viernes, 24 de abril de 2015

El naufragio de 950 inmigrantes según la edad de las conjunciones



Desde que el cono de sombra del último eclipse de Sol se paseó por el Mediterráneo estamos viviendo en la zona uno de los peores periodos que se recuerdan en términos de naufragios de pateras, barcazas y barcos repletos de inmigrantes que intentan cruzar sin éxito desde el Norte de África al Sur de Europa. El 13 de abril se hundió un barco con 550 inmigrantes a bordo cerca de la costa de Jamahiriya, de los que se estima que se ahogaron alrededor de 400. El 16 de abril cuatro inmigrantes que lograron alcanzar la costa de Sicilia afirmaron ser los únicos supervivientes de un barco hundido con 41 personas a bordo. En otra embarcación un grupo de islamistas arrojó por la borda a 12 cristianos, haciendo que se ahogaran. Pero lo peor estaba aún por llegar. En la noche del 18 al 19 de abril se hundía otro barco cerca de la costa de Libia con 950 personas a bordo, de las que solo se ha rescatado a 27.

Los millares de muertes que se han producido en circunstancias similares en el Mediterráneo en lo que va de año no han acaparado ni la décima parte de la atención mediática que se concedió al centenar y medio de muertes con que se saldó el accidente aéreo en los Alpes franceses. Tampoco en los foros de astrología se ha prestado mucha atención a este asunto. Bien es verdad que, aparte de añadirlos a la lista de desgracias que se acumulan desde el 20 de marzo en la zona de sombra del eclipse (los espeleólogos españoles accidentados en Marruecos, el profesor asesinado por un alumno en Barcelona, el accidente de Germanwings, etcétera) o achacarlos a la larguísima cuadratura de Urano con Plutón que nos acompaña desde hace tanto tiempo, no se puede hacer mucho más, porque faltan datos precisos en los que apoyarse. Si en el accidente del airbus de Germanwings conocíamos la hora y el lugar del despegue del avión, la hora y minuto y las coordenadas geográficas exactas del lugar en que se estrelló y hasta la fecha de nacimiento del copiloto, en el caso del naufragio en aguas de Libia del 19 de abril no sabemos cuándo zarpó el barco ni de dónde, no sabemos a que hora volcó (solo que un superviviente dijo que había sido "durante la noche") ni las coordenadas en que se encontraba el barco, ni la fecha de nacimiento de nadie. 

En un artículo de El País se incluye el siguiente mapa del lugar del naufragio:


No se dan coordenadas, pero pulsando más o menos sobre ese punto en la imagen de Google Maps he obtenido las siguientes coordenadas aproximadas: 34º 02' 24" N, 14º 24' 00" E.

Sin embargo, en un artículo de El Mundo sobre el mismo tema aparece este otro mapa:


Tampoco aquí se dan coordenadas, pero haciendo lo mismo que antes obtengo las siguientes coordenadas aproximadas: 33º 42' 42" N, 12º 27' 20" E. Tal vez alguien con mejor pulso que el mío pueda llegar a ser más preciso, pero no creo que merezca la pena, porque la diferencia entre la posición que da El País, más o menos a un centenar y pico de kilómetros a la derecha de Trípoli, y la que da El Mundo, alrededor de un centenar de kilómetros a la izquierda de Trípoli, no creo que se deba a que un diario esté mejor informado que el otro, sino a que nadie sabe realmente dónde estaba el barco. 

Como no sabemos la hora, aunque tuviéramos coordenadas precisas no podríamos levantar la carta del suceso. Al menos sabemos que esa noche no había Luna, porque coincidía con la primera Luna Nueva después de la del anterior eclipse. La conjunción de las luminarias no tiene buen prensa en astrología (véase, por ejemplo, la Astrología Lunar de Alexandre Volguine), pero incluso fuera de ella se reconoce que las aguas del mar están más agitadas cuando la Luna y el Sol suman su acción gravitacional sobre las mareas. Si a eso añadimos la oscuridad de una noche sin Luna y la pobreza de medios de la embarcación, tenemos las condiciones más adversas para la supervivencia en alta mar.

Quien haya leído las dos entradas anteriores de este blog, que dediqué al análisis astrológico del accidente aéreo del 24 de marzo, sabrá que ya en Sobre el avión siniestrado y el siniestro copiloto llamé la atención acerca de la relación que podían tener con este suceso un par de conjunciones que se produjeron días o meses antes. La conjunción de Saturno con Marte en 17º 41' de Escorpio, que tuvo lugar el 25 de agosto de 2014, a las 19:29:39 GMT, en conjunción con Marte natal del copiloto Andreas Lubitz, porque quedaba integrada en la revolución de Marte de Lubitz aún vigente en la fecha del accidente. Y la conjunción de Urano con Marte en 15º 00' de Aries, el 11 de marzo de 2015, a las 16:05:47 GMT, porque quedaba integrada en la revolución lunar de Lubitz que se cumplía ese mismo día. Posteriormente mostré en Edad armónica de las conjunciones que había una relación directa entre esas conjunciones y la fecha del accidente, por un lado, y entre ambas conjunciones entre sí y con las cartas natal y progresada de Lubitz, por otro lado. Para ello consideré la edad de las conjunciones, es decir, el tiempo transcurrido desde que fueron exactas hasta que se produjo el accidente, y apliqué los armónicos correspondientes a esas edades directamente sobre las cartas de las conjunciones mismas, domificadas para el lugar del accidente. Con esta técnica, las conjunciones no permanecen ancladas al grado en el que se produjeron, sino que se deslizan a través del zodiaco literalmente como la onda expansiva de un tsunami a un ritmo regular e inexorable, alcanzando primero las costas de un grado y después las de otro y arrastrando consigo a todos los demás planetas y puntos sensibles o activos de la carta de la conjunción.

La conjunción de Saturno con Marte se produjo, como he dicho varias veces, en 17º 41' de Escorpio, que en grados absolutos medidos desde Cero Aries son 227º 41'. Este número de grados es el que recorrerá la conjunción Saturno-Marte en un año, partiendo de 17º 41' de Escorpio en los armónicos de la edad de origen 1, y desde 0º 00' de Aries en los armónicos de la edad de origen 0. Su movimiento diario es de 0º 37' 24", de modo que emplea unos 48 días en recorrer cada signo. En el tiempo transcurrido desde que la conjunción fue exacta hasta que se produjo el accidente aéreo, la conjunción Saturno-Marte se desplazó, por armónicos de la edad + 1, desde 17º 41' de Escorpio hasta 28º 58' de Piscis, situándose así muy cerca del nodo norte de la Luna natal de Andreas Lubitz y del grado en el que se había producido cuatro días antes un eclipse de Sol. Desde la posición alcanzada en ese momento, la conjunción Saturno-Marte estaba a punto de ingresar en Aries, signo en el que entraría el 26 de marzo y donde permanecerá hasta el 13 de mayo. El asunto era inquietante porque el 11 de marzo se había producido, justo en la mitad del signo de Aries, la peligrosa conjunción de Urano con Marte. ¿Qué pasaría cuando el reflujo armónico de la conjunción Saturno-Marte alcanzara el punto 15º 00' de Aries marcado por la conjunción Urano-Marte? Si una sola de estas dos conjunciones fuera de control basta para provocar un desastre ¿qué puede pasar si una de ellas estimula a la otra? 

