miércoles, 17 de junio de 2015

Las conjunciones que abatieron las torres gemelas



El 11 de septiembre de 2001 medio mundo contemplaba con asombro, en directo, ante el televisor la sucesión de atentados contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, seguidos de los ataques contra el Pentágono y contra un avión de pasajeros que presuntamente se dirigía hacia un objetivo en Washington, pero que se estrelló antes de poder alcanzarlo. En estos ataques perecieron alrededor de tres mil personas, pero las consecuencias directas e indirectas de estos hechos se propagaron en el espacio y en el tiempo a muchos otros lugares (Irak, Afganistan, Pakistan), causando muchas más víctimas y alterando las condiciones de vida del mundo civilizado, al provocar la instauración de un sistema de vigilancia intensiva. 

Cuando ocurren cosas como estas, los astrólogos miran al cielo en busca de una explicación. Lo que sucedió no fue ni una catástrofe natural ni un accidente, sino algo premeditado, cuidadosamente planificado durante meses y ejecutado de forma consciente y deliberada. Muchas personas estaban detrás de esto, sabían lo que hacían y lo que pretendían conseguir. La explicación hay que buscarla, pues, en primera instancia, en los motivos e intereses religiosos, ideológicos, políticos o económicos que perseguían los artífices de esta monstruosidad. Y la responsabilidad de lo sucedido les compete por completo a ellos y no a ninguna configuración planetaria, pese a que el título mismo de este artículo sugiera otra cosa.

Si un grupo de guerreros utiliza un ariete para derribar la puerta de un castillo, tanto podemos decir que los guerreros derribaron la puerta como decir que el ariete derribó la puerta. De modo parecido, aunque en términos puramente simbólicos, si un grupo de terroristas utiliza la energía de las conjunciones de Marte para derribar las torres de un complejo comercial, lo mismo podemos decir que los terroristas derribaron las torres como decir que las conjunciones lo hicieron. Pero ni el ariete ni las conjunciones hubieran hecho ninguna de las dos cosas sin el concurso activo de aquellos hombres que decidieron darles esa dirección.




Todos sabemos cómo se puede usar un ariete para derribar una puerta, pero no es fácil imaginar cómo se puede usar "la energía de una conjunción" para cualquier propósito. Por supuesto, aquí la palabra 'energía' no se usa con un significado físico, sino en el sentido de "la cualidad específica de una conjunción que impulsa por atracción o simpatía a enfocar la mente en ciertos temas o a actuar de ciertas maneras en determinados momentos". Si las conjunciones tienen ese poder, podemos preguntarnos si no serán ellas las que utilizan la energía de los hombres para conseguir sus propósitos. Esta era la forma más natural de pensar, cuando se creía que los planetas eran dioses o estaban bajo el dominio directo de los dioses.  En cualquier caso, no tenemos que esperar a que se despejen estas incógnitas para investigar si ciertas conjunciones estaban o no conectadas con los sucesos del 11 de septiembre.

En las seis entradas anteriores de este blog pudimos comprobar cómo algunas conjunciones se relacionaban con una serie de accidentes aéreos, naúticos o ferroviarios. Las conjunciones no coincidían en el tiempo con los accidentes, sino que, por lo general, los precedían en algunos meses o años. Ahora bien, si levantábamos una carta astral para el momento exacto de la conjunción y para el lugar del accidente, la progresión de esta carta por armónicos de la edad producía aspectos importantes y exactos para las fechas de los sucesos. En todos los casos estaba presente una conjunción de Marte, bien con Urano o bien con Saturno, y en los casos con mayor número de víctimas estaban presentes las dos, estrechamente interrelacionadas. Las conjunciones Sol-Luna intervienen a veces matizando o enfocando sobre días y horas determinadas la presión de las conjunciones de Marte.

