relación entre los dos planetas elegidos para calcularlas. La justificación de su eficacia vendría dada por conexión entre el arco que separa a ambos planetas en la carta natal y el armónico que vibra en sintonía con ese arco específico. Así, por ejemplo, si la Luna natal está a 10º de Libra y Mercurio a 10º de Acuario, el arco entre ellos es de 120º. Esto pone a ambos planetas en sintonía con el armónico 3, porque en él todos los arcos de 120 grados se transforman en conjunciones.

La otra manera de explicar la eficacia de las cartas de transformaciones de arcos es considerarlas como hitos en el desarrollo temprano de los individuos. Siguiendo con el ejemplo anterior, la Luna y Mercurio se encuentran por primera vez en el armónico 3. Por armónicos de la edad, el armónico 3 corresponde a la edad de 2 años (en el sistema de origen 1) o de 3 años (en el sistema de origen 0). Esta sería la primera experiencia de fusión de las energías internas conectadas con la Luna y con Mercurio, de tal manera que dejaría una huella permanente en el psiquismo del individuo por su misma cualidad de situación inédita y por la permeabilidad del carácter infantil.

Sin embargo, esta segunda hipótesis tropieza con algunas dificultades. Si el arco entre los dos planetas es muy pequeño, el armónico correspondiente será tan alto que no será nunca alcanzado en vida por el sistema de armónicos de la edad. Esto sucederá con cualquier arco de tres grados o menos, porque dos planetas a tres grados de distancia no hacen su primera conjunción hasta el armónico 120. Si el arco es, por ejemplo, de diez grados, el armónico será el 36. En este caso, la correspondiente carta de transformación del arco no debería afectar al individuo antes de los 35 años de edad. Si el arco es de 180 grados, el armónico será el 2. Con esto no hay problemas en lo que se refiere a la tesis de que las impresiones de los primeros años de edad son las que dejan la huella más profunda, pero con ese arco cada dos años habrá una nueva conjunción en el contexto de una carta diferente. ¿Debemos ignorar estas nuevas cartas? o, al contrario, ¿debemos entender que cada nueva conjunción cancela a la anterior y, por tanto, que sólo la más reciente debe ser tenida en cuenta? ¿O tal vez son como capas que se van superponiendo y fundiéndose de una manera más o menos orgánica?

Hay mucho trabajo por hacer en relación con ésta y otras técnicas basadas en armónicos, pero ahora tenemos una interesante herramienta para hacer comprobaciones por nosotros mismos. El procedimiento que seguimos en la entrada anterior para determinar cuándo se producía por primera vez la conjunción armónica entre el Sol y Saturno a partir de la carta natal de Pier Paolo Pasolini es, al mismo tiempo, una forma alternativa de calcular el armónico necesario para levantar su carta de transformación del arco Sol/Saturno. Este armónico, como vimos, no es otro que el que resulta de sumar 1 a la edad exacta (con parte decimal). Pero haciéndolo así tenemos algo más: una fecha precisa directamente conectada con esa carta.

En realidad tenemos mucho más que eso. Tenemos una colección completa de fechas asociadas a las sucesivas cartas armónicas que contienen la conjunción de que se trate. Sólo tenemos que ir incrementando el valor de Ciclo y pulsar en Calcular para ver cada nueva fecha. Con cada fecha va asociada una edad a la que sólo hay que sumar una unidad para saber qué armónico le corresponde. De este modo, podemos observar si en tales fechas concurrían o no circunstancias concordantes con la imagen presentada simbólicamente por el correspondiente armónico o con la naturaleza de los dos planetas que lo generan.

