Júpiter con su esposa Juno
Tal como dije en el artículo anterior ( Saturno en el matrimonio. Armónicos y aspectos ), toda la información relativa a los contactos entre planetas natales de las personas casadas entre sí, incluidas en la muestra de matrimonios que recogieron los esposos Gauquelin, ha sido ya dada por separado en la entrada correspondiente a cada uno de los armónicos. Pero ahora, en lugar de centrarnos en un armónico y ver qué sucede dentro de él con las diferentes combinaciones de planetas, nos estamos fijando en un planeta para ver qué sucede con él en los diferentes armónicos. Tras haber hecho esto con Saturno, nos ocuparemos ahora de Júpiter.
Júpiter del hombre
La tabla que sigue recoge las desviaciones de los valores observados respecto de los esperados, expresadas en porcentajes, de Júpiter del hombre en contacto con cada uno de los siete planetas clásicos de la mujer:
Júpiter del hombre con planetas de la mujer
en los trece primeros armónicos
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Las especificaciones dadas para la interpretación de las tablas de este tipo en el artículo anterior sobre Saturno valen también para ésta. Los glifos en rojo corresponden a planetas del hombre, los glifos en verde a planetas de la mujer y el orden de los glifos reproduce las posiciones relativas ocupadas por cada par de planetas en las conjunciones que forman en los diferentes armónicos. Las filas con fondos coloreados en azul o amarillo corresponden a combinaciones de los mismos planetas que aparecen es las dos filas inmediatamente superiores, pero sin tener en cuenta ahora el orden de los planetas. El fondo azul indica que se encontraron menos contactos de lo esperado y el fondo amarillo indica que se encontraron más contactos de lo esperado. En la última columna se da la suma de los valores de los trece armónicos para cada combinación planetaria. Como los valores positivos y los negativos de la misma magnitud se cancelan entre sí, las cifras de la última columna no suelen ser muy altas. En las tres últimas filas se da la suma de los valores de las conjunciones de Júpiter del hombre con los siete planetas de la mujer en cada uno de los armónicos. Finalmente, en las tres celdas de la esquina inferior derecha se da la suma total de todas las sumas parciales.
El valor -12 de la última celda (esquina inferior derecha) nos indica que la contribución global de Júpiter del hombre a la formación de vínculos matrimoniales por sinastría es ligeramente negativa, prácticamente neutra (con un déficit medio por armónico inferior al 1 por ciento). Pero esto es si no tenemos en cuenta el orden de los planetas. Si contabilizamos por separado las conjunciones en las que Júpiter del hombre se sitúa antes que cualquier planeta de la mujer (incluido el propio Júpiter) entonces se alcanza la cifra de +134, con un superávit medio por armónico superior al 10 por ciento. Y si contabilizamos por separado las conjunciones en las que Júpiter del hombre se sitúa después que cualquier planeta de la mujer, entonces se obtiene un valor de -144, con un déficit medio por armónico superior al 11 por ciento. Si miramos todos los datos de la última columna, enseguida nos daremos cuenta de que el principal responsable de estas diferencias es el contacto de Júpiter del hombre con Saturno de la mujer, que alcanza un valor de +137 en el primer intervalo y de -73 en el intervalo 27. De hecho, si no fuera por el contacto con Saturno, la suma de los valores de los otros seis contactos de Júpiter del hombre con planetas de la mujer en el intervalo 1 (con Júpiter antes) arrojaría un saldo negativo de -3. Podemos visualizar los datos de la última columna, separados por intervalos, en el gráfico siguiente:
Contactos de Júpiter del hombre con los siete planetas
de la mujer en los trece primeros armónicos.
A la izquierda, los contactos en los que Júpiter del hombre
va antes que el planeta de la mujer. A la derecha los contactos
en los que Júpiter del hombre va después que el planeta de
la mujer. Cada banda de color representa al planeta cuyo
glifo mostrado abajo comparte el mismo color.
Los contactos de Júpiter del hombre con Marte de la mujer dan resultados negativos en casi todos los armónicos, sin que importe demasiado el orden de los planetas. La principal excepción es el armónico 8 (semicuadraturas y sesquicuadraturas, principalmente), mientras que los armónicos 7 (septiles y sus múltiplos) y 13 (treciles y sus múltiplos) se presentan como los más problemáticos.
