lunes, 4 de enero de 2010

Armónicos: aspectos sin barreras.



La teoría armónica aplicada a la astrología surge en occidente en la segunda mitad del siglo XX, pero casi nadie se da por enterado hasta mediada la década de los 70, con la publicación de Harmonics in Astrology de John Addey. Esta obra fundamental no ha sido todavía traducida al español, como tampoco los trabajos sobre el mismo tema de David Hamblin, James Williamson, John E. Greig, Charles Hannan, Michael Harding, Charles Harvey y otros muchos, practicamente todos disponibles sólo en inglés. Por esta razón es principalmente en el mundo anglosajón donde se ha prestado atención a la importancia que los conceptos sobre armónicos tienen para profundizar en el significado de las cartas astrales y diseñar nuevas técnicas de predicción astrológica.

En España Miguel García y Tito Maciá presentan regularmente ponencias sobre armónicos en congresos y publicaciones periódicas y han contribuido al desarrollo de la teoría armónica mediante la conceptualización y el diseño de sus harmogramas y "flores armónicas". Además, Miguel García ha desarrollado sofisticadas aplicaciones informáticas de libre distribución para el trabajo con armónicos, especialmente su programa Armón. En Argentina el tema fue divulgado por Eloy R. Dumon.

Pese a tantos esfuerzos, la realidad es que todavía hay muchos astrólogos que ignoran casi todo lo referente a los armónicos y muy pocos que hayan incorporado técnicas armónicas a su trabajo astrológico habitual. Siguiendo a David Hamblin, podemos comparar la incorporación de armónicos a nuestra percepción astrológica de temas natales y acontecimientos con el paso del cine mudo al cine sonoro, de las imágenes en blanco y negro a las imágenes en color o del cine bidimensional al 3D. Si, por una parte, estas comparaciones tienen algo de exageradas, por otra parte más bien se quedan cortas, porque a pesar de la espectacularidad del paso de una imagen bidimensional a una tridimensional, la información que proporcionan ambas es básicamente la misma. Pero los armónicos introducen una gran cantidad de nueva información completamente invisible desde la óptica tradicional.

Por supuesto, adaptarse a este nuevo modo de ver las cosas requiere tiempo. Pero las ideas fundamentales de la teoría armónica son, en realidad, muy sencillas y cada vez son más los programas de cálculos astrológicos que nos dan resuelto gran parte del trabajo necesario para experimentar con armónicos.

Apenas un año después de la publicación de Harmonics in Astrology, Zipporah Dobyns escribió un pequeño artículo de divulgación que apareció en el primer número de la revista astrológica norteamericana The Mutable Dilemma, a finales de 1977. Con muy poco tiempo para asimilar la teoría y experimentar la práctica, Dobyns se muestra algo dubitativa sobre el valor de las técnicas basadas en armónicos a las que se refiere en su artículo, aunque da muestras de posicionamientos provisionales en favor de algunas y en contra de otras.

Por su interés histórico y didáctico me he tomado la molestia de traducir el texto de ese artículo, que inserto a continuación tal como ella lo escribió, dejando los comentarios para una próxima entrada.



Armónicos
Aspectos sin barreras

Zip Dobyns

La palabra “armónicos” se está usando de varias maneras y algunos de los más interesantes trabajos sobre astrología incluyen conceptos relacionados. Los lectores que hayan estudiado música estarán familiarizados con las ideas de octavas y resonancia. El timbre de diferentes instrumentos musicales resulta de las variaciones en resonancia y armónicos producidos. En música, la nota fundamental se llama el tono base, y sus armónicos son múltiplos de este tono –primero, segundo, etc. En astrología, el equivalente del “tono base” se denomina el primer armónico y variaciones derivadas de divisiones del círculo (el horóscopo natal o el zodíaco) por números enteros se nombran por el número usado para la división. Una oposición se deriva de la división del círculo por 2, y a esto se le llama el segundo armónico. El dial de 90 grados usado ampliamente por los Cosmobiólogos es una carta del cuarto armónico con cada cuarto del círculo del zodíaco superpuesto sobre los otros de tal manera que todos los signos cardinales quedan en conjunción entre sí, así como todos los fijos entre sí y todos los mutables entre sí.