Haciendo esto con el ciclo armónico Saturno/Sol de Pasolini, pudimos comprobar que la conjunción armónica nº 24 entre esos dos planetas coincidió con su muerte. Sabemos que el Sol tiene una significación general de "dador de vida", mientras que Saturno indica restricciones y limitaciones. La asociación Saturno/Sol puede, por tanto, significar "la interrupción de la vida". Pero tal cosa no se produjo en ninguna de las 23 conjunciones anteriores. Además, hay, sin duda, otras muchas cartas de personas cuya muerte no coincide con ninguna conjunción Saturno/Sol, ni por armónicos ni por tránsitos. No quiero decir con esto último que la conjunción sea totalmente inofensiva y que el encontrarla en la muerte de Pasolini sea una simple casualidad. Con esto puede pasar como con el tabaco, que no mata a todo el mundo y a los que mata no los mata el primer cigarrillo ni la primera cajetilla. Lo que determina qué fumadores acaban desarrollando un cáncer y cuáles no es, normalmente, una asociación del tabaco con otros factores, tales como una predisposición genética, la exposición a niveles peligrosos de radiación, una depresión, etc. De manera semejante, una conjunción armónica que se repite cíclicamente cada pocos años, pasando inadvertida una y otra vez, puede de repente hacerse notar hasta adquirir proporciones fuera de control si se asocia con otros factores astrológicos que la potencian y a los que ella potencia.

En el caso de las conjunciones armónicas que implican a planetas potencialmente conflictivos o penosos, los efectos más notables se suelen dar cuando se presenta una o varias de las condiciones siguientes:

1) La conjunción se produce sobre un punto sensible de la carta natal (geocéntrica o heliocéntrica), es decir, en un grado ocupado por un planeta, ángulo o cúspide de casa, o bien en el grado de oposición exacta a un planeta natal.

2) La conjunción se produce en un grado sensibilizado por una carta periódica, tales como una revolución solar, una revolución lunar, un armónico entero vigente durante todo ese año, etc.

3) La conjunción se integra en una configuración conflictiva vigente por algún sistema de prognosis dinámico y continuo (progresiones secundarias, direcciones terciarias, tránsitos, etc)

Además, los efectos más aparatosos se producen cuando los contactos son cruzados entre una carta heliocéntrica y otra geocéntrica o bien cuando planetas en movimiento armónico levógiro se cruzan con otros en movimiento armónico dextrógiro.

Casi todas esta condiciones concurren a la vez en el caso de la muerte de Pasolini. Obsérvese el gráfico siguiente:


Pier Paolo Pasolini
Rueda interna: armónico 54 heliocéntrico.
Rueda externa: armónico 54,662451 geocéntrico.


Como se indica al pie de la imagen, en la parte interna se encuentra dibujada la disposición de los planetas en el armónico 54 heliocéntrico. Por armónicos de la edad + 1, este armónico entero se mantiene vigente desde el 5 de marzo de 1975 hasta la misma fecha de 1976, funcionando de un modo semejante al de una revolución solar. Se recordará que la muerte sobrevino el 2 de noviembre de 1975. En este armónico 54 heliocéntrico la Tierra queda situada en el grado 29 de Libra, que es el mismo que ocupaba Marte en su carta natal heliocéntrica, todo ello proyectándose sobre la casa 8. Dicho sea de paso, si nos limitamos a mirar la carta natal geocéntrica, sin planetas en la casa 8, con Libra en la cúspide de esa casa y su supuesto regente Venus en Piscis y sin ningún aspecto conflictivo, no podríamos imaginar otra cosa que una muerte sumamente plácida. Pero si miramos la carta "geoheliocéntrica", con Marte y Mercurio en la casa 8, una muerte violenta a manos de un adolescente es una posibilidad.

Pero sigamos con el armónico 54. Plutón queda fijado en él en la casa 12, a 16 grados de Acuario, muy cerca de la posición de Mercurio natal geocéntrico (17 de Acuario) y Neptuno se sitúa en el grado del Fondo del Cielo natal (17 de Géminis). Este trígono entre Plutón y Neptuno es claramente activado por otro del propio Plutón con Saturno/Sol que se constituye en el armónico de la edad + 1 continuo geocéntrico, aplicable directamente a la fecha del suceso (véase el círculo externo). Plutón aparece dos veces sobre el grado 16 de Acuario y en casa 12, un acoplamiento que fue exacto en el margen de unas 8 horas respecto del momento de la agresión. La conjunción Saturno/Sol, por tanto, hacía trígono no a una sino a las dos posiciones de Plutón, al tiempo que se superponía a Neptuno anual. Por otra parte, en el armónico de la edad geocéntrico hay una oposición de Venus con Urano, entre las casas 2 y 8, que deja a ambos planetas en cuadratura exacta con la posición de Marte en el armónico 54 heliocéntrico.