Tampoco con Venus de la mujer parece entenderse muy bien Júpiter del hombre, aunque los "índices de desencuentro" son inferiores a los de Marte.
El "mejor resultado" (en términos de frecuencia observada) después del contacto con Saturno de la mujer (intervalo 1) es el contacto con la Luna de la mujer, pero esta vez en el intervalo 27, es decir, con la Luna de la mujer situada antes que Júpiter del hombre (+40).
El armónico en el que Júpiter del hombre parece "sentirse más cómodo" con los planetas de la mujer es el 8, donde obtiene buenos resultados en ambos intervalos. Sin embargo, el intervalo 1 del armónico 9 es el que ostenta el registro más alto (+64). Esto se corresponde con noviles (40 grados y sus múltiplos) en los que Júpiter del hombre se sitúa antes que el planeta de la mujer.
En los armónicos 5 y 7, sin embargo, Júpiter del hombre parece tener dificultades para entenderse prácticamente con cualquier planeta de la mujer (quintiles y septiles, con sus respectivas familias de múltiplos). También el armónico 1 (conjunciones propiamente dichas) presenta un balance negativo con casi todos los planetas.
Toda la información de la tabla que estamos comentando se ofrece a continuación en forma gráfica:
Contactos entre Júpiter del hombre y planetas de la mujer
en los trece primeros armónicos, organizados por planetas.
(pulse sobre el gráfico para verlo ampliado)
Contactos entre Júpiter del hombre y planetas de la mujer
en los trece primeros armónicos, organizados por armónicos.
(pulse sobre el gráfico para verlo ampliado)
* Si necesita ayuda para comprender el significado de estos gráficos y tablas consulte las siguientes entradas:
Si sumamos por separado los porcentajes de desviación positiva y los de desviación negativa respecto de los valores esperados para los contactos de Júpiter del hombre con cada planeta de la mujer a lo largo de la serie de trece armónicos examinada, obtenemos el resultado que se muestra en el gráfico siguiente:
de Júpiter del hombre con los planetas de la mujer
Estos datos corresponden a las conjunciones en los diferentes armónicos sin tener en cuenta el orden de los planetas. Vemos que la altura máxima la alcanza el cilindro de Marte. Siempre que el azar no nos haya gastado una de sus bromas, podemos interpretar este hecho como revelador de una mayor sensibilidad hacia Marte de la mujer que hacia los demás planetas de la mujer por parte de Júpiter del hombre. Pero Júpiter del hombre parece reaccionar de manera principalmente aversiva a la presencia de Marte de la mujer en sus zonas de aspectación (67 puntos de desviación negativa, por solo 16 de desviación positiva). Tampoco responde muy bien a la presencia de Venus de la mujer. Con Saturno y con la Luna de la mujer Júpiter del hombre "parece encontrarse más a gusto".
Consideremos ahora por separado los contactos en los cuales Júpiter del hombre se sitúa antes que un planeta de la mujer (intervalo 1).
Consideremos ahora por separado los contactos en los cuales Júpiter del hombre se sitúa antes que un planeta de la mujer (intervalo 1).
Desviaciones positivas (en verde) y negativas (en rojo)
de Júpiter del hombre con planetas de la mujer en el intervalo 1
Ahora la respuesta más intensa de Júpiter del hombre no se produce con Marte de la mujer, sino con Saturno de la mujer, y no se trata ahora de una respuesta aversiva, sino marcadamente atractiva. No obstante, la respuesta aversiva a Marte sigue estando presente como la segunda desviación más intensa del cuadro. Veamos qué sucede cuando Júpiter del hombre se sitúa después que un planeta de la mujer (intervalo 27):
Desviaciones positivas (en verde) y negativas (en rojo)
de Júpiter del hombre con planetas de la mujer en el intervalo 27
Como en el intervalo anterior, también aquí la respuesta más intensa de Júpiter del hombre se produce ante Saturno de la mujer, pero ahora la reacción se ha vuelto fuertemente aversiva o disuasoria en la mayoría de los casos. Por tanto, podemos decir que Júpiter del hombre y Saturno de la mujer conforman una conjunción enantiodrómica, es decir, que provoca efectos contrarios dependiendo del orden de los factores. La segunda reacción más intensa de Júpiter del hombre es, de nuevo, ante Marte de la mujer, y también aquí domina el componente aversivo. Por tanto, podemos decir que Júpiter del hombre y Marte de la mujer conforman una conjunción isodrómica, es decir, que provoca los mismos efectos con independencia del orden de los factores.