Dial de 90 grados.

Como es obvio hasta aquí, el trabajo con armónicos comienza con una herramienta usual de la astrología, el aspecto. En la antigüedad el círculo se dividía por 2, 3, 4 y 6, produciendo así la oposición, el trígono, la cuadratura y el sextil, además de la conjunción cuando los planetas estaban bastante juntos. Algunos astrólogos aún consideran que un planeta está sin aspectos si no tiene ninguno de estos cinco. El vacío de curso lunar es una luna que abandonará el signo que ocupa sin formar ninguno de estos cinco aspectos con otro planeta.

Durante siglos, los astrólogos han seguido añadiendo otros aspectos, incluyendo una división del círculo por 12 (el semi-sextil); por 8 (la semi-cuadratura) y por fracciones de éstos, tales como 5/12 (el quincuncio) y 3/8 (la sesqui-cuadratura). Kepler, el gran astrólogo-astrónomo, descubrió el quintil de 72 grados (división del círculo por 5) y el biquintil (144 grados). Algunos astrólogos han sugerido dividir el círculo por 7 (septil), por 9 (nonágono) y por 11 (undecágono). También se han propuesto nombres más modernos: octil por semi-cuadratura, tri-octil para la sesqui-cuadratura, novil para el nonágono, undecil para el undecágono, para concordar con el septil y alcanzar mayor coherencia. Una división por 10 (el decil) está relacionada con la “familia” del quintil.

Un nuevo capítulo en la astrología comenzó en la década de 1950 con el trabajo del ingeniero de radio John Nelson. Contratado por Radio Comunicaciones de América para buscar medios más eficaces de previsión de perturbaciones ionosféricas que podrían afectar las transmisiones de radio de onda corta, Nelson descubrió que las distancias angulares entre los planetas proporcionaban una clave sobre el estado de la ionosfera. Ya en 1952, Nelson escribió que los ángulos de 0, 90 y 180 solían estar presentes al comienzo de las tormentas solares y turbulencias ionosféricas. Cuando los planetas mayores estaban separados por 60 y 120 grados, había una relativa armonía. Por tanto, las antiguas observaciones sobre “buenos” y “malos” aspectos fueron respaldadas por la investigación moderna.

Pero Nelson no se detuvo ahí. Continuó haciendo previsiones, observando resultados, revisando sus teorías y repitiendo el procedimiento, en la mejor tradición del método científico. Hacia la década de los 70 él había alcanzado una precisión del 90% en sus previsiones, usando todas las divisiones del círculo que eran múltiplos de 7-1/2, 11-1/4 y 18 grados. También encontró que si tres planetas estaban situados de tal manera que uno de ellos estaba en el centro entre los otros dos (en su punto medio), el efecto era equivalente a un aspecto tradicional entre ellos. Nelson llamó “armónicos” a sus “nuevos” aspectos y escribió que al menos uno de ellos debe estar presente junto a los aspectos tradicionales para que se produzca una perturbación importante en la ionosfera. Nelson también escribió que al menos cuatro planetas deben estar involucrados en aspectos interrelacionados para que se dé una turbulencia importante.

John Addey dio el siguiente paso hacia adelante en la exploración de este campo. Addey es el fundador y primer presidente de la Asociación Astrológica de Inglaterra, una organización relativamente nueva pero firmemente comprometida con la investigación en astrología y, por tanto, con una influencia que va más allá de su tiempo o su tamaño. Addey encarriló la investigación hacia las divisiones del círculo por todos los números enteros y ofreció posibles interpretaciones para los resultados en términos de significados numerológicos de los divisores. Los resultados pueden producir fracciones recurrentes en lugar de números enteros, como sucede con el septil y el undecil, pero todos son potencialmente significativos. Se han escrito varios libros importantes, incluyendo una compilación de todos los armónicos de modo que pueden ser consultados en tablas sin necesidad de computadoras, y un importante manual de John Addey.