Marte es el símbolo del guerrero y representa un principio general de división o separación. Va armado con espadas, lanzas, cuchillos, flechas, todo tipo de objetos cuya función es cortar, abrir, dividir o separar las carnes de sus enemigos. La misma enemistad entre los hombres es a la vez causa y consecuencia de la división o separación de grupos humanos por conflictos de intereses, ideas o creencias. Marte se lanza a la batalla para vencer o morir, no para negociar ni pactar. Sigue el principio lógico de la disyunción exclusiva: "o él o yo, pero no los dos". Compite, no coopera. Se impone por la fuerza y no es receptivo al punto de vista del otro. Lo bueno de Marte es que es franco, claro, directo, manifiesto, no disimula, se le ve venir con tiempo suficiente para preparar la batalla o ponerse a salvo. Pero esto es así únicamente si actúa solo. Si se alía con Urano o con Saturno la cosa cambia, porque entonces se vuelve astuto, como Prometeo o como Ulises, urde artimañas, prepara trampas y salta sobre su presa cuando menos se lo espera.

Vamos a investigar si las conjunciones de Urano con Marte y de Saturno con Marte inmediatamente anteriores a los ataques del 11 de septiembre muestran algún tipo de conexión con lo acontecido. El 24 de octubre de 1999 Urano y Marte hacían la conjunción heliocéntrica previa a la fecha de los ataques en el grado 15º 39' de Acuario (figura 4, rueda externa). Este es un grado importante para los Estados Unidos de América, porque es el que ocupaba Plutón en la carta heliocéntrica de la aprobación de la Constitución, el 17 de septiembre de 1787, a las 16 (hora de Filadelfia). Plutón ocupa la casa primera de la carta de la Constitución y si fuera regente de Escorpio, entonces sería el regente de la casa décima (Medio Cielo). Esto lo relaciona con las dos casas más importantes de la carta, de modo que una conjunción de Urano-Marte sobre el grado ocupado por Plutón es un indicio muy claro de peligro para los Estados Unidos durante el periodo que va desde el 24 de octubre de 1999 hasta el 22 de septiembre de 2001, fecha de la siguiente conjunción heliocéntrica de Urano con Marte. Téngase en cuenta que, aunque la declaración de independencia de las colonias fue en 1776, los Estados Unidos no se constituyen como una única nación, con un marco constitucional común y un presidente único para todos hasta septiembre de 1787.

La conjunción geocéntrica de Urano con Marte previa a los ataques del 11S tuvo lugar el 14 de diciembre de 1999 en el grado 13º 59' de Acuario. En la carta geocéntrica de la Constitución de los Estados Unidos, Plutón se encuentra en 14º 12' de Acuario, a solo 0º 13' del punto en que se produjo esta conjunción de Urano-Marte. La carta completa de esta conjunción, calculada para el emplazamiento de las torres gemelas del WTC en Nueva York, se muestra en la figura 1.

Figura 1
Conjunción Urano-Marte geocéntrica previa a los ataques del 11S
Nueva York. Zona Cero

Así pues, tanto la posición heliocéntrica como la posición geocéntrica de Plutón en la carta astral de la Constitución americana fueron activadas por las respectivas conjunciones heliocéntrica y geocéntrica de Urano y Marte, previas a los ataques del 11 de septiembre de 2001. En el caso de la conjunción geocéntrica, calculada para Nueva York, la conexión con la carta de la Constitución no se limita a Plutón, sino que afecta también a las luminarias (Sol y Luna) a través de los ángulos (MC y ASC), tal como se muestra en la figura 2.


Figura 2
Rueda interna: Constitución americana Geo.1787, Filadelfia
Rueda externa: Conjunción Urano-Marte Geo. 1999, Nueva York

Si comparamos la carta de la conjunción Urano-Marte, domificada para Nueva York, con la carta de la Constitución americana, comprobaremos que el MC de la carta Urano-Marte queda cerca del grado que ocupaba el Sol en la carta de la Constitución, y el Ascendente de la carta Urano-Marte queda cerca del grado que ocupaba la Luna en la carta de la Constitución (figura 2). Si en vez de domificar esta carta para Nueva York lo hacemos para el aeropuerto Logan de Boston, lugar del que despegaron los dos aviones que se estrellaron en las torres gemelas, entonces el ascendente queda a 7º 08' de Sagitario, a solo 0º 02' de la Luna de la carta de la Constitución.

