sábado, 16 de noviembre de 2013

Urano - Plutón, siete cuadraturas y una más



Estamos ya inmersos de lleno en la zona central de la última oleada de cuadraturas entre Urano y Plutón que desde hace unos tres años se viene sintiendo en numerosos conflictos sociales y movimientos revolucionarios. En esta breve nota no voy a entrar de lleno en las consideraciones históricas, sociales o políticas de la actualidad que podemos relacionar con este aspecto. Me limitaré únicamente a llamar la atención sobre un detalle astronómico pasado por alto por la mayoría de los astrólogos, pero que tiene un indudable interés: el punto de vista heliocéntrico.

Debido al fenómeno de la retrogradación de los planetas cuando los observamos desde la Tierra, un mismo aspecto puede llegar a ser exacto varias veces dentro de un periodo más o menos corto de tiempo en relación a la duración de los ciclos de los planetas implicados. La actual cuadratura entre Urano y Plutón ha sido ya exacta dos veces en 2012, otras dos veces en 2013, lo será otras dos en 2014 y una vez más en 2015.

Siete cuadraturas geocéntricas Urano-Plutón

Desde un punto de vista heliocéntrico, sin embargo, los planetas no presentan retrogradaciones, y esto tiene dos importantes ventajas. La primera es que cada aspecto dentro de un ciclo se hace exacto una sola vez en una única fecha bien determinada. La segunda es que podemos definir con precisión la duración de cualquier ciclo compuesto de dos planetas como el tiempo transcurrido entre dos conjunciones sucesivas de los mismos. 


Una única cuadratura heliocéntrica Urano-Plutón

Por lo que respecta a la cuadratura heliocéntrica de Urano con Plutón será exacta dentro de pocos días, concretamente el próximo sábado, 23 de noviembre de 2013, a las 21h 36m GMT. He aquí la carta del momento exacto de la cuadratura, en el marco de un zodiaco tropical.



Como puede verse, el aspecto heliocéntrico cae aproximadamente a la mitad del tiempo a través del cual se extienden las siete cuadraturas geocéntricas y viene a ser algo así como su centro de gravedad, el punto álgido de toda la serie. A esta cuadratura heliocéntrica de Urano con Plutón se suma, además, Júpiter, conformando entre los tres una cerrada configuración de Cruz en T. Desde el punto de vista geocéntrico, la próxima cuadratura exacta entre Urano y Plutón, que tendrá lugar el 21 de abril de 2014, reproducirá con Júpiter esta misma configuración, ya presente cuatro meses antes en la carta heliocéntrica, pero en la cuadratura de abril Marte se situará en oposición a Urano y en cuadratura con Júpiter y con Plutón, completando una Gran Cruz Cósmica de lo más inquietante.

La última cuadratura exacta entre Urano y Plutón desde un punto de vista geocéntrico se produjo el pasado 1 de noviembre de 2013, es decir, en el mismo mes en que tendrá lugar la cuadratura heliocéntrica. Dado que entre ambas no hay más que tres semanas de diferencia y en ese tiempo estos planetas tan lentos se mueven muy poco, no es posible relacionar ningún acontecimiento con una de ellas sin hacerlo también con la otra. Por ejemplo, la devastación causada por el tifón Haiyan en Filipinas ha tenido lugar una semana después de la última cuadratura geocéntrica exacta y dos semanas antes de la inminente cuadratura heliocéntrica. Queda un poco más cerca en el tiempo de la cuadratura geocéntrica que de la heliocéntrica, pero si miramos los orbes vemos que la cuadratura geocéntrica se había separado ya del punto exacto unos 23 minutos de arco, mientras que la heliocéntrica se encontraba ya a sólo 5 minutos de arco del punto de aspecto exacto y era, además, aplicativa. Un fenómeno natural de vastas proporciones, con un gran poder de destrucción es algo que puede suceder cuando Urano y Plutón forman un aspecto fuerte.

Merece la pena recordar aquí la investigación de John H. Nelson en el campo de la ingeniería de emisiones de onda ultracortas. Nelson descubrió experimentalmente que las perturbaciones en las transmisiones de radio se producen con más frecuencia e intensidad cuando hay planetas formando ángulos heliocéntricos múltiplos de 45 grados. Su estudio fue llevado a cabo mediante un instrumental adecuado para medir efectos físicos desde la superficie de la Tierra y, a pesar de ello, no encontró nada relevante relacionado con los ángulos geocéntricos de los planetas. Lo importante es que esto constituye una prueba de que los ángulos que forman los planetas tal como se ven desde el Sol tienen efectos físicos constatables sobre lo que sucede en la Tierra.