Una excepcional aplicación de las teorías armónicas de Addey ha sido el análisis de amplias muestras de individuos agrupados según una variedad de criterios. Por ejemplo, ha analizado clérigos, octogenarios (individuos que alcanzan una edad muy avanzada), poliomelíticos, varias muestras de personas con cáncer, etc. Otros estudios más pequeños se han ocupado de técnicos de varias sub-disciplinas. Se registraba el grado del Sol de los sujetos para obtener una distribución de frecuencias y se recalculaba para todos los armónicos hasta el 180. Si la distribución de las frecuencias para un armónico es relativamente aleatoria (sin picos notables) esto no es significativo. Si aparecen picos destacados en la distribución de los grados del Sol a través del círculo para un armónico dado, hay en teoría una relación entre el número del armónico y la enfermedad, la vocación o cualquier otro criterio usado para componer la muestra. Puesto que las fechas de nacimiento sin hora conocida bastan para llevar a cabo tales análisis armónicos, grandes cantidades de datos están fácilmente disponibles a partir de volúmenes tales como Quién es quién en diferentes campos, así como registros de hospitales, del censo, etc. Las dificultades para llevar adelante estas investigaciones son el tiempo y la energía que los astrólogos deben emplear en realizar tediosos cálculos, o el dinero para alquilar computadoras para hacer el trabajo.

Addey también trabajó con una variación de la teoría de los armónicos que se puede aplicar a cartas individuales y que forma parte de la astrología tradicional de la India. Muchos hindúes consideran la carta Navamsa tan importante como la carta natal, y la usan para juzgar el resultado de la vida del individuo. La carta Navamsa es simplemente una carta del noveno armónico, que toma cada sección de 40 grados (1/9 del círculo) y la extiende sobre los 360 grados del círculo, dejando tales secciones extendidas todas en conjunción entre sí. Addey sugiere utilizar el sistema de casas iguales a partir del Ascendente navamsa, con el MC navamsa situado donde caiga. También se puede experimentar con el sistema de casas iguales a partir del MC. Addey ha trabajado más con el quinto armónico y sugiere que está relacionado con habilidades perceptivas, especialmente en sus octavas altas, los armónicos 25 y 125. También relaciona el armónico 5 con lazos familiares, encontrando que los horóscopos de varias generaciones repiten algunas de las mismas posiciones por grado y signo y que estas posiciones tienden a formar quintiles entre sí.

Además de usar las cartas armónicas para representar áreas generales de la vida hasta el armónico 9, que se considera como una clave de los resultados de la vida, Addey sugirió el uso de las cartas armónicas como claves del año de vida correspondiente. Se muestra dubitativo sobre si el número del armónico corresponde al número del año de vida o al de la edad. Es decir, si, por ejemplo, el armónico 12 simboliza el año comprendido entre los 11 y 12 años de edad o bien el año siguiente (edad de 12 a 13). En las pocas pruebas que he hecho, el primer método parece más exacto. Para muchos años, las cartas armónicas me parecieron poco concluyentes. Pero para unos cuantos años de momentos cruciales, las encontré significativas. Quizás los grandes acontecimientos se muestran en todos los sistemas.

Otra sugerencia incluida en la imponente Astrologer’s Guide to the Harmonics de James Williamson es una “transformación del arco”. Por ejemplo, el Dr. Williamson toma el aspecto entre Mercurio y Urano como una clave del genio de Kepler y calcula una carta para el número entero más cercano utilizado como un armónico (división del círculo). La carta resultante se supone que refleja la excepcional mente de Kepler. Hasta ahora, nuestros experimentos con tales arcos no han sido convincentes. El arco de Marte de Hitler en cuadratura con Saturno produce una carta muy inocua focalizada sobre el aire y los mutables. Además, se obtienen cartas muy diferentes cuando se usa el arco exacto, tomando un armónico fraccionario, el número entero más cercano a la fracción, o el número entero que pone a los dos planetas más cerca de una conjunción. Usando la fracción exacta de un grado como un armónico, los dos planetas quedan en conjunción exacta, por supuesto. Para aquellos que todavía no han asimilado los conceptos básicos sobre armónicos, recordemos que estamos tomando la distancia entre los dos planetas y expandiéndola sobre los 360 grados del círculo para que un planeta caiga exactamente sobre el otro en la carta armónica.