La conjunción Saturno-Marte alcanzó el grado 15º 00' de Aries el 19 de abril de 2015 a las 3:30 GMT, es decir, durante la noche del sábado al domingo en la que se produjo el peor naufragio en el Mediterráneo desde que hay crónicas, con más de 900 muertos estimados. Por desgracia, el desplazamiento armónico de la conjunción Saturno-Marte sobre la conjunción Urano-Marte funcionó como un reloj de precisión. Además, el hecho de que el contacto se produjera en 15º 00' de Aries le añadió aún más tensión, porque el arco de 15 grados es el primer aspecto de la serie del 24, que es 2 x 2 x 2 x 3, es decir, el equivalente a la suma de tres oposiciones más un trígono.

La siguiente pregunta es ¿por qué sucedió en ese lugar y no en otro cualquiera? Para tratar de hallar una respuesta debemos considerar las coordenadas geográficas del lugar, pero no disponemos de esta información con la suficiente precisión. Sin embargo, más arriba he mostrado unos mapas que, aunque se contradicen, nos dan al menos una idea de la zona aproximada. Necesitamos estas coordenadas no para levantar una carta del momento y lugar del suceso, cosa imposible puesto que desconocemos la hora, sino para relocalizar la carta de la conjunción Saturno-Marte original en la zona del desastre.

La carta de la conjunción Saturno-Marte del 25 de agosto calculada para las coordenadas que hemos deducido del mapa publicado por El Mundo deja el ascendente más o menos a 13º 30' de Aries. Con las coordenadas deducidas del mapa publicado por El País, el ascendente estaría en 16º 30' de Aries aproximadamente. Si promediamos las coordenadas aproximadas deducidas de ambas fuentes, el ascendente queda a 15º 00' de Aries. En el caso de que este último fuera el verdadero ascendente de la carta de la conjunción Saturno-Marte vista desde el lugar del naufragio, la cosa sería realmente asombrosa, porque todo quedaría tal como se ve en el gráfico de abajo:



La rueda más interna es la carta de la conjunción Saturno-Marte calculada para las coordenadas 33º 52' 33" N, 13º 25' 42" E, con 15º 0' Aries ascendente. La rueda media corresponde a la conjunción Urano-Marte del 11 de marzo y la rueda externa muestra el armónico 1,64706 de la conjunción Saturno-Marte, que es el armónico de la edad + 1 vigente a las 3:30 GMT de la noche del suceso.

No podemos asegurar que el ascendente de la carta de la conjunción Saturno-Marte vista desde el lugar del naufragio estuviera exactamente ahí, pero sí que no andaría muy lejos. La mala racha de accidentes mortales que se han acumulado en pocos días en el Mediterráneo puede, pues, estar relacionada con el hecho de que la carta de la conjunción Saturno-Marte deja a Aries en el ascendente en la mayor parte de los lugares del mar Mediterráneo y de sus costas con longitudes geograficas comprendidas entre 3 y 23 grados Este, aproximadamente. Como el reflujo armónico de la conjunción Saturno-Marte está peinando el signo de Aries desde el pasado 26 de marzo, los grados que ascendían en la zona en el momento de la conjunción están siendo alcanzados por la conjunción misma, que tiene así una oportunidad de descargar su potencial destructivo en esos lugares, especialmente en aquellos cuyo ascendente quede más cerca de la conjunción Urano-Marte, que es la que lo sobredimensiona todo.

© 2015, Julián García Vara

miércoles, 22 de abril de 2015

Edad armónica de las conjunciones


El piso superior de mi casa está muy cerca de un campanario sobre el que hay dos nidos de cigüeñas. Una campana está asociada a un reloj y da las horas con repetición. Otra, la más escandalosa, llama a los fieles a misa o avisa de otros servicios eclesiásticos. Las cigüeñas nunca se quejan de sus ruidosas vecinas de bronce, que agitan frenéticamente su badajo con tanta insolencia a escasos centímetros de sus nidos. Al menos la campana que da las horas es más pausada, no agita su badajo sino que es golpeada por un martillo. Un golpe seco y una vibración que se prolonga; otro golpe seco y otra oscilación sonora que sube y baja; y otro...y otro...y otro más, cada uno seguido, como un cometa por su cola, de su propia vibración que se expande y se sostiene en el aire, hasta que finalmente se extingue recostándose mansamente el eco postrero de la última campanada. 

Podemos imaginar las conjunciones entre dos planetas como si fueran semejantes al encuentro del martillo con la campana. El golpe seco es el momento exacto de la conjunción y la vibración que se expande es el periodo durante el cual se hace notar. Así como el sonido viaja por el aire y llega primero a un lugar y luego a otro, el tren de ondas generado por una conjunción puede viajar a través del zodiaco y alcanzar primero un grado y luego otro. De ese modo, una conjunción puede actuar progresivamente sobre puntos de una carta natal muy alejados del grado en el que se produce y del tiempo en el que tiene lugar. Para seguirle el rastro al desplazamiento vibratorio de una conjunción podemos usar sus armónicos de la edad. La edad de una conjunción en un momento dado es el tiempo transcurrido desde que se produjo, medido en años o en días o en alguna otra unidad cíclica con sentido astronómico.

Vamos a aplicar este concepto al caso tratado en el artículo anterior, Sobre el avión siniestrado y el siniestro copiloto, donde se aborda un análisis astrológico del accidente de un airbus de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el pasado 24 de marzo. Lo que queda de esta entrada puede considerarse una continuación de ese trabajo. En la figura 9 del artículo citado mostrábamos la carta correspondiente a la conjunción geocéntrica de Saturno y Marte inmediatamente anterior a la fecha del accidente y domificada para las coordenadas geográficas del lugar en que se estrelló el avión. La conjunción de Saturno y Marte tuvo lugar el 25 de agosto de 2014, siete meses antes del accidente. Si, a pesar de la distancia temporal, la incluimos en nuestro análisis fue por dos razones. La primera es que la conjunción quedó emplazada muy cerca de la cúspide de la casa VIII del lugar del accidente y la segunda es que se produjo dentro de uno o dos grados de orbe respecto de la posición que ocupaba el propio Marte en el día de nacimiento de Andreas Lubitz, el copiloto al que se atribuye la responsabilidad del suceso. Esto último, además, implica que la última revolución de Marte de Andreas Lubitz incluía necesariamente la conjunción Saturno-Marte. Sin embargo, cualquiera de estas cosas puede indicar, como mucho, que el accidente quedaba encuadrado dentro de un dilatado periodo de tiempo de unos dos años de duración en el cual se mantiene vigente la sombra de esta conjunción, pero, aparte de eso, no muestra ninguna vinculación específica con la fecha concreta del accidente.