Yo diría que este cuadro apoya la tesis de la conspiración, porque Plutón en la casa 12 por dos veces y en el mismo grado sugiere la actuación de poderosos enemigos ocultos que esperan su oportunidad agazapados en las sombras.

Además de todo esto, la posición de Plutón en el mismo armónico de la edad + 1 continuo, pero en sentido dextrógiro, es 18 de Geminis, por lo que está a punto de cruzarse con Saturno/Sol y con Neptuno y FC. Por otra parte, la conjunción Saturno/Sol se integra estrechamente en una conflictiva configuración de Júpiter/Marte y Urano presente en las direcciones terciarias vigentes en esa fecha.

lunes, 3 de mayo de 2010

Armónicos: cálculo de fechas, 2


Planetas armónicos dirigidos a otros planetas armónicos

Si lo que nos interesa es saber cuándo un planeta en movimiento armónico alcanzará a otro planeta que también está en movimiento armónico, el procedimiento es muy semejante al anterior.

Tomaremos como ejemplo la carta natal del director de cine Pier Paolo Pasolini, nacido en Bolonia (Italia, 11E20, 44N29) el 5 de marzo de 1922, a las 5h 30m GMT. La hora seguramente requiere alguna rectificación, pero de momento tenemos que trabajar con ella tal y como la tenemos. Con esta hora, su Sol natal queda a 13º 52' 15" de Piscis y su Saturno natal a 5º 47' 46" de Libra. Queremos averiguar cuando se produce por primera vez la conjunción armónica de estos dos planetas.

Seguiremos usando el mismo programa de cálculo de direcciones simbólicas. En Fecha del radix introducimos los datos natales en GMT: 5 / 3 /1922 ; 5 : 30 : 00. Pero ahora se nos presenta un problema. Si los dos planetas están en movimiento ¿cuál de ellos es el factor dirigido y cuál el punto receptor? La norma es que como factor dirigido debemos usar el planeta cuyo movimiento armónico sea más rápido. A su vez, este planeta será siempre aquel cuya longitud absoluta sea mayor. En nuestro ejemplo, el factor dirigido será el Sol, porque está en el grado 343 del zodíaco, mientras que Saturno está en el 185.

Así pues, en factor dirigido elegimos Piscis y escribimos 13 52 15 y en punto receptor elegimos Libra y escribimos 5 47 46. Veremos que inmediatamente debajo de los datos que acabamos de introducir se muestran las longitudes absolutas de ambos factores en notación decimal. Restando la menor de la mayor tendremos la longitud del arco armónico. Dividiendo 360 por el arco armónico obtendremos el valor del ciclo armónico Saturno/Sol.

Arco armónico Saturno/Sol = 343,87083 - 185,79611 = 158,07472

Ciclo armónico Saturno/Sol = 360 / 158,07472 = 2,277404

Escogemos también ahora Sentido Directo y Periodo Año tropical. En Clave armónica introducimos el valor del ciclo armónico Saturno/Sol, pero usando un punto en lugar de una coma para separar la parte entera de la decimal: 2.277404. Dejamos el Ciclo en 1, puesto que estamos calculando la primera conjunción. Pulsamos en Calcular y tenemos el resultado:

Cumplimiento: 14/06/1923 18:59:03 GMT
Pulsación: 00:00:55
Edad: 1,27740399

El primer armónico que contiene la conjunción buscada se obtiene sumando 1 a la edad

1,27740399 + 1 = 2,27740399

Todos los múltiplos de este primer armónico contendrán también la misma conjunción, pero en cada caso caerá en un grado diferente. Habrá, por tanto, una conjunción armónica entre el Sol y Saturno cada 2,277 años.


ORBES

Tratándose de ciclos armónicos de dos planetas, el avance por unidad de tiempo será igual al arco armónico de esos dos planetas. En nuestro ejemplo, 158,07472.