La suma total de las desviaciones positivas en el intervalo 1 asciende a 410 puntos, mientras que las desviaciones negativas suman 276 puntos. Por tanto, en términos generales, la posición de Júpiter del hombre precediendo a un planeta de la mujer genera condiciones más favorables a la concreción del vínculo matrimonial que desfavorables. Por el contrario, en el intervalo 27 las desviaciones positivas suman 244 puntos, por 388 de las desviaciones negativas, lo que indica que, en general, si Júpiter del hombre va después que un planeta de la mujer, las expectativas de matrimonio tienden a disminuir.
Júpiter de la mujer
La tabla que sigue recoge las desviaciones de los valores observados respecto de los esperados, expresadas en porcentajes, de Júpiter de la mujer en contacto con cada uno de los siete planetas clásicos del hombre:
La tabla que sigue recoge las desviaciones de los valores observados respecto de los esperados, expresadas en porcentajes, de Júpiter de la mujer en contacto con cada uno de los siete planetas clásicos del hombre:
Júpiter de la mujer con planetas del hombre
en los trece primeros armónicos
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El valor de la celda de la esquina inferior derecha (-77) nos indica que la contribución general de Júpiter de la mujer a la formación de vínculos matrimoniales es más negativa que la de Júpiter del hombre (-12). En contraste con Saturno de la mujer (+108) parece como si Júpiter de la mujer fuera más reacio al matrimonio que Saturno, o como si los planetas del hombre desconfiaran más de Júpiter de la mujer que de su Saturno ante la perspectiva de un compromiso matrimonial.
Estos datos se refieren a todos los contactos entre Júpiter de la mujer y los siete planetas del hombre con independencia del orden de los factores. Si tomamos por separado los contactos en los que el planeta del hombre se sitúa antes que Júpiter de la mujer, entonces los promedios acumulados alcanzan la cota negativa de -213 puntos. Pero cuando es Júpiter de la mujer el que va primero, entonces el balance resulta positivo (+71). La imagen siguiente muestra esta diferencia entre las dos posibles posiciones relativas y en qué medida contribuye cada planeta del hombre a este resultado:
Contactos de Júpiter de la mujer con los siete planetas
del hombre en los trece primeros armónicos.
A la izquierda, los contactos en los que el planeta del hombre
va antes que Júpiter de la mujer. A la derecha los contactos
en los que Júpiter de la mujer va antes que el planeta del
hombre. Cada banda de color representa al planeta cuyo
glifo mostrado abajo comparte el mismo color.
Los contactos de Júpiter de la mujer con tres planetas del hombre, en particular (Mercurio, Saturno y la Luna), son los principales responsables de los malos resultados del intervalo 1. Los contactos de Júpiter de la mujer con el Sol del hombre, que en el intervalo 1 dan un resultado negativo, son los principales responsables (casi los únicos) del balance positivo alcanzado por el intervalo 27.
En efecto, cuando Júpiter de la mujer se sitúa antes que el Sol del hombre los resultados son positivos en casi todos los armónicos. La única excepción es el armónico 11, donde el valor negativo es, de todas formas, muy pequeño, de sólo un 2 por ciento, que es prácticamente neutro. Los otros doce armónicos oscilan entre un 3 por ciento por encima de la expectativas en el armónico 5 y un 17 por ciento en el armónico 9.
Sin embargo, cuando es Mercurio del hombre el que se sitúa antes que Júpiter de la mujer, los resultados son negativos en casi todos los armónicos, especialmente en el 5 (-25%), en el 9 y en el 13 (-17% en ambos).
Sin tener el cuenta el orden de los planetas, casi todas las conjunciones propiamente dichas de Júpiter de la mujer con planetas del hombre (armónico 1) dan malos resultados, salvo cuando el planeta del hombre es Marte. Otros armónicos donde Júpiter de la mujer parece no sentirse muy cómodo son el 2, el 4, el 7 y el 13. Su mejor resultado lo obtiene en el armónico 3 (trígonos).