Podemos ahora preguntarnos qué edad tenía esta conjunción en el momento del siniestro, porque tal vez por ese camino se haga manifiesta alguna conexión más directa entre la fecha de la conjunción y la del suceso. La fecha y la hora exacta de la conjunción consta en el gráfico de la figura 9 y la fecha y hora del accidente se dan al principio del artículo. Introduciendo esos datos en el programa Lapso 1.0 obtenemos los resultados que se muestran abajo (figura 13).


Figura 13. 
(horas legales)

La edad en años es 0,5765796 y la edad en días es 210,5912153. Estas cifras, redondeadas hasta el cuarto o quinto decimal, las podemos usar directamente para calcular los armónicos de la edad* de origen cero. Para los armónicos de la edad de origen uno hay que sumar 1, de modo que tendremos 1,57658 y 211,59122 respectivamente.
* No es este el lugar apropiado para explicar los conceptos básicos relacionados con las distintas maneras de entender los armónicos de la edad. He tratado el tema en varios trabajos anteriores, especialmente en los artículos siguientes:
En los cinco años transcurridos desde que publiqué esos escritos, mi consideración de los armónicos de la edad de origen cero ha mejorado por la acumulación de evidencias prácticas. La pregunta acerca de qué es lo correcto, si usar armónicos de origen cero o usar armónicos de origen uno, o, en caso de admitir ambos, cuál de los dos funciona mejor, ha dejado de tener sentido para mí. Se trata de una falsa disyuntiva, porque lo que progresa con la edad es el arco entero. Esto quiere decir que si tenemos, por ejemplo, Mercurio a 10º 00' de Tauro en una carta natal, ese planeta avanzará 40 grados por armónico, porque el arco entre el punto vernal y el planeta es de 40 grados. Pero también el punto vernal avanzará 40 grados por armónico, "arrastrado" por el avance del planeta. Lo que en una carta armónica de origen cero aparece como la posición de Mercurio es, en realidad, el lugar al que el punto vernal ha llegado moviéndose al ritmo armónico de Mercurio, algo que funciona en la práctica de un modo muy similar a como lo haría si se tratara del propio Mercurio. El avance armónico del propio Mercurio se ve en las cartas armónicas de origen uno. 
Cuando deseemos analizar un suceso a través de los armónicos de la edad de algunas conjunciones inmediatamente anteriores al mismo, nos encontraremos con frecuencia con que el tiempo transcurrido entre la conjunción y el suceso es inferior a un año. Algunos programas, como el ZET o el Astrolog32, no calculan armónicos inferiores a 1, probablemente debido a que con los armónicos comprendidos entre 0 y 1 no hay espacio suficiente para alojar un zodiaco completo dentro del círculo. En efecto, en un armónico como, por ejemplo, el 0,25, cada signo se extiende hasta ocupar 120 grados del círculo, de tal modo que todos los planetas de este armónico estarán siempre en Aries, Tauro o Géminis. Esto puede parecer poco natural, pero debemos tener en cuenta dos cosas. La primera es que una carta armónica no es una carta natural, sino un artificio para facilitar la visualización de ciertos tipos de aspectos o de importantes relaciones entre planetas que pasarían inadvertidas en un formato natural. La segunda es que el hecho de que un punto móvil que arranca del grado cero de Aries y se desplaza regularmente a un ritmo inferior a los 360 grados por año no pueda completar el círculo antes de un año no significa que tengamos que esperar al menos un año para calcular su posición. Recordemos que en los armónicos de la edad de origen cero todos los planetas empiezan a moverse desde el grado cero de Aries, no desde su posición en la carta natal, pero son sus posiciones en la carta natal las que determinan las distintas velocidades de cada uno. La carta natal es el armónico 1 y el punto de partida de los armónicos de edad de origen uno. Por tanto, los armónicos de edad de origen cero no se moverían si no tiraran de ellos los de origen uno. Ambos funcionan como una unidad. Los de origen uno, también llamados armónicos de la edad + 1, nos muestran la cabeza del arco de cada planeta, y los de origen cero, conocidos también simplemente como armónicos de la edad, nos muestran la cola de cada arco.

Afortunadamente, otros programas como el Solar Fire o el Armon, no ponen reparos a los armónicos entre 0 y 1, y tampoco tendremos problemas para calcularlos en línea en la web de Carta Natal online. Si usamos el Solar Fire ni siquiera necesitaremos calcular la edad de la conjunción, porque podemos usar directamente la opción Harmonic Age que hace ese trabajo por nosotros.

Sin más preámbulos, volvamos al ejemplo que nos ocupa. He dicho más arriba que la edad de la conjunción Saturno-Marte geocéntrica del 25 de agosto de 2014 era de 0,57658 años, en el momento del accidente. La carta del armónico 0,57658 de esa conjunción se halla representada en la rueda externa de la figura 14 y en la rueda interna de la misma figura podemos ver las posiciones naturales (armónico 1) de los planetas en el momento del accidente.


Figura 14
Circulo interno: Momento del impacto del avión siniestrado
Círculo externo: Armónico de la edad en años de la conjunción Saturno-Marte de 2014 
calculado para el momento del accidente investigado.

El grado ascendente en el lugar y en el momento estimado del impacto del avión era el 28º 23' de Géminis. En el armónico de la edad de la conjunción Saturno-Marte hallamos al Sol a 27º 56' de Géminis y a la Luna a 29º 19' de Géminis. Por otra parte, el ascendente del armónico de la edad está a 3º 05' de Aries, mientras que el Sol de la carta del accidente está a 3º 26' de Aries. El Sol de cada una de las dos cartas está en conjunción con el Ascendente de la otra dentro de un orbe de menos de medio grado. Este doble vínculo conecta de forma muy clara la conjunción Saturno-Marte con la fecha y con el lugar del accidente, porque desde que la conjunción tuvo lugar, siete meses antes, solamente una vez coincidieron al mismo tiempo las dos conjunciones entre soles y ascendentes: justamente el 24 de marzo de 2015 entre las 10:37 y las 10:41 de la mañana, en las coordenadas del lugar del accidente. Una de las dos conjunciones, la del ascendente natural con el Sol armónico, se daba todos los días durante unos cuatro minutos, porque el ascendente natural recorre todo el zodiaco cada día. Pero la otra, la del Sol natural con el ascendente armónico, solo podía darse una vez dentro del año siguiente a la conjunción, concretamente el 24 de marzo de 2015, y, dentro de ese día, solo entre las 10:37 y las 10:41 el ascendente natural coincidiría también con el Sol armónico.

Para saber a qué velocidad se mueve por armónicos de la edad el ascendente de la carta de la conjunción Saturno-Marte solo hay que comprobar a que distancia se encuentra del punto vernal en la carta original (la de la figura 9). Está a 5º 21' de Aries y esa es, por tanto, la extensión completa del arco que recorrerá cada año. En los siete meses transcurridos desde la conjunción todo lo que había avanzado era 3º 05' desde el cero de Aries (recordemos que en los armónicos de la edad de origen cero todos los puntos de la carta, incluido el ascendente, parten del grado cero de Aries). 