Todo ello añade razones para sospechar que esta conjunción se dejaría notar en esas ciudades de los Estados Unidos dentro del periodo comprendido entre el 14 de diciembre de 1999 y el 26 de noviembre de 2001, fecha de la siguiente conjunción geocéntrica de Urano y Marte.

Hay desviaciones de uno o dos grados entre las posiciones de los ángulos en Nueva York y las luminarias de la Constitución. Si buscamos un lugar en el que tales desviaciones no se produzcan, el único punto del planeta donde el ajuste es perfecto tanto con el Sol como con la Luna es el que se muestra en el mapa de la figura 3, muy cerca de las costas de Long Island, cuyas coordenadas geográficas aproximadas son 40º 49' N, 72º 07' W.



Figura 3
Lugar que deja al Sol y la Luna de la Constitución americana de 1787
en el Medio Cielo y el Ascendente de la conjunción Urano-Marte de 1999

La ciudad populosa más cercana al punto marcado en el mapa es, sin duda, Nueva York. Puesto que los que "se hicieron cargo" del potencial destructivo de esta conjunción planeaban causar el mayor daño posible, un punto situado en medio del mar no era el lugar más indicado para actuar. La siguiente opción era Nueva York.

El dilatado periodo de vigencia de esta conjunción (en torno a dos años) puede hacer dudar de que realmente tuviera algo que ver con el suceso, pero los armónicos de la edad nos mostrarán enseguida nuevos detalles que nos aproximan más y mejor al día y hora en que se precipitaron los acontecimientos. No obstante, para seguir el orden cronológico y poner las cosas en su justa perspectiva, vamos a ver primero las cartas heliocéntrica y geocéntrica correspondientes a las conjunciones Saturno-Marte inmediatamente anteriores a los ataques del 11S, porque ambas tienen importantes puntos de enlace con las respectivas cartas de conjunciones Urano-Marte.

La conjunción heliocéntrica de Saturno y Marte previa al 11S se produjo el 23 de marzo del 2000 (GMT: 24 de marzo, 1:59:53), en 18º 43' de Tauro. En ese momento, el meridiano de Nueva York cortaba el grado 15º 21' de Leo (zodiaco tropical), por lo que el Fondo del Cielo estaba en 15º 21' de Acuario. La última conjunción Urano-Marte heliocéntrica se había dado en 15º 39' de Acuario, quedando, pues, en el mismo grado que un ángulo (FC) de la carta de la conjunción Saturno-Marte. Esto convertía a Nueva York en un punto de enlace de las dos conjunciones (figura 4).



Figura 4
Rueda interna: conj.Saturno-Marte.heliocéntrica, 3/2000
Rueda externa: conj.Urano-Marte.heliocéntrica, 10/1999

La conjunción geocéntrica de Saturno y Marte previa al 11S se produjo el 15 de abril del año 2000, a las 20:27:26 GMT, en 17º 16' de Tauro. Calculada para Nueva York, la carta correspondiente a esta conjunción es la que se muestra en la figura 5. El ascendente y la Luna de esta carta quedan cerca del Medio Cielo de la carta de la conjunción geocéntrica Urano-Marte y del Sol de la carta de la Constitución de los Estados Unidos (figura 2). La zona de contacto abarca el ascendente de Saturno-Marte (19º 48' de Virgo), la Luna de Saturno-Marte (21º 00' de Virgo), el Medio Cielo de Urano-Marte (22º 46' de Virgo) y el Sol de la Constitución (24º 50' de Virgo).



Figura 5
Conjunción Saturno-Marte geocéntrica previa a los ataques del 11S
Nueva York. Zona Cero

Las dos conjunciones de Saturno y Marte (heliocéntrica y geocéntrica) tienen, pues, nexos importantes con las conjunciones de Urano y Marte que las precedieron, si las calculamos para Nueva York. Por esa razón, cuando la carta de una de las conjunciones es "despertada" por una dirección, progresión o tránsito sobre uno de los grados en los que la carta de la otra conjunción contiene también algo importante, ambas se activan a la vez y suman sus fuerzas. Hemos llegado al punto en el que debemos preguntarnos si los armónicos de la edad de las conjunciones mencionadas jugaron un papel relevante como activadores o dinamizadores de las cartas correspondientes, en la fecha del 11 de septiembre de 2001.