Esto quiere decir que la distancia entre los dos planetas aumenta a razón de 158,07472 grados por año. Dividiendo los días del año por esa cantidad de grados sabremos cuantos días son necesarios para que la distancia entre ambos aumente (o disminuya, si se están acercando) por valor de un grado.

365,25 / 158,07472 = 2,3106

Por consiguiente, si usamos un orbe de un grado, la conjunción armónica Saturno/Sol estará vigente desde aproximadamente 2 días y 8 horas antes de la fecha hallada mediante el cálculo hasta dos días y 8 horas después de esa fecha. Si usamos dos grados de orbe, el tiempo de vigencia de la conjunción será el doble de la anterior, es decir, de algo más de cuatro días y medio antes y después de la fecha encontrada.


Pasolini asesinado

Pasolini fue primero apaleado y después, cuando ya yacía desangrándose en el suelo de un solitario paraje, deliberadamente atropellado por su propio agresor, hasta causarle la muerte en torno a las 0h 30m GMT del 2 de noviembre de 1975. Las circunstancias del crimen, sin embargo, nunca han sido del todo aclaradas. Según una versión, fue atacado por un chico con el que Pasolini mantenía trato sexual a cambio de dinero. Pero también se ha afirmado que el chico sólo le condujo hacia una emboscada donde otras tres personas le esperaban para acabar con él por razones políticas (por su comunismo, su cine comprometido y provocador y sus costumbres libertinas).

A lo largo de su vida, la conjunción armónica de Saturno con el Sol se produjo en 24 ocasiones, la última de las cuales tuvo lugar muy cerca de la fecha de su muerte. Usando 24 como valor de Ciclo y pulsando de nuevo en Calcular obtenemos:

Cumplimiento: 31/10/1975 06:49:02 GMT
Pulsación: 00:00:55
Edad: 53,65769599

La diferencia con la fecha de su muerte es de 1 día y 18 horas aproximadamente, lo cual queda dentro del orbe de un grado, que permite una diferencia de hasta 2 días y 8 horas.

Esto no quiere decir, naturalmente, que esta conjunción haya motivado el crimen ni que baste como "explicación astrológica". En sucesos de este calibre siempre interviene un cuadro complejo de factores, unos astrológicos y otros ajenos a nuestra disciplina, que suman sus fuerzas hasta provocarlo o darle cabida entre todos. La carta armónica completa para el momento de la muerte de Pasolini (por armónicos de la edad + 1) corresponde al armónico 54,662451 y se muestra a continuación.



Armónico 54,662451 de Pier Paolo Pasolini

La conjunción armónica de Saturno con el Sol había tenido lugar otras 23 veces durante la vida de Pasolini, sin "efectos" notables, que sepamos. Pero en esta ocasión se producía en el grado 16 de Géminis, muy cerca del grado de la cúspide de la casa 4 ó Fondo del Cielo, que, según la tradición, indica las condiciones del final de la existencia. Además, recibía un trígono cerrado de Plutón, desde 16 de Acuario y casa 12. Si retrasamos unos minutos la hora de nacimiento, el ajuste de la fecha es aún más preciso y también se ajusta mejor a la cúspide de la casa 4.

Al mismo tiempo había algunos tránsitos potencialmente peligrosos, pero de orbe mucho más abierto. El único tránsito que puede competir en exactitud con esta conjunción es el de Plutón pasando en conjunción al Nodo Norte de la Luna natal, en la casa 7. Pero esto sucede sólo usando el nodo medio. Si usamos el nodo verdadero, de nuevo se dispara el orbe.



domingo, 2 de mayo de 2010

Armónicos: cálculo de fechas, 1


Existe un fuerte lazo de parentesco entre las direcciones simbólicas y los armónicos de la edad. En ambos casos los planetas natales avanzan a través del zodiaco a una velocidad constante. La clave que determina esa velocidad es distinta en cada caso, pero, aparte de eso, la diferencia fundamental entre estos dos métodos de prognosis es que en las direcciones simbólicas todos los planetas se desplazan a la misma velocidad, mientras que en los armónicos de la edad cada planeta se desplaza a una velocidad diferente. Esto es lo que hace posible la existencia de ciclos armónicos entre pares de planetas, porque, al moverse cada uno a una velocidad distinta, en algún momento se formará la conjunción armónica entre dos cualesquiera de ellos y, a partir de ahí, siguiendo un ciclo rítmico regular, se sucederán todos los demás aspectos hasta llegar a la conjunción siguiente.