Teniendo en cuenta que el Sol y el Ascendente son los dos puntos más importantes de una carta astral, la doble conexión que hemos descubierto no puede considerarse un asunto menor. Pero uno de estos soles y uno de estos ascendentes son el Sol y el Ascendente de una conjunción en la que no participan. Esto nos enseña que una conjunción no actúa únicamente por medio de los planetas que la integran (Saturno y Marte, en este caso) sino también en función de los lugares ocupados por los demás planetas en el momento en que la conjunción se hacía exacta y de los desarrollos armónicos de esas posiciones. Y también que la onda expansiva de una conjunción puede notarse mucho tiempo después de que los planetas que la integran salieran del orbe del aspecto. 

En cuanto a la propia conjunción de Saturno y Marte, la encontramos a 11º 16' de Leo, llegando al contrantiscio (12º 19' de Leo) de la conjunción natural original (17º 41' de Escorpio, figura 9) y cerca de la posición natural de Júpiter en la carta del accidente (12º 58' de Leo). De esa doble manera, la sombra de la conjunción Saturno-Marte caía sobre Júpiter, modificando sus tradicionales cualidades benéficas. Este Júpiter así ensombrecido transitaba, a su vez, sobre Lilith media (13º 38' de Leo) de la carta natal de Andreas Lubitz. Lilith es un punto de desapego emocional o trastorno afectivo que indica una carencia. El tránsito de Júpiter sobre Lilith puede sobredimensionar esa carencia e impulsar a colmarla "a lo grande", mucho más si está en Leo, haciendo algo terrible y egocéntrico (Lilith) y a la vez "grandioso" y espectacular (Leo/Júpiter), desde su distorsionado punto de vista. Pero los principales puntos de contacto entre la conjunción Saturno-Marte y la carta natal de Andreas Lubitz los hallamos en el armónico de la edad de origen uno de dicha conjunción (armónico 1,57658), como se muestra en la figura 15.


Figura 15
Circulo interno: Carta de Ascendente Cero Aries de Andreas Lubitz
Círculo externo: Armónico de la edad + 1 en años de la conjunción Saturno-Marte de 2014 
calculado para el momento del accidente investigado.

En este armónico, la conjunción Saturno-Marte se ha desplazado hasta el grado 28º 57' de Piscis, que es el mismo grado que ocupaba el Nodo norte de la Luna en el día de nacimiento de Andreas Lubitz, situándose además a medio grado de distancia del punto en que tuvo lugar el eclipse de Sol (29º 28' de Piscis) cuatro días antes de la tragedia. Si ya es problemático que un eclipse caiga sobre el eje de los nodos de una carta natal, mucho más complicado es que se sume la conjunción de los maléficos, aunque sea bajo la forma de reflujo armónico.

Por otra parte, en la carta armónica tenemos a Plutón en 23º 19' de Géminis, haciendo oposición cerrada a Saturno y Mercurio natales de Lubitz (~23º 53' y ~23º 17' de Sagitario, respectivamente) y, con un orbe algo mayor, también al Sol y a Urano.

La posición de la Luna en 4º 15' de Sagitario es también importante, porque en las progresiones secundarias de Andreas Lubitz para la fecha del accidente Marte se encuentra en ese mismo grado. Este Marte progresado no solo está activado por la Luna de este armónico de la edad de la conjunción Saturno-Marte, sino también por el tránsito de Saturno (4º 51' de Sagitario) y por una constelación adicional de reforzadores armónicos. Tenemos, por ejemplo, en 4º 19' de Sagitario el ascendente del momento de la conjunción heliocéntrica Saturno-Marte inmediatamente anterior al accidente, calculada para el lugar del impacto (figura 16).


Figura 16
Conjunción heliocéntrica Saturno-Marte

En la carta de esta conjunción heliocéntrica de Saturno con Marte hallamos que la Tierra estaba a 23º 35' de Sagitario y la Luna a 23º 38' de Sagitario, ambas muy cerca de la posición de Saturno heliocéntrico natal de Andreas Lubitz, que estaba a 23º 40' ó 23º 41' de Sagitario. De esta forma, Saturno natal de Lubitz recoge la presión de las dos conjunciones Saturno-Marte; primero durante un periodo amplio a través de Tierra-Luna de la conjunción heliocéntrica; y después en la fecha concreta a través de la oposición de Plutón del armónico de la edad de la conjunción geocéntrica.

Pero volvamos al grado 4 de Sagitario, porque es un grado que estaba enfatizado por muchos caminos al mismo tiempo. En él se concentra lo siguiente:


El tránsito de Saturno sobre Marte progresado de Lubitz no estaba en su momento álgido el 24 de marzo, sino que fue hacia la segunda semana de febrero cuando la exactitud fue máxima. Parece que lo que dispara la violencia de Marte es la llegada de la Luna por dos vías diferentes: la edad armónica de la conjunción Saturno-Marte y la edad armónica de la conjunción Urano-Marte. Lo vemos en la figura 17.



Figura 17
De dentro afuera:
1. Progresiones secundarias de Andreas Lubitz
2. Armónico de la edad + 1 de la conjunción Saturno-Marte
3. Armónico de la edad + 1 de la conjunción Urano-Marte
4. Planetas en tránsito en la fecha del accidente


Las lunas de estos armónicos de edad se mueven a una velocidad cercana al medio grado por día, algo más en el caso de la que procede de la conjunción Urano-Marte (0º 34' por día) y algo menos en la que procede de la conjunción Saturno-Marte (0º 25' por día). Con esta diferencia de velocidad, en torno a los 0º 09' de arco por día, ambas lunas solo se cruzarían una vez cada seis años y medio, aproximadamente. Lo hicieron precisamente el 24 de Marzo de 2014, el mismo día del accidente, y en el mismo grado ocupado por Marte progresado de Lubitz. Las ondas expansivas de las conjunciones Saturno-Marte y Urano-Marte se conectaron ese día entre sí a través de sus lunas y con Andreas Lubitz a través de su Marte progresado. Si fueron estas Lunas las que desencadenaron la conducta agresiva, entonces lo más probable es que Marte progresado se encontrara cerca de los 4º 18' 05" de Sagitario, que es el punto medio de las posiciones de ambas lunas y se corresponde con un ascendente natal a 20 de Leo. Con unos 0º 05' de orbe sobre ese punto medio, el ascendente natal estaría en la segunda mitad de Cáncer, en Leo o en la primera mitad de Virgo, cosa que concuerda con las observaciones sobre otros aspectos comentados en Sobre el avión siniestrado y el siniestro copiloto. Abunda en la misma dirección el ascendente a 4º 19' de Sagitario del momento de la conjunción heliocéntrica Saturno-Marte calculada para el lugar del accidente, punto que cierra el círculo de conexiones entre las dos conjunciones, el copiloto y el lugar exacto del siniestro.

Si he conducido la investigación astrológica sobre el accidente en cuestión por estos insólitos derroteros se debe, en parte, a la necesidad de encontrar una respuesta a la pregunta "¿Cómo puede ocurrir algo tan fuerte con unos tránsitos tan débiles?" que se me vino a la mente al comparar la fecha de nacimiento de Andreas Lubitz con las configuraciones planetarias del momento del accidente. Cierto es que, al no disponer de la hora de nacimiento, no podemos asegurar que no estuvieran actuando tránsitos importantes sobre las cúspides de las casas, pero tampoco podemos dar por hecho que así fuera. 