Otro ejemplo de algo que ha sucedido -que está todavía sucediendo- durante los días comprendidos entre las dos cuadraturas exactas de noviembre es la huelga de los servicios de limpieza que ha provocado que grandes cantidades de basura se acumulen incontroladamente en las calles de Madrid durante toda la semana pasada. La basura es un tema de Plutón, porque este planeta guarda relación con todo lo desechable o reciclable, con lo que se esconde debajo de la alfombra, con lo que debe ser abandonado para hacer posible la regeneración y con los procesos catabólicos. Urano guarda relación con los movimientos de liberación social, la rebeldía, la reivindicación de derechos y, por tanto, con las huelgas. El momento en que se está perfeccionando un aspecto entre Urano y Plutón es, pues, el más oportuno para plantear una huelga en el sector de la limpieza y recogida de basuras. Pero en este caso la versión heliocéntrica de la cuadratura saca ventaja a la geocéntrica. En primer lugar porque queda más cerca en el tiempo. En segundo lugar porque el orbe de la cuadratura heliocéntrica es de sólo 2 ó 3 minutos de arco, mientras que el orbe de la cuadratura geocéntrica es de más de 30. Y en tercer lugar, porque la cuadratura heliocéntrica es aplicativa y la geocéntrica es separativa. Además, tenemos un precedente de un suceso muy similar a éste ocurrido durante la última serie de conjunciones de Urano y Plutón, en el que la ventaja del aspecto heliocéntrico es mucho más clara todavía. Se trata de la huelga de los servicios urbanos de transporte que paralizó el metro de Nueva York durante los 12 primeros días de enero de 1966. El metro es un servicio de transporte subterráneo y los lugares subterráneos son el dominio mítico de Plutón. La conjunción heliocéntrica tuvo lugar el día 7 de enero, en pleno centro del conflicto, coincidiendo exactamente en el tiempo y con orbe 0º 00'. En ese momento, el orbe de la conjunción geocéntrica era de 1º 10'. La conjunción geocéntrica inmediatamente anterior tuvo lugar el 9 de octubre de 1965 y la inmediatamente posterior el 4 de abril de 1966, ambas a unos tres meses de distancia del suceso.

En ese mismo mes de enero de 1966 en el que se producía la conjunción heliocéntrica tuvo lugar en España un importante incidente que guarda una relación muy clara con Urano y con Plutón. José Javier Matamala García nos lo cuenta así:
Durante la mañana del 16 de enero de 1966, un B-52 de las fuerzas aéreas de los EEUU, proveniente de la base Seymour Johnson (Carolina del Norte, EEUU), en cuya bodega alojaba 4 bombas termonucleares de 70 kilotones, colisionó con un avión nodriza KC135 proveniente de la base americana de Morón de la Frontera mientras realizaban una maniobra de repostaje de combustible en vuelo. Los 4 miembros de la tripulación del KC135 murieron en el acto mientras que 4 de los 7 tripulantes del B52 pudieron salvarse, saltando en paracaídas.
Dos de las bombas chocaron directamente contra el suelo explosionando su carga convencional y liberando su contenido radiactivo, compuesto principalmente por plutonio y americio, y creando una nube radiactiva que se esparció sobre unas 226 hectáreas de terreno, debido al viento reinante. Este área incluía la población de Palomares y a sus habitantes.
Las otras dos bombas cayeron con el paracaídas abierto; una fue encontrada presuntamente intacta en el lecho de un río seco mientras que la otra fue a parar al mar.
Los militares americanos pusieron rápidamente en acción un operativo al que denominaron “Broken Arrow” –Flecha Rota-, cuyo principal objetivo era el de localizar los proyectiles perdidos y después descontaminar la zona.

Las tres bombas que cayeron en tierra fueron localizadas en cuestión de horas, pero la que cayó al mar tardó cerca de 80 días en ser localizada; apareció finalmente a 5 millas de la costa.
(Palomares, 38 años de radiación nuclear)



Urano es el planeta más directamente relacionado con la aviación y los residuos radiactivos (plutonio, en este caso) caen bajo el dominio de Plutón. El suceso tuvo lugar a menos de diez días de la conjunción heliocéntrica exacta, con un orbe de menos de 3 minutos de arco. El orbe se elevaba por encima de los 67 minutos de arco en la versión geocéntrica de la misma conjunción.

Podemos, por supuesto, encontrar otros sucesos que se acerquen más en tiempo y orbe a los aspectos geocéntricos. No es mi intención cuestionar la eficacia de estos últimos, sino únicamente señalar que junto a la serie de los aspectos geocéntricos debemos también reservar un lugar al correspondiente aspecto heliocéntrico. Y un lugar muy especial, porque en cierto modo los aspectos geocéntricos no son más que reflejos indirectos o sombras del aspecto heliocéntrico.

© 2013, Julián García Vara


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