Nuestros propios trabajos en CCRS han incluido importantes pruebas de los “nuevos” aspectos de Nelson, y los resultados confirman sus hallazgos. Más recientemente, hemos examinado dos amplias muestras a través del análisis armónico de frecuencias: un grupo de casi 800 retrasados mentales y casi 1200 alcohólicos crónicos hospitalizados. El trabajo es demasiado reciente como para aportar conclusiones generales. Solamente de un esfuerzo interdisciplinario y coordinado podemos esperar progresos reales y duraderos en la investigación astrológica, así como la acreditación de los trabajos aquí descritos. La teoría original procede de John Addey; la Asociación Astrológica Inglesa aportó los cálculos computerizados para hacer el análisis. Rique Pottenger de CCRS revisó el programa de tal modo que sólo se necesitara la fecha de nacimiento y la computadora hizo el resto. El Dr. Paul Liberty Jr. de Austin, Texas donó el tiempo de computación para analizar los datos, pagando por ello él mismo como una contribución a la investigación astrológica. Gyanam en Kansas copió cuidadosamente los datos de nacimiento de 1200 alcohólicos a partir de registros de hospital; no una sino dos veces, ya que los datos se perdieron entre dos estudios con enfoques diferentes. Hal White y Eric Tarkington hicieron el análisis preliminar en Toronto, Canadá. Se necesita más análisis adicional, pero queremos expresar nuestra profunda gratitud a todos los mencionados más arriba que han contribuido con su esfuerzo. También estamos agradecidos a Ann Demerest por los datos de nacimiento de los retrasados mentales, y esperamos que también produzcan resultados significativos.

El análisis inicial de Hal y Eric sugiere un énfasis sobre el armónico 9 en los alcohólicos con los múltiplos de 9 por números impares (9, 27, 45, 63, etc.) especialmente altos. Pero Addey consideró otras fases angulares diferentes y señaló que otros armónicos eran más importantes. Addey comentó que la complejidad del alcoholismo podría involucrar diferentes causas y, por tanto, varios armónicos, pero también cree que el círculo diurno es más importante que el círculo zodiacal. Por desgracia se requiere la hora de nacimiento para trabajar con el círculo diurno.

Además de las diversas aproximaciones a los armónicos descritas más arriba, por mucho tiempo he deseado experimentar otra aplicación a la teoría de las cartas individuales. Robert Hand, el conocido escritor e investigador astrológico de Cape Cod, nos ha proporcionado las fórmulas para realizar mi deseo. Hace tiempo que enfaticé la importancia de los “temas” básicos en los horóscopos. ¿Qué es lo que la carta dice repetidamente? Una red de aspectos interrelacionados es uno de tales temas lógicos. ¿La carta tiene un número inusual de algún tipo de aspectos (cuadraturas, trígonos o algunos de los pequeños que hemos visto tales como los septiles)? ¿Es importante que estén conectados entre sí, si, por ejemplo, hay cinco pares separados de planetas en quintil o si hay un gran quintil en forma de estrella de cinco puntas?