Los armónicos de la edad aplicados directamente sobre las cartas correspondientes al momento exacto de una conjunción geocéntrica o heliocéntrica nos abren todo un mundo de nuevas posibilidades de análisis y de predicción de acontecimientos mundanos y personales. Como las horas exactas de estas conjunciones se pueden establecer con mucha precisión, los armónicos calculados a partir de ellas son absolutamente confiables, sin necesidad de ningún trabajo de rectificación. Aunque el momento de una conjunción es el mismo para cualquier punto de la superficie de la Tierra, las cúspides de las casas son diferentes en cada lugar, y esto permite conocer algunos detalles sobre en qué lugares va a actuar una conjunción y en cuáles no o dónde lo hará primero y dónde después, dependiendo de los ángulos o cúspides que vayan siendo alcanzados por el desplazamiento armónico de la conjunción y sus planetas asociados*.

© 2015, Julián García Vara

* Un ejemplo bastante impresionante de cómo funciona esto se expone en:




viernes, 3 de abril de 2015

Sobre el avión siniestrado y el siniestro copiloto



Ahora mismo no hace falta decir de qué avión ni de qué copiloto nos vamos a ocupar aquí, porque en la última semana el asunto ha copado los titulares de todos los periódicos, pero por si alguien leyera esto dentro de algunos meses o años, dejemos constancia de que se trata del airbus A320 de Germanwings, filial de Lufthansa, que se estrelló en los Alpes franceses (44º 16' 51" N, 6º 26' 21" E) el pasado 24 de marzo de 2015, hacia las 10:41 CET, con 150 personas a bordo, de los que ninguno sobrevivió. Y que el presunto responsable de la tragedia ha sido Andreas Lubitz, el copiloto que, aprovechando la ausencia momentánea del comandante, atoró la puerta de la cabina, para impedirle regresar, y deliberadamente dirigió el aparato contra el suelo. No hay ningún indicio de que se tratara de un ataque terrorista por motivos políticos o religiosos. Todo apunta a trastornos mentales o emocionales, ya que, al parecer, Lubitz había estado en tratamiento por depresión y problemas de ansiedad. Al menos esta es, por ahora, la versión oficial.

Siempre que un avión se cae se produce una natural conmoción por la suerte de las víctimas, pero la cosa se olvida pronto si sucede más o menos lejos. Esta vez, sin embargo, se añade el estupor de saber que no hubo fallos técnicos, ni tormentas, ni turbulencias, ni colisiones accidentales, ni acciones terroristas. Simplemente una de las personas en cuyas manos estaba la responsabilidad de velar por el buen curso del viaje y proteger las vidas de los pasajeros decidió usar ese poder para todo lo contrario. Por eso, esta vez al espanto y la tristeza  se suma la indignación y casi por encima de ambas nos invade la perplejidad. Nos preocupa, claro está, que este tipo de cosas se vuelvan a producir, pero más allá de analizar el caso con el fin de tomar medidas suplementarias para reforzar la seguridad, nos inquieta el acto gratuito, absurdo, imprevisible. Porque ya tenemos asumido que jamás podrá estar todo bajo control, pero lo que de verdad nos descoloca, lo que nos produce un vértigo insuperable, es lo absolutamente incomprensible. Con ello no solamente se viene abajo un avión, no solo se desmoronan 150 vidas, sino que se desploman también nuestros valores, nuestra confianza en la razón y en el ser humano, en el futuro y en el orden social, y en la idea ingenua de que podemos confiar nuestro destino a las "personas de orden" y a "los buenos ciudadanos". Por eso todo el mundo ha estado estos días buscando ávidamente una explicación. Por muy terrible que sea un acto, si obedece a un motivo comprensible podremos soportarlo.

Los astrólogos tienen o tenemos (puedo o no incluirme, según cómo se defina el término) una  peculiar manera de encontrar comprensibles las cosas. Si tal planeta estaba aquí o allá en el nacimiento de una persona o en el momento en que hizo algo fuera de lo común y si eso encaja con las habituales directrices de interpretación de configuraciones cósmicas propias de la astrología, entonces el desafío planteado a la razón por la acción aparentemente inexplicable se vuelve mucho más manejable. Lo que amenazaba con quebrar el orden cósmico o la racionalidad universal termina encontrando su lugar dentro de ese orden y hasta aparece como una confirmación del mismo. Pero, si bien es cierto que la astrología puede ayudarnos a entender por qué una acción determinada fue llevada a cabo por esta persona y no por aquella otra y por qué lo hizo en ese momento y no en otro cualquiera, deja abiertos, no obstante, muchos interrogantes y hasta crea problemas nuevos. ¿Por qué entre los mil cursos de acción compatibles con las condiciones astrológicas dadas, la persona se decidió por hacer lo que hizo?, ¿Será, como pretenden los deterministas, que no hay mil posibles cursos de acción sino uno solo?, ¿Qué papel juegan los planetas en todo esto?, ¿se limitan a reflejar un estado de cosas o lo producen? Y en cualquiera de los dos casos ¿cuál es la naturaleza del vínculo y cómo se establece? Por otra parte, ¿los análisis astrológicos se limitan a expresar en un lenguaje diferente las explicaciones de "sentido común" o a complementarlas desde una perspectiva más amplia y trascendente o, por el contrario, las desplazan, las cuestionan y las sustituyen?

Por lo que hace a la última cuestión, mi respuesta es que la astrología no proporciona explicaciones acabadas, sino que ofrece pistas y propone hipótesis que deberán ser confirmadas o desestimadas por los medios normales de comprobar los hechos o valorar los argumentos. Sin otra pretensión que esa, vamos a echar un vistazo a las condiciones astrológicas de la fecha de nacimiento de Andreas Lubitz y de la relación de las mismas con las que se daban en la fecha de la tragedia. No podremos decir mucho, porque hay muy poca información disponible y, además, circulan versiones contradictorias sobre los pocos datos que han trascendido. Para empezar, no son seguros ni el día ni el lugar de nacimiento de Andreas Lubitz y, por supuesto, nada se sabe de la hora natal. En principio, la edición digital de un periódico alemán publicó que Lubitz había nacido el 28 de diciembre de 1987, pero más tarde ese mismo medio cambió la fecha al 18 de diciembre de 1987. Ignoro cuál fue el origen de la fecha dada inicialmente, si se trató de un error tipográfico o de una fuente distinta a la de la segunda fecha. Se dice ahora que "de acuerdo con el gobierno del distrito de Düsseldorf, Andreas Lubitz nació el 18 de diciembre", pero el hecho mismo de que se haga esta aclaración sugiere la existencia de una fuente discrepante. Sin estar plenamente convencido de que el 18 de diciembre de 1987 sea la fecha correcta, me atendré inicialmente a ella, con las debidas reservas. Tampoco el lugar de nacimiento está del todo claro. El artículo mencionado arriba dice que Andreas Lubitz "procede de Montabaur en Rheinland-Pfalz", pero en otros medios se afirma que los padres de Andreas se trasladaron a Montabaur desde Neuburg después del nacimiento de su hijo.