La figura 6 nos muestra el armónico de la edad de la conjunción Urano-Marte heliocéntrica. Vemos que la propia conjunción Urano-Marte acababa de pasar por un ángulo de la carta (FC) y se dirigía hacia la oposición con la Tierra y con Júpiter. El paso por el Fondo del Cielo había sido exacto un día y medio antes y la oposición con la Tierra no se cerraría hasta tres días después. Ambos aspectos estaban activos dentro de un orbe de unos dos grados y medio y marcaban una cierta tensión adicional entre los días 9 y 14 de septiembre, pero ninguno coincide con el día de los hechos.

Figura 6
Armónico de la edad de la conjunción heliocéntrica Urano-Marte
11 de septiembre de 2001, 8:46:40, Nueva York. Zona Cero

Si tomamos la conjunción geocéntrica de Urano-Marte, encontramos que el ascendente progresado por armónicos de la edad + 1 estaba a 14º 15' de Acuario, a solo 0º 16' de la posición original de la propia conjunción (figura 7, izquierda). El contacto había sido exacto algo menos de doce horas antes del impacto del primer avión sobre una de las torres.

Algo muy semejante ocurre con la conjunción geocéntrica de Saturno-Marte (figura 7, derecha). También en este caso encontramos que el ascendente progresado por armónicos de la edad + 1 (18º 37' de Tauro) acababa de pasar por la posición original de la propia conjunción (17º 16' de Tauro) y estaba alcanzando el punto en que se produjo la conjunción heliocéntrica de los mismos planetas (18º 43' de Tauro). El contacto del ascendente con la conjunción geocéntrica había sido exacto el 8 de septiembre, y el contacto cruzado con la conjunción heliocéntrica fue exacto el propio 11 de septiembre.


Figura 7
Ascendentes progresados por armónicos de la edad + 1
para el 11 de septiembre de 2001, 8:46:40 EDT, Nueva York
desde la conjunción Urano-Marte geocéntrica (izquierda)
y Saturno-Marte geocéntrica (derecha)

La sincronización de los ascendentes de ambas cartas pasando por las conjunciones que les dieron origen entre el 8 y el 11 de septiembre de 2001 es un fenómeno bastante excepcional y, puesto que esos ascendentes parten del horizonte oriental de Nueva York en las fechas de las conjunciones, es precisamente en esta ciudad y zonas cercanas a ella donde el peligro era máximo en esos días.

Los factores que hemos localizado hasta ahora indican que, por armónicos de la edad en años, las conjunciones Urano-Marte y Saturno-Marte podían dejar su huella sobre la ciudad de Nueva York durante la semana que va del 8 al 14 de septiembre de 2001. Si queremos ser más específicos podemos calcular armónicos de la edad en días, porque sus aspectos se ciñen a periodos mucho más breves, lo que permite discriminar entre una serie de días aquellos con mayor carga de aspectos poderosos o potencialmente destructivos y señalar horas y minutos críticos dentro de un mismo día.

Los armónicos de la edad en días rara vez se correlacionan con sucesos de gran magnitud, porque sus aspectos se forman y se disuelven muy rápidamente, pero si caen sobre terreno previamente abonado por otras cartas de desarrollo más lento pueden desencadenar toda la fuerza retenida en ellos y dar lugar a episodios muy notables. El complejo entramado de armónicos de edad en años y en días, discretos y continuos, de origen cero y de origen uno, geocéntricos y heliocéntricos, se complica aún más por el hecho de que los que se derivan de una conjunción interactúan con los que se derivan de otra. Llevará algún tiempo encontrar la manera más eficaz de manejar tan amplio caudal de información, por ejemplo mediante el desarrollo de nuevos modelos de gráficos capaces de mostrar redes de relaciones entre un alto número de cartas debidamente organizadas y jerarquizadas. Pero con lo que ya tenemos podemos hacer nuestras primeras incursiones en este fascinante mundo del desarrollo interno de las conjunciones a través de sus ciclos armónicos.