En cuanto al intervalo 1 (planeta del hombre antes que Júpiter de la mujer) el mejor resultado corresponde al armónico 5 (quintiles y biquintiles) y se debe, sobre todo, a las buenas relaciones que Júpiter de la mujer parece tener en el primer intervalo de este armónico con Marte y con Venus del hombre. También el armónico 3, y en menor medida el 8, dan resultados positivos, pero por lo que se refiere al resto de los armónicos los resultados son todos marcadamente negativos. Destacan el armónico 6 (con un déficit del 55 por ciento), el 13 (-43%) y el 2 (-35%).
En el intervalo 27 (Júpiter de la mujer situado antes que el planeta del hombre), los mejores resultados corresponden a los armónicos 6 y 12. De hecho, todos los armónicos múltiplos de 3 dan buenos resultados (la serie 3, 6, 9 y 12 acapara las cuatro mejores puntuaciones) y, tras ellos, el armónico 8. Los peores registros corresponden a los armónicos 1 y 4.
Todo lo que acabamos de observar y lo que se recoge en la tabla de valores de Júpiter de la mujer se muestra visualmente en los siguientes gráficos:
Contactos entre Júpiter de la mujer y planetas del hombre
en los trece primeros armónicos, organizados por planetas.
(pulse sobre el gráfico para verlo ampliado)
Contactos entre Júpiter de la mujer y planetas del hombre
en los trece primeros armónicos, organizados por armónicos.
(pulse sobre el gráfico para verlo ampliado)
La suma por separado de los porcentajes de desviación positiva y negativa para los contactos de Júpiter de la mujer con cada planeta del hombre en los trece armónicos produce el siguiente resultado:
Desviaciones positivas (en verde) y negativas (en rojo)
de Júpiter de la mujer con los planetas del hombre
Sin tener en cuenta el orden de los factores, se aprecia que Júpiter de la mujer tiende a tener dificultades con Saturno, Mercurio y la Luna del hombre, como ya habíamos advertido antes; que la reacción más intensa se produce con Saturno del hombre, siendo fundamentalmente aversiva; que la reacción menos intensa se produce con Venus del hombre, siendo principalmente atractiva; y que la reacción más positiva se produce con el Sol del hombre.
Si aislamos los contactos en los cuales el planeta del hombre se sitúa antes que Júpiter de la mujer (intervalo 1) el cuadro se modifica en la forma mostrada por el siguiente gráfico:
Desviaciones positivas (en verde) y negativas (en rojo)
de Júpiter de la mujer con planetas del hombre en el intervalo 1
Aquí la reacción de Júpiter de la mujer a Venus del hombre (y/o viceversa) pasa de ser la más débil a ser la más fuerte y también la más atractiva (100 puntos de desviación positiva). Los problemas de Júpiter de la mujer con Mercurio, Saturno y la Luna del hombre son aún más palpables. La reacción más débil se da ante el propio Júpiter, siendo positiva en dos tercios. Con el Sol, la reacción es negativa en dos tercios.
Cuando es Júpiter de la mujer el que se sitúa antes que el planeta del hombre (intervalo 27) emerge una distribución con diferencias más sensibles:
Desviaciones positivas (en verde) y negativas (en rojo)
de Júpiter de la mujer con planetas del hombre en el intervalo 27
Los contactos de Júpiter de la mujer con Saturno y el Sol del hombre son los que más se desvían de los valores esperados, pero mientras que en el caso de Saturno las desviaciones positiva y negativa casi se han equilibrado (55, 64) , en el caso del Sol la desviación positiva muestra un dominio abrumador (115 puntos frente a 2). Teniendo en cuenta que en el intervalo anterior el Sol registraba dos tercios de desviación negativa, encontramos una vez más una prueba de la extraordinaria importancia que puede llegar a tener el orden relativo de los planetas. Esto se refleja también con Saturno, Mercurio y la Luna del hombre, los cuales, situados después que Júpiter de la mujer no presentan las desviaciones marcadamente negativas que dan cuando se sitúan antes que él. De hecho, Mercurio y la Luna tienen aquí una desviación positiva mayor que la negativa. También con Marte la respuesta cambia según la posición de los factores, siendo más positiva que negativa cuando se sitúa antes que Júpiter de la mujer y al contrario cuando se sitúa después.