En el artículo dedicado a las Cartas de Ascendente Cero Aries he presentado los fundamentos teóricos de este tipo de cartas y he señalado su especial utilidad para obtener información precisa acerca de personas cuya hora de nacimiento se desconoce. Suponiendo que el nacimiento de Andreas Lubitz haya tenido lugar en Neuburg el 18 de diciembre de 1987, la Carta de Ascendente Cero Aries correspondiente a su fecha natal sería la que se muestra en la figura 1.


Figura 1

Observemos en primer lugar que la posición del nodo norte de la Luna en 28º 08' de Piscis deja a todos los planetas de la carta dracónica 1º 52' por delante de sus posiciones en la carta tropical. De este modo, ambas cartas serán muy semejantes, estarán en conjunción la una con la otra, de manera que las dimensiones interiores que habitan la carta dracónica, de naturaleza íntima y lunar, y las dimensiones exteriores manifestadas en la carta tropical, visible y solar, se entremezclarán y confundiran fácilmente. Los acontecimientos mundanos del entorno pueden vivirse como si se tratara de asuntos personales y, a la inversa, los conflictos emocionales internos pueden proyectarse sobre las personas y acontecimientos del entorno, y esto es lo que aparentemente hizo Andreas Lubitz cuando trató de resolver o más bien disolver sus problemas haciendo algo con el mundo y con la gente en lugar de hacer algo consigo mismo.

De entrada, la conjunción de Saturno con Mercurio (orbe 0º 36') es consistente con una tendencia a dejarse abrumar por pensamientos negativos, derivada de la clara conciencia de las limitaciones, las dificultades y los obstáculos que pueden frustrar nuestras iniciativas o concederlas solo al precio de un esfuerzo sostenido. La proximidad de esta conjunción con el Sol puede afectar a la vitalidad, a la vista y a las relaciones con el padre. La figura paterna puede ser particularmente restrictiva y exigente o tal vez demasiado "sensata" y expresar sus opiniones con crudeza y rigidez. No es nada raro que pueda desarrollarse un cuadro depresivo sobre esta estructura de aspectos, porque el sentimiento fundamental que acompaña a toda persona deprimida es el de "impotencia". Cuando las normas de conducta son demasiado exigentes se incrementa la probabilidad de hacer algo indebido o de no hacer las cosas bien y, por tanto, de sentirse inadecuado, fracasado o culpable. Pero este Sol que viene de la conjunción con Saturno se dirige a la conjunción con Urano (orbe 0º 51'), lo cual abre perspectivas de liberación, rebeldía, independencia o separación brusca. También favorece la carrera de piloto, porque Urano es el planeta más vinculado con la aviación. Hay un quinto elemento dentro de esta conjunción múltiple que no aparece en el gráfico, pero puede tener su importancia: el Centro Galáctico, situado a 26º 41' de Sagitario en 1987. Es posible que la conjunción Sol-Urano montada sobre el Centro Galáctico haya contribuido a hacer que Andreas se sintiese "el Centro del Universo" a los mandos de su aeronave, y que desde esa posición privilegiada quisiera reivindicarse mediante una acción extraordinaria. Ciertamente uno tiene que creerse el centro del universo para hacer prevalecer sus propios conflictos emocionales sobre el derecho a la vida de 149 personas que en nada le habían perjudicado.

La quíntuple conjunción que acabo de comentar tenía justamente enfrente a Quirón (25º 59' de Géminis), a sólo 0º 01' de orbe de la oposición con el Sol y, por tanto, de la conjunción con la Tierra en la carta heliocéntrica. En mi artículo Alguien voló sobre el nido del cuco o lo que nadie había dicho sobre Quirón he defendido la existencia de una pulsión intrusiva relacionada con este planetoide. Es comparable al comportamiento del cuco que, como es sabido, pone sus huevos en nidos de otros pájaros, dejando que una hembra de otra especie se encargue de alimentar a su polluelo. Al cuco recién nacido no le basta con sumarse al banquete del nido ajeno, sino que empuja fuera del nido a las crías de la especie parasitada y acapara así todo el alimento, cuidado y atención de la madre engañada. Compárese esto con el comportamiento del copiloto Andres Lubitz en la cabina del airbus A320. Aprovechándose de que las circunstancias le han permitido tomar por un momento los mandos del avión, se atrinchera en la cabina como el cuco en el nido, impide el acceso al comandante legítimo y usurpa sus funciones. Desgraciadamente, esto no lo hizo ni siquiera en provecho propio, sino en perjuicio de todos, quizás porque todos los planetas de esta carta tienen como dispositor final a Marte y/o Plutón en Escorpio, ambos conjuntos entre sí (orbe 4º 22') y en conjunción a la cúspide de la casa VIII de la figura 1. Marte, al  menos, está en el mismo grado que la cúspide de la casa VIII, y su vínculo con Escorpio y con Plutón es el que introduce el elemento autodestructivo procedente de una ira escondida (Escorpio) y acumulada durante mucho tiempo (signo fijo) que no encuentra una salida tolerable y se vuelve contra uno mismo, sin otro logro que el de morir matando aunque sea indiscriminadamente.

Los tránsitos del día del siniestro no son nada llamativos ni importantes, si exceptuamos una oposición heliocéntrica de Marte a Plutón (orbe 1º 16'), aunque es posible que hubiera otros aspectos relevantes sobre las cúspides de las casas de la carta natal, cuya posición exacta desconocemos por no disponer de la hora. Lo que sí sabemos es que exactamente cuatro días antes del accidente y a la misma hora se produjo un eclipse de Sol visible desde Europa y que solamente trece horas después de ese eclipse el Sol ingresaba en Aries, dando así comienzo al año astrológico. Este excepcional eclipse de Sol, por coincidir con el equinoccio, tuvo lugar en el grado 29 de Piscis, muy cerca del nodo norte de la Luna de Andreas (figura 1). Como los eclipses se producen precisamente cuando las luminarias hacen conjunción u oposición cerca del eje de los nodos, la lunación del 20 de marzo hubiera afectado a Andreas de forma similar a un eclipse, aun en el caso de que no lo hubiera habido. Pero como además lo hubo, es lógico que Lubitz fuera una de las personas más fuertemente afectadas, y tanto más cuanto que las personas emocionalmente desequilibradas son las que más se resienten de las variaciones en el ciclo sinódico lunar. Además, el cono de sombra del eclipse cubría todo el trayecto del airbus A320 (figura 2), haciendo que esta zona del mundo sea la más expuesta a los malos presagios que tradicionalmente acompañan a los eclipses.


Figura 2

El eclipse alcanzó su máximo a las 9:46:47 UTC del 20 de marzo de 2015. Si calculamos una carta para esa hora con las coordenadas geográficas del lugar en el que se estrelló el avión (figura 3) vemos que el ascendente se sitúa a solo 0º 03' del punto ocupado por Quirón en la carta de la figura 1, y Plutón queda a solo 0º 01' de la cúspide de la casa octava, en estrecha cuadratura con Urano.