Los armónicos de la edad en días de una conjunción pueden marcar momentos especialmente delicados por sí mismos o por su relación con la carta de la conjunción original; pero también pueden actuar como activadores de la carta de otra conjunción o en alianza con los armónicos de la edad de otra conjunción. De hecho, los efectos más devastadores se observan precisamente cuando los armónicos de edad de una conjunción Saturno-Marte activan la carta de la última conjunción Urano-Marte o cuando los armónicos de edad de una conjunción Urano-Marte activan la carta de la última conjunción Saturno-Marte. En este contexto de colaboración entre ambas conjunciones, a veces el golpe definitivo viene de la mano de la última conjunción Sol-Luna y sus armónicos de la edad en días.

Los armónicos de la edad en días no los calcula ningún programa de astrología, que yo sepa, pero podemos utilizar el Lapso 1.0 para determinar el tiempo exacto transcurrido entre dos fechas, tanto en años como en días y en algunas otras unidades de medida. Con ayuda de esta utilidad es fácil establecer las edades en días de las conjunciones que estamos investigando, calculadas para el 11 de septiembre del 2001, 8:46:40 EDT (12:46:40 GMT), que son las siguientes:

  • Urano-Marte heliocéntrica: 688,2743519
  • Urano-Marte geocéntrica: 637,0749074
  • Saturno-Marte heliocéntrica: 536,4491551
  • Saturno-Marte geocéntrica: 513,6800231

A partir de aquí podemos construir una tabla como esta:

Tabla I

La edad en días que nos da el Lapso es la que hay que utilizar para calcular un armónico de la edad continuo de origen cero. Este tipo de armónico solo se aplica a la hora exacta del acontecimiento. La parte entera de esa cifra nos da el número del armónico de la edad discreto de origen cero, que se aplica a un día completo, contado desde la hora de la conjunción original. Recordemos que los armónicos de edad de origen cero no nos dan la progresión de los planetas mismos, sino la del punto vernal septentrional (cero Aries) arrastrado a distintas velocidades por la progresión del planeta correspondiente. Esto señala puntos críticos relacionados con la naturaleza de cada planeta, pero la progresión de los propios planetas hay que buscarla en los armónicos de la edad de origen 1, que son los que parten de los grados realmente ocupados por los planetas en el radix o carta de la conjunción original. Para pasar de un número de armónico de origen cero, ya sea discreto o continuo, al correspondiente armónico de origen 1 todo lo que hay que hacer es sumar una unidad.

El desarrollo completo de la tabla I requiere el cálculo de 16 cartas armónicas que, además, deben ser comparadas entre sí y con las cartas de las conjunciones de origen. Puede parecer que esto implica mucho trabajo de cálculo, pero en realidad no es así. Podemos obtener cada carta de armónico de edad continuo de origen cero con una simple operación de copiar la cifra que nos da el Lapso y pegarla en la casilla correspondiente al número de armónico del programa que estemos utilizando. Después basta con truncar la parte decimal o sumar una unidad para obtener cada una de las demás variantes. Sería excesivo poner aquí y comentar cada una de las 16 cartas. Me limitaré a mostrar lo que me ha parecido más significativo de algunas de ellas. El lector curioso puede inspeccionar el resto por sí mismo. 


Urano-Marte se asocia con Saturno-Marte. Vía heliocéntrica

Desde que se produjo la conjunción Urano-Marte heliocéntrica previa a los sucesos del 11S hasta el momento del impacto del primer avión sobre una de las torres del WTC transcurrieron 688,27435 días, es decir, 688 días completos más una parte de otro. Si sumamos a la conjunción original un armónico por cada día completo transcurrido, llegamos al armónico 689, ya que la conjunción original es el armónico 1. El armónico 689 de esta conjunción Urano-Marte calculado para Nueva York se muestra en la rueda interna de la figura 8.