Debido a que por direcciones simbólicas la carta gira toda entera, conservando siempre las mismas configuraciones natales, lo habitual es no prestar demasiada atención a la variación de la carta en su conjunto y centrarse únicamente en el desplazamiento de factores sueltos. La más conocida y fácil de aplicar de todas las claves de dirección simbólica es la que establece un progreso de un grado por año de todos y cada uno de los factores de la carta natal. Si, por ejemplo, en una carta natal Marte está a 10º de Libra y Júpiter a 20º de Escorpio, la dirección simbólica Marte conjunción Júpiter se cumplirá cuando el nativo tenga 40 años de edad, porque en 40 años Marte habrá avanzado 40 grados, alcanzando así el lugar originalmente ocupado por Júpiter. Este es un ejemplo de cálculo muy sencillo que puede resolverse "a ojo" sin ningún problema, ya que sólo hemos usado precisión de grados de arco. Con precisión de minutos y segundos de arco se complica un poco más, pero todavía está al alcance de cualquiera resolver el cálculo de fechas de modo aproximado sin necesidad de calculadoras ni de programas. Si un grado es igual a un año, entonces cinco minutos de arco equivalen a un mes, un minuto de arco a seis días y diez segundos de arco a un día.

La facilidad de uso de la clave de dirección de "un grado = un año" es la verdadera razón de que sea la más utilizada, a pesar de que no es la más potente. Para trabajar con otras claves lo mejor es recurrir al auxilio de algún programa de cálculos astrológicos que contemple esta opción, tales como el Solar Fire o el Cruz del Sur. Pero también puede utilizarse un pequeño programa que diseñé específicamente para el cálculo de direcciones simbólicas sueltas y que puede bajarse gratuitamente de la página de Astrodigitalia, sección de Software astrológico. En la documentación que acompaña al programa se aclaran los detalles de su uso, por lo que no los voy a repetir aquí. Lo que sí voy a explicar es cómo podemos aprovecharnos de la semejanza entre direcciones simbólicas y armónicos de la edad para que el mismo programa nos sea de utilidad con cualquiera de las dos técnicas.


Planetas armónicos dirigidos a lugares radicales.

Veremos, en primer lugar, cómo podemos determinar la fecha exacta en la que un planeta de la carta natal alcanza por su movimiento armónico cualquier otro punto de la carta. Usaremos un ejemplo del que hemos hablado ya en la entrada sobre Las bodas de Carlos de Gales. Queremos averiguar la fecha en la cual la Luna alcanza por armónicos de la edad + 1 la cúspide de la casa VII o Descendente de Carlos, así cómo su edad en esa fecha. Esto es, queremos calcular la fecha de cumplimiento de la dirección armónica "Luna conjunción al Descendente".

Abrimos el programa Direcciones simbólicas de clave armónica e introducimos los datos natales de Carlos en GMT: 14-11-1948, 21:14:00. El factor dirigido es el planeta en movimiento (armónico o simbólico) a través de la carta, que en nuestro ejemplo es la Luna, cuya posición en la carta natal es 0º 25' 52" de Tauro. El punto receptor es el lugar que debe alcanzar el planeta para realizar la dirección; en este caso es el Descendente, situado a 5º 24' 39" de Acuario.*

* Es importante utilizar precisión de segundos de arco, tomada de cualquier programa que incorpore las Swiss Ephemeris. Con el Astrolog debe estar activada la opción Print zodiac seconds en el fichero de configuración, al que se accede desde el menú Edit, opción Edit Configuration File.