Figura 3

El mismo grado que ascendía en este lugar en el momento del eclipse del día 20 se situaba de nuevo en el ascendente del mismo lugar en la mañana del día 24, mientras Andreas Lubitz se hallaba en plena maniobra de descenso hacia la catástrofe, con Plutón de nuevo en la cúspide de la casa VIII. En el momento del impacto las cúspides de casas habían avanzado ya un par de grados respecto de su posición en el punto álgido del eclipse, de modo que el ascendente y el descendente estaban cerrando sus cuadraturas con el grado del eclipse.

Pero, además del eclipse, hay otra cosa que ha podido espolear a Andreas Lubitz para que sus conflictos interiores se manifestaran en un plano mundano de forma tan dramática precisamente ahora. He dicho que el mismo día del eclipse, unas trece horas más tarde, el Sol ingresaba en Aries. Como ese es el momento en que el Sol cruza el Ecuador de Sur a Norte y alcanza el punto de origen del zodiaco tropical, muchos astrólogos lo toman como una especie de revolución solar válida para todo el año a nivel mundial, si bien con variaciones en las cúspides de las casas, que son distintas para cada lugar. Si calculamos la carta de ingreso del Sol en Aries inmediatamente anterior al accidente para las mismas coordenadas del lugar del impacto obtenemos el gráfico de la figura 4.


Figura 4

Se puede pensar que un Urano en Aries en conjunción con Marte y cuadratura con Plutón indica un aumento del riesgo de accidentes aéreos, pero eso podría ocurrir en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento del año. El lugar para el que ha sido calculada esta carta no tiene, en principio, nada de especial, salvo, quizás, la proximidad de Saturno al Ascendente. Tampoco hay a primera vista ningún vínculo llamativo entre esta carta y la de Andreas Lubitz. Sin embargo, con ayuda de un recurso experimental que presenté en este blog en diciembre de 2011 (El armónico de la mayoría de edadEl ARC360, un paso adelante en sinastría) y en febrero de 2012 (Armónicos radicales) las cosas cambian de un modo espectacular. Se trata de utilizar las cartas armónicas correspondientes a la raíz cuadrada de 360, que es 18,97367. Estas cartas son las únicas que tienen la propiedad de incluir en el círculo tantos microzodiacos armónicos como grados naturales ocupa cada uno de ellos. Su fundamentación y uso se argumenta en los tres artículos enlazados. Al aplicar este recurso a la carta de la figura 4 se obtiene la de la figura 5.


Figura 5

Saturno, desde 26º 35' de Acuario, se opone a la Luna en 26º 48' de Leo (orbe 0º 13') y ambos cuadran a Marte en 27º 19' de Tauro (orbes 0º 44' y 0º 31'). Marte aparece ahora en el Descendente, en posición angular, pero no es que Marte esté realmente en el horizonte occidental. Lo que está ahí es el mismo grado del zodiaco trópico natural que Marte ocupa en uno de los microzodiacos armónicos. De este modo, Marte actúa sobre el Descendente por resonancia.

Compárese esta configuración de aspectos con la que aparece en la figura 6, que es la Carta de Ascendente Cero Aries del presunto día de nacimiento de Andreas Lubitz reubicada a Montabaur, por ser éste su lugar de residencia habitual.


Figura 6

También aquí Saturno, desde 26º 44' de Acuario, se opone a la Luna en 26º 33' de Leo (orbe 0º 11') y ambos aspectan a Marte en 27º 48' de Acuario, Saturno por conjunción (orbe 1º 04') y la Luna por oposición (orbe 1º 15'). Los mismos planetas enlazados por aspectos tensos y dos de ellos desde los mismos grados. Además hay aquí una oposición de Venus a Urano (orbe 0º 13'), planetas que en la carta de la figura 5 aparecen en conjunción. La semejanza de ambas cartas es muy notable, por lo que no es de extrañar que los conflictos emocionales representados por los aspectos tensos de la Luna con Saturno y Marte y de Venus con Urano en la carta de Andreas Lubitz se activaran precisamente al reproducirse en la carta de ingreso del Sol en Aries de 2015 inmediatamente posterior al eclipse sobre su propio eje de los nodos e inmediatamente anterior a su muerte.

La figura 7 muestra la superposición de ambas cartas.


Figura 7

Ahora bien, los aspectos de cualquier carta no son otra cosa que referencias a otros armónicos en los que los planetas aspectados aparecen en conjunción. Dado que en la carta de la figura 7 dominan los aspectos de la serie del 4, podemos calcular el cuarto armónico de esa figura para ver dónde se reúnen los planetas que integran estas configuraciones tensas. Esto nos lleva al armónico 75,8946638 (figura 8), donde vemos que Saturno, la Luna y Marte de ambas cartas se reúnen en torno al grado de la cúspide de la casa VIII de Andreas Lubitz y en oposición a Quirón.


Figura 8

Todos los aspectos mencionados se presentan también si usamos Neuburg en lugar de Montabaur como lugar de nacimiento, aunque los orbes de los aspectos de la Luna son en ese caso algo mayores. 

Aunque aquí se revela un vínculo sutil a través de microaspectos entre el día de nacimiento de Andreas Lubitz y el año astrológico 2015-16 que se iniciaba el 20 de marzo, se trata todavía de un dato más bien genérico e inespecífico, apoyado en cartas auxiliares y recursos experimentales que no todo el mundo admitiría. No obstante, sin necesidad de usar armónicos, hay otro dato que carga las tintas sobre Marte y la cúspide de la casa VIII de la Carta de Ascendente Cero Aries de Andreas Lubitz mostrada en la figura 1.

La última conjunción exacta de Saturno con Marte inmediatamente anterior a la fecha del accidente tuvo lugar a 17º 41' de Escorpio, en conjunción con Marte natal de Andreas Lubitz y con la cúspide de la casa VIII de su Carta de Ascendente Cero Aries. Pero además, si calculamos una carta completa para el momento en que la conjunción de Saturno con Marte era exacta y para el lugar en el que se estrelló el avión, encontramos que la conjunción de Saturno con Marte se sitúa sobre la cúspide de la casa VIII (figura 9).


Figura 9

Este dato tomado por sí mismo, sin referencia a Lubitz ni a ninguna persona en particular, ya es un indicio de que en ese lugar podía producirse algún grave incidente con mortales consecuencias. Como la conjunción de Saturno con Marte y la cúspide de la casa VIII de esta carta se superponen con Marte y con la cúspide de la VIII de la carta de Lubitz de la figura 1, tenemos a nuestro copiloto en primera linea de la lista de candidatos a verse envuelto en un eventual accidente en la zona.