Figura 8
Rueda interna: armónico 689 de la conjunción Urano-Marte heliocéntrica.
Rueda externa: conjunciones Saturno-Marte geocéntrica y heliocéntrica.

La conjunción Urano-Marte se ha desplazado en este armónico hasta el grado 17º 42' de Tauro. La conjunción Saturno-Marte geocéntrica previa al 11S se había producido a 17º 16' de Tauro y la conjunción Saturno-Marte heliocéntrica fue en 18º 43' de Tauro. Por tanto, Urano-Marte se sitúa en medio de las dos conjunciones Saturno-Marte, activándolas a ambas. Esto se asemeja a lo que ya vimos que sucedía con los ascendentes progresados por armónicos de la edad en años (figura 7), que se situaban también en medio de las dos posiciones (geocéntrica y heliocéntrica) de las conjunciones Urano-Marte y Saturno-Marte.

De esta forma, la cuadratura de Neptuno y la oposición de Plutón a Urano-Marte en el armónico 689 son también aspectos a las conjunciones Saturno-Marte. Este es uno de los varios modos en que las conjunciones Urano-Marte y Saturno-Marte se conectaban a través de los armónicos de la edad en días. Veamos otro.

En el momento en que se produjo la conjunción heliocéntrica Urano-Marte inmediatamente anterior a los sucesos del 11S el grado que ascendía por el horizonte de la ciudad de Nueva York (zona del WTC) era el 29º 16' de Leo. Cuando se produjo la conjunción heliocéntrica Saturno-Marte previa al 11S, ascendía en ese mismo lugar el grado 7º 42' de Escorpio. Pero si movilizamos el ascendente de esta última conjunción al ritmo de los armónicos de la edad en días hasta llegar a la hora del impacto del primer avión sobre la torre norte del 11 de septiembre de 2001 (armónico 536,44915),encontramos que se ha desplazado hasta 29º 27' de Leo.


Urano-Marte se asocia con Saturno-Marte. Vía geocéntrica

Desde que se produjo la conjunción Urano-Marte geocéntrica previa a los sucesos del 11S hasta el momento del impacto del primer avión sobre una de las torres del WTC transcurrieron 637,03324 días, es decir, 637 días completos más una parte de otro. Si sumamos a la conjunción original un armónico por cada día completo transcurrido, llegamos al armónico 638, que es el que se muestra en la rueda interna de la figura 9.


Figura 9
Rueda interna: armónico 638 de la conjunción Urano-Marte geocéntrica.
Exterior: posición progresada de la conjunción Saturno-Marte
por armónicos de la edad para el 11S (armónico 513,68002)

Las casas del gráfico de la figura 8 son las de la conjunción original (cúspides naturales), pero en la figura 9 hemos usado casas iguales a partir de la posición progresada del ascendente. Como norma general, si en la esquina superior izquierda de un gráfico aparece la palabra "Placidus" o el nombre de cualquier otro sistema de casas eso significa que se están usando las cúspides de la carta de la conjunción original. Si no se indica un sistema de casas, entonces se está usando la posición del ascendente progresado por armónicos de edad como cúspide de la primera casa y punto de partida de un sistema de casas iguales. 

En este caso, optamos por el sistema de casas iguales porque es el que nos permite conocer la posición del ascendente progresado y apreciar cómo la conjunción Urano-Marte y dos planetas más (Júpiter y Plutón) se agrupan en torno a ese ascendente. Esa quíntuple conjunción se aplica por todo un día sobre la ciudad de Nueva York, desde poco antes de las siete de la mañana del 11 de septiembre, y es, sin lugar a dudas, una de las constelaciones planetarias más inquietantes que podamos imaginar. Por si no bastara con esto, la conjunción geocéntrica Saturno-Marte, progresada por armónicos de la edad en días, cruzó esa agrupación entre las 7:18 y las 9:07 del mismo día. A las 7:18 alcanzaba a Júpiter, a las 8:13 coincidía con Urano-Marte, a las 9º 02' llegaba al ascendente y a las 9:07 a Plutón. Recordemos que el primer avión impactó sobre la torre norte a las 8:46 (figura 9) y el segundo lo hizo sobre la torre sur a las 9:03, prácticamente en el mismo momento en que Saturno-Marte tocaba el ascendente progresado de la conjunción Urano-Marte para ese día en Nueva York. Una precisión escalofriante, que nos invita a reconsiderar la idea de que los armónicos de la edad en días solamente pueden asociarse con sucesos menores, porque lo que aquí está actuando es un armónico de la edad en días móvil sobre otro armónico de la edad en días fijo.