Estamos lejos de poder ofrecer una explicación satisfactoria para este fenómeno, pero el hecho de que hayamos podido detectarlo es ya un avance. A partir de ahora, deberemos estar muy atentos al orden de los factores en cualquier aspecto que observemos en sinastría.
La suma total de las desviaciones positivas en el intervalo 1 asciende a 287 puntos, mientras que las desviaciones negativas alcanzan los 500 puntos. Por tanto, en términos generales, la posición de Júpiter de la mujer situado después que un planeta del hombre (en cualquier armónico o aspecto) tiende a disminuir la probabilidad de que entre ellos se concrete un vínculo matrimonial. En el intervalo 27, en cambio, la suma total de desviaciones positivas supera a las negativas por 348 puntos frente a 277. Esto indica que la posición de Júpiter de la mujer situado antes que un planeta del hombre tiende a facilitar el camino hacia el matrimonio.
Aparentemente, estos resultados son opuestos a los que hemos mostrado más arriba para Júpiter del hombre, porque allí las desviaciones positivas superaban a las negativas en el intervalo 1 por 410 puntos a 276, y las desviaciones negativas superaban a las positivas en el intervalo 27 por 388 frente a 244. Es cierto que los resultados son contrarios considerados desde el punto de vista de si el planeta que va primero procede de la carta natal del hombre o de la carta natal de la mujer, pero son, en realidad, muy semejantes si lo que tenemos en cuenta es si Júpiter de uno cualquiera de los cónyuges va antes o después que un planeta del otro cónyuge. En efecto, cuando Júpiter (ya sea del hombre o de la mujer) va primero, dominan las desviaciones positivas, pero cuando Júpiter (ya sea del hombre o de la mujer) va después, dominan las desviaciones negativas.
El hecho de que Júpiter de uno de los cónyuges se sitúe en los grados inmediatamente anteriores al punto del zodiaco desde el cual haría un aspecto exacto con un planeta del otro cónyuge implica, en general, que por su movimiento natural en el zodiaco Júpiter perfeccionará ese aspecto al alcanzar el punto exacto algún tiempo después del nacimiento. Por el contrario, si Júpiter de uno de los cónyuges se sitúa en los grados inmediatamente posteriores al punto del zodiaco desde el cual haría un aspecto exacto con un planeta del otro cónyuge, eso implica que, por su movimiento natural en el zodiaco, Júpiter se alejará cada vez más del punto del aspecto exacto en el tiempo que sigue al nacimiento.
Visto de esta manera, se diría que Júpiter acercándose al punto de aspecto con un planeta de otra persona favorece la posibilidad de una unión consolidada, mientras que si está alejándose del punto de aspecto el asunto se vuelve algo más improbable. Todo esto en términos muy generales, ya que, como hemos visto, Júpiter no reacciona del mismo modo con todos los planetas ni en todos los armónicos (aspectos).
Es posible que la aproximación de Júpiter de una persona al punto de aspecto con un planeta de otra provoque una consideración positiva de las manifestaciones asociadas a la posición del planeta de esta segunda persona, o que, por así decirlo, las facetas ligadas a este planeta sean "vistas con buenos ojos" por Júpiter de la otra persona. Si es cierto, como se suele sostener en astrología, que Júpiter es un planeta "positivo", con tendencia a quedarse con "el lado bueno de las cosas", es de esperar que al ir hacia el encuentro con un planeta de otra persona ponga de relieve, especialmente, las cualidades más positivas que la persona puede manifestar a través de ese planeta, y esto añada encanto y atracción a la relación, porque sentirse "aprobado y ensalzado por el otro" suele ser más agradable y estimulante que sentirse "reprobado, cuestionado o rechazado". Cuando Júpiter, en lugar de aproximarse al punto de aspecto, se aleja de él, la posibilidad de alcanzar ese estado de aceptación también se alejaría. En cualquier caso, sólo el análisis detenido de muchas relaciones reales concretas podrá iluminarnos respecto de qué es lo que sucede en realidad.
© Julián García Vara, julio, 2011
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