Escogemos Sentido Directo, porque vamos a seguir el movimiento de la Luna en su sentido natural a través del zodiaco, es decir, en su movimiento levógiro o contrario al de las agujas del reloj. Como Periodo escogemos Año tropical, ya que la ecuación que rige los armónicos de la edad es la de "un armónico = un año". Se pueden ensayar otras, pero, de momento, nos limitaremos a ésta.

¿Qué debemos introducir en Clave armónica? La duración del ciclo armónico del planeta dirigido. Ésta se obtiene dividiendo 360 por la longitud en grados absolutos del planeta. A su vez, la longitud en grados absolutos la muestra el programa justo debajo del lugar en el cual hemos introducido la posición de este planeta en grados, minutos y segundos de arco. Como puede verse, esa longitud absoluta asciende a 30,431111111.** El resultado de esta operación es 11,82999853, pero ¡mucho ojo! Lo que debemos introducir es 11.82999853. Obsérvese que la diferencia está en que la parte entera está separada de la parte decimal por un punto y no por una coma; es decir, usamos la notación inglesa, a pesar de que el programa está en español, por razones técnicas del lenguaje de programación.

** Con el Astrolog se puede alcanzar una precisión aún mayor activando la opción de alta precisión dentro del menú Settings/Chart Settings / Longitude: 360 decimal degrees. En este caso el programa da para la Luna la posición de 30.4311640, que discrepa de la nuestra a partir del quinto decimal.

Como Ciclo dejamos 1, porque vamos a calcular la primera vez que se produce el contacto Luna armónica/Descendente natal. Sólo nos queda pulsar en Calcular y tomar nota de la fecha de cumplimiento que se nos muestra en los recuadros oportunos:

Cumplimiento: 28/11/1957 06:19:41 GMT.

Debajo de esta información se indica que la Pulsación es -en este ejemplo- de 00:04:48. Esto significa que, por oscuras razones técnicas, con los datos de este ejemplo el programa no puede discriminar unidades de tiempo inferiores a 4 minutos y 48 segundos, por lo que el margen de error en el resultado ofrecido es como mínimo de esos casi cinco minutos. Puede ser mayor si la hora de nacimiento no es totalmente exacta.

Debajo de la Pulsación aparece la Edad exacta, que es el valor que necesitamos para calcular el armónico de la edad completo (Edad: 9,03613808). Sumando 1 a este valor tendremos la cifra necesaria (10,03613808) para calcular el armónico de la edad + 1 que contiene el contacto Luna / Descendente que acabamos de calcular.



Para hallar la segunda vez que se realiza la misma dirección sólo tenemos que cambiar el valor de Ciclo de 1 a 2 y volver a pulsar en Calcular. Para la tercera vez pondremos 3 como valor de Ciclo, y así sucesivamente.


ORBES

Las fechas y horas obtenidas nos dan la máxima aproximación posible al momento en el que la dirección es partil o exacta, siempre que sean exactos los datos natales introducidos. No obstante, estas direcciones, al igual que los tránsitos, tienen un orbe. La magnitud de este orbe debe decidirla el usuario, según lo que estime razonable o lo que su experiencia le vaya demostrando, pero, en cualquier caso, no debe ser muy grande. Si decidimos conceder un grado de orbe, esto significa que la dirección estará vigente desde que la Luna se sitúa un grado antes del Descendente hasta que se sitúa un grado después del Descendente. Para saber a cuanto tiempo equivale ese orbe debemos tener en cuenta el desplazamiento anual del planeta, el cual es mostrado por el programa en el cuadro de Avance por unidad de tiempo. Tratándose de armónicos de la edad, el avance por unidad de tiempo equivale a la longitud absoluta del planeta dirigido. En nuestro ejemplo, la Luna se mueve 30,4311 grados por año. Dividiendo los días del año por esta cantidad obtenemos el número de días a que equivale cada grado de movimiento de la Luna.

365,25 / 30,4311 = 12,0025

Un orbe de un grado significa, en este caso, que la dirección permanece vigente desde 12 días antes de la fecha hallada hasta 12 días después. Si preferimos usar un orbe de dos grados, entonces la vigencia se extendería desde 24 días antes hasta 24 días después.