Pero obviamente, como ya hemos indicado, las condiciones para que un armónico de la edad en días pueda actuar con esta contundencia vienen dadas previamente por otros armónicos, ciclos y aspectos de desarrollo más lento. Por ejemplo, la carta de la conjunción Saturno-Marte geocéntrica mostrada en la figura 5 tenía el ascendente en 19º 48' de Virgo y la Luna en 21º 00' de Virgo. Esos grados fueron alcanzados por la conjunción Urano-Marte geocéntrica, progresada por armónicos de la edad + 1 (en años, armónico 2,74425), entre las 7:42 y las 7:48 del 11 de septiembre de 2001, mientras los pasajeros de los aviones que una hora más tarde se estrellarían contra las torres gemelas estaban embarcando. Pero esos mismos grados también serían alcanzados por la Luna del armónico de la edad + 1 (en días , armónico 514,68002) de la propia conjunción Saturno-Marte geocéntrica, entre las 8:45 y las 8:54, intervalo durante el cual se estrelló el primer avión sobre la torre norte.


La conjunción Sol-Luna dispone la escena final


En el estudio de cualquier acontecimiento es conveniente consultar la conjunción Sol-Luna inmediatamente anterior, porque nos da las tendencias generales del último mes para un lugar determinado. En esta ocasión, la conjunción coincidió con el perigeo de la Luna, es decir, se produjo en el momento en que la Luna ocupaba la parte más cercana a la Tierra de su órbita. La presión gravitacional era máxima, porque a la mayor cercanía de la Luna se sumaba su alineación con el Sol.

Estas condiciones son las mismas bajo las que Arnold Lieber (How The Moon Affect You, 1996) observó incrementos estadísticamente significativos en el  número de asaltos violentos, crímenes e ingresos en hospitales psiquiátricos. El suceso que estamos investigando fue, ciertamente, un asesinato en masa y una locura, pero no se produjo en el día de la Luna nueva, sino 23 días y medio más tarde. Ahora bien, la astrología nos enseña que, junto a los efectos inmediatos observados al mismo tiempo o con pocos días de diferencia respecto de las fases de la Luna, hay otros diferidos por efectos de resonancia de ciclos y de ritmos armónicos. El estudio de los armónicos de la edad de las conjunciones es una de las formas más eficaces de determinar algunos de estos efectos diferidos.

La conjunción Sol-Luna previa a los sucesos del 11S calculada para Nueva York se muestra en la figura 10. El ascendente original está a 14º 10' de Tauro, cerca del punto en que se produjo la última conjunción geocéntrica de Saturno-Marte (17º 16' de Tauro), pero ese mismo ascendente progresado por armónicos de la edad + 1 en años para el 11 de septiembre (armónico 1,0640964) alcanzaba ya el grado 17º 0' de Tauro, abriendo una puerta más a la conjunción Saturno-Marte.


Figura 10
Conjunción Sol-Luna previa a los ataques del 11S
Nueva York. Zona Cero

Plutón se encuentra en la misma cúspide de la casa 8 (orbe 0º 01') en oposición con Saturno y en conjunción con Marte. Esta oposición de Plutón con Saturno no pasó inadvertida para ninguno de los astrólogos que en su día ensayaron explicaciones del hecho desde un punto de vista astrológico, pero, en general, fue considerada como tránsito sobre alguna de las cartas que se han propuesto para la independencia de los Estados Unidos de América (especialmente, la de Sibly). Situada en el contexto de la lunación previa sobre Nueva York, el potencial destructivo de la oposición aumenta, al implicar de modo tan exacto la cúspide de la casa de la muerte. Se añade también la presencia de Marte en la misma casa 8.