Las técnicas más usadas (direcciones, progresiones, revoluciones y tránsitos) no pueden aplicarse con confianza ni precisión sin conocer la hora exacta de nacimiento. Usar esas técnicas para conjeturar la hora de nacimiento a partir de un acontecimiento único es muy aventurado. No obstante, podemos extraer de estas técnicas alguna información segura y algunos detalles probables partiendo solamente del día de nacimiento. Aunque no sepamos la posición exacta de los planetas, sabemos al menos dentro de que rango de valores se movían. En la tabla de la figura 10 podemos ver las posiciones de los planetas en el zodiaco tropical a primera y a última hora del día 18 de diciembre de 1987.

Figura 10

Vemos que en ese día la Luna se movió entre el grado 18 de Escorpio y el grado 2 de Sagitario. Dentro de ese intervalo queda encuadrado el Ascendente de la carta de ingreso del Sol en Aries calculada para el lugar en el que se estrelló el avión, que lo hallamos a 27º 45' de Escorpio. La Luna ocupó la misma posición que ese ascendente a las 16:43 CET del 18 de diciembre de 1987, cuando en Neuburg ascendía el grado 3 de Cáncer. Esto no quiere decir que Lubitz naciera cerca de esa hora, pero puede ser una pista.

En la primera columna de la tabla de la figura 11 se dan las posiciones que tendrían los planetas en la Revolución Solar tropical de 2014-15 si Andreas Lubitz hubiera nacido a primera hora del 18 de diciembre de 1987. Y en la segunda columna se dan las posiciones que los planetas tendrían en esa misma revolución si Lubitz hubiera nacido a última hora del día. Lógicamente, las posiciones verdaderas deben estar comprendidas entre ambos extremos.

Figura 11

Encontramos a Saturno entre 29º 19' y 29º 26' de Escorpio, dentro del intervalo en que se movió la Luna en el día de nacimiento. Es, pues, muy probable, que este Saturno de la revolución solar tocara por conjunción a la Luna natal. Esta conjunción sería exacta si Lubitz hubiera nacido a las 19:34 CET, cuando ascendía el grado 6º 40' de Leo. De nuevo esto no significa que Andreas Lubitz naciera cerca de esta hora, pero puede ser otra pista, y de más peso que la anterior, porque Saturno "oprimiendo" a la Luna es un claro indicador de frustración emocional, melancolía, derrotismo y depresión. Recordemos que estos dos planetas estaban ya conectados por oposición cerrada en la carta de la figura 6, como tendencia genérica subyacente de toda la vida que ahora se acentuaría por obra de la revolución solar.

La Luna de la revolución solar tropical se sitúa en algún punto entre 28º 38' de Libra y 11º 25' de Escorpio. Y Plutón natal estaba entre 11º 36' y 11º 38' de Escorpio. Por tanto, cuanto más hacia el final del día hubiera nacido Lubitz, más cerca estaría la Luna de la RS de Plutón natal. También es posible que la Luna estuviera alcanzando a Plutón en la fecha del accidente por su movimiento progresado desde la RS. La equivalencia de un día = un año que las progresiones secundarias aplican desde la fecha de nacimiento se puede usar también sobre la revolución solar, de tal manera que el primer día tras el momento exacto del cumpleaños represente todo el año. Si partimos de un nacimiento a las 18:13 CET del 18 de diciembre de 1987, con 21º 26' de Cáncer en el ascendente, la Luna de la revolución solar quedaría a 8º 18' de Escorpio. Pero su posición progresada para el 24 de marzo a las 10:41 CET sería 11º 37' de Escorpio, que es el grado y minuto de Plutón natal.

Por otra parte, si aplicamos la corrección por precesión a la RS, entonces la Luna se estaría moviendo entre 3º 20' y 16º 15' de Escorpio y se situaría exactamente sobre Plutón radical desde un nacimiento a las 16:41 CET y Saturno se colocaría exactamente sobre la Luna desde un nacimiento a las 18:59 CET.

La Revolución Lunar tropical vigente en el día del siniestro se cumplió en algún momento comprendido entre el 11 de marzo de 2015 a las 1:37 CET y el 12 de marzo de 2015 a las 4:22 CET. En la primera columna de la tabla de la figura 12 se dan las posiciones que tendrían los planetas en esta revolución lunar si Andreas Lubitz hubiera nacido a primera hora del 18 de diciembre de 1987. Y en la segunda columna se dan las posiciones que los planetas tendrían en esa misma revolución si Lubitz hubiera nacido a última hora del día.

Figura 12

Si observamos los tramos recorridos por Marte, Urano y Plutón comprobaremos que entre estos tres planetas se formaron aspectos totalmente exactos dentro del periodo en el que necesariamente hubo de tener lugar la revolución lunar. Marte y Urano se unían por conjunción exacta en 15º 00' de Aries a las 17:06 del 11 de marzo, y Marte y Plutón formaban cuadratura exacta a las 23:41 CET del mismo día 11 de marzo, con Marte a 15º 13' de Aries y Plutón a 15º 13' de Capricornio. El tiempo transcurrido entre el aspecto de Marte con Urano y el de Marte con Plutón se corresponde con horas de nacimiento comprendidas entre las 13:48 CET y las 19:37 CET. Obsérvese que justamente dentro de este margen horario se encuentran todas las posibles horas de nacimiento sugeridas por los diferentes aspectos comentados más arriba. La presencia de la doble cuadratura muy cerrada de Marte y Urano con Plutón en la revolución lunar de Andreas Lubitz es segura, con independencia de cuál sea su hora de nacimiento, y un accidente aéreo autodestructivo dentro del periodo de vigencia de esta revolución es una posibilidad de interpretación que, si bien sería remota en relación con la mayoría de las personas que pudieran tener algo así en sus propias revoluciones, en el caso de Andreas Lubitz debía ser tomada muy en serio, dadas sus circunstancias personales, su condición de piloto y su historial clínico.

En la mayor parte de lo expuesto en este artículo tomo como referencia la versión oficial de los hechos de la que se han hecho eco los principales medios de comunicación. Como estas versiones oficiales no siempre se corresponden con la realidad, se han levantado algunas voces que expresan dudas sobre la verdadera causa del suceso y sobre la presunta responsabilidad de Andreas Lubitz. No obstante, hay varias cosas sobre las que nadie ha expresado duda alguna. Nadie duda de que un airbus A320 de Germanwings se estrelló en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015 hacia las 10:41 CET. Nadie duda de que no hubo supervivientes. Nadie duda de que Andreas Lubitz iba en ese avión ni que, por consiguiente, murió en ese accidente. Y nadie duda de que en estos días se ha hablado muchísimo de Andreas Lubitz en todo el mundo. Todo esto es más que suficiente para justificar una investigación astrológica de las condiciones del accidente y de la fecha natal de Andreas Lubitz, tanto si es cierto que este copiloto provocó deliberadamente el siniestro como si fue solo una víctima más. En este último caso algunas de mis observaciones tendrían que ser matizadas o modificadas, pero la mayoría de los aspectos encontrados se puede relacionar con cualquiera de las dos posibilidades*.

© 2015, Julián García Vara

* El análisis de este caso continúa en el artículo:
Edad armónica de las conjunciones
que recoge los interesantes resultados de una investigación posterior basada en el desarrollo armónico de las conjunciones de Marte con Saturno y Urano.