En la primavera de 1977, usando las fórmulas de Rob Hand y la computadora construida por Rique Pottenger para el CCRS, iniciamos por fin la exploración en esta nueva área. El progreso ha sido lento ya que he pasado mucho tiempo fuera desde que la computadora empezó a funcionar con los nuevos programas. Pero algunos detalles y piezas fascinantes han aparecido, incluyendo una sugerencia de que el número 5 y el quinto armónico en general están asociados con poder, ya sea usado constructivamente o destructivamente. Este resultado se ajustaría a las observaciones de Nelson de que la mayor parte de las tormentas solares sólo ocurren cuando los planetas forman al menos dos aspectos múltiplos de 18 grados. Addey también ha asociado el 5 con el poder.

En un limitado número de cartas de terremotos, destacan las variaciones sobre el quinto armónico, incluyendo múltiplos tales como 25, 35 y 45. Con el tiempo, por supuesto, tenemos previsto examinar cientos de cartas sobre terremotos y comprobar si hay variaciones entre los “normales” que ocurren constantemente y aquellos en los que hay grandes pérdidas en vidas. Pero la carta de Hitler fue la más impresionante, con los 4 armónicos más altos entre los múltiplos de cinco: 5, 10, 20, 25. Entre los otros famosos estudiados con los nuevos programas, la carta de Nixon enfatizaba el armónico 7; Rockefeller el 8; en Carter había más múltiplos de 3; Indira Gandhi se focalizaba sobre el 4; y Mondale sobre el 14.

Hemos ensayado dos variaciones de esta aproximación: una que simplemente cuenta el número de cada tipo de aspecto usando un orbe arbitrario, y otra que valora la interrelación de los factores (incluyendo la proximidad de orbe en la carta armónica) de modo que se asigna un valor más alto a un gran quintil que a cinco quintiles separados. Los dos programas se denominan CC (cómputo de conjunciones) y AV (adición de vectores) respectivamente y la futura discusión sobre la investigación en curso remitirá a estos primeros resultados. Esperamos examinar con estos programas nuestros 200 alcohólicos con hora de nacimiento disponible; hemos investigado alrededor de 70 accidentes aéreos, pero los resultados todavía no han sido analizados. Si los resultados siguen siendo prometedores, otras colecciones de datos serán procesadas y comparadas, incluyendo un amplio grupo de SMIS (síndrome de muerte infantil súbita). El trabajo sobre esta última aproximación a la teoría armónica apenas ha comenzado, y es demasiado pronto para adelantar conclusiones. Necesitaremos información adicional sobre horas de nacimiento, la cual será muy valiosa –especialmente en alcohólicos y hemofílicos. Les mantendremos informados a medida que vayan llegando resultados.

Otra variedad de carta armónica que actualmente se encuentra programada en nuestra computadora es el arco solar exacto para un acontecimiento importante en la vida. El armónico será una fracción en lugar del número entero de la edad de una persona. Nancy Madsen de Racine, Wisconsin, sugirió este refinamiento, que es similar al uso del arco solar exacto como medida de dirección para mover todos los planetas en lugar del simple grado-por-año. Para obtener el arco solar se calcula la distancia que el Sol ha recorrido en tantos días después del nacimiento como años de edad tiene el individuo en el periodo deseado. Si el acontecimiento estudiado tuvo lugar a los 10 años y 3 meses de edad, la posición del Sol en el nacimiento se resta de su posición 10 días más tarde y se añaden 15 minutos de arco por 3 meses; el resultado es el arco solar o movimiento del Sol en ese intervalo. El método de Addey usaría el armónico 10 ó el 11 para esta edad. El arco solar exacto podría variar entre 9 y 11, dependiendo de la fecha de nacimiento, ya que el Sol es más rápido en invierno y más lento en verano [N.T. Así en el hemisferio Norte; al contrario en el hemisferio sur]. Las cartas resultantes (fraccional vs. número entero) serán muy diferentes, y por ahora el trabajo sugiere que la carta armónica para el arco solar exacto puede ser bastante fascinante e indicativa del estado psicológico del individuo en el momento correspondiente.

En este punto, nuestra única conclusión apunta a la necesidad de dejarse llevar y mantener nuestras opciones abiertas. El orden cósmico es tan omnipresente que vemos algo de él sin importar tanto con qué método.

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