El análisis de los armónicos de la edad en días de esta conjunción Sol-Luna confirma plenamente la participación de la mencionada oposición Plutón-Saturno y muestra algunos lazos más con las grandes conjunciones que constituyen el trasfondo de todo el asunto (Urano-Marte y Saturno-Marte)

En el armónico de la edad en días discreto (armónico 23, vigente todo el día) Saturno ha saltado al otro lado de la oposición, desde 13º 38' de Géminis hasta 13º 39' de Sagitario. Se coloca así a 0º 01' de la oposición a su propio lugar y en conjunción con Plutón y la cúspide de la casa 8.

En el armónico de la edad en días continuo (armónico 23,41069, aplicable solo a la hora del suceso) el ascendente progresado queda en 13º 54' de Acuario en el momento del impacto del primer avión, a solo 0º 05' del punto en que se produjo la última conjunción geocéntrica Urano-Marte (13º 59' de Acuario). El contacto exacto del ascendente con Urano-Marte se producía solo dos minutos después, poco antes del incidente con el segundo avión.

El armónico de la edad + 1 en días continuo (armónico 24,41069) deja a Plutón en el mismo grado que el ascendente de la conjunción Sol-Luna original (figura 11).

Figura 11
Armónico de la edad + 1 de la conjunción Sol-Luna previa al 11S
Cúspides naturales.

Si en lugar de mantener las cúspides de la carta de la conjunción Sol-Luna original aplicamos el sistema de casas iguales a partir del punto alcanzado por la progresión del ascendente, la misma carta queda como se ve en la figura 12.



Figura 12
Armónico de la edad + 1 de la conjunción Sol-Luna previa al 11S
Casas iguales a partir del ascendente armónico.

Ahora es Saturno el que se sitúa a menos de un grado del ascendente. De este modo, los dos extremos de la oposición Plutón-Saturno de la carta original contactan con alguno de los dos ascendentes, Plutón con el ascendente fijo y Saturno con el ascendente móvil (progresado por armónicos de la edad en días + 1), en el mismo momento de los atentados.

No sé a usted, pero a mí me parece bastante impresionante. El potencial demostrado por los armónicos de la edad en años y en días de las conjunciones a través del estudio de los seis casos expuestos hasta ahora en este blog creo que no deja lugar a muchas dudas sobre la utilidad de esta técnica de análisis. Y, si estoy en lo cierto al creer que esto realmente funciona, tenemos que admitir que se trata de un progreso, de algo que no formaba parte de la caja de herramientas de los astrólogos antiguos, medievales, ni siquiera modernos. Tenemos que admitir que la astrología, como cualquier otra ciencia, puede y debe aprovechar los medios que ahora tenemos para avanzar, progresar, mejorar, llegar más lejos del punto en que nos la encontramos. Está bien estudiar la forma en que trabajaba Ptolomeo, Manilio, Abu Ma'shar, Ben Ragel, Ben Ezra, Cardano, Vetius Valens, Lilly, Morin de Villefrance y tantos otros gigantes de nuestra disciplina. Pero tan importante como eso es preguntarse qué habrían hecho estos hombres de tanto talento si hubieran dispuesto de los conocimientos científicos de la astronomía y la astrofísica actuales, los medios técnicos para medir el tiempo con precisión atómica, para determinar las coordenadas geográficas de cualquier lugar volando virtualmente sobre él, para realizar en segundos cálculos complejos que a ellos les llevaban meses, las bases de datos con millares de cartas disponibles al instante, las posibilidades de comunicación con astrólogos de otros países en vivo y en directo, a través de un ordenador o un teléfono móvil, sin necesidad de desplazamientos. Estoy seguro, porque el talento nunca descansa, que no hubieran desaprovechado estas oportunidades y habrían hecho de la astrología algo mucho más grande.

© 2015, Julián García Vara

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