domingo, 6 de junio de 2010

El armónico 4 de Nadal y Federer


Hace tan sólo unos minutos, Rafael Nadal acaba de ganar su quinto trofeo de Roland Garros con 24 años recién cumplidos. Con esta victoria se sitúa, por segunda vez en su carrera, como número uno del tenis mundial. Ya estuvo en esa posición el año pasado, pero, curiosamente, de todas las ediciones del torneo Roland Garros que ha disputado hasta ahora, la única que no ha ganado fue también la única que ha jugado como número uno del mundo. A partir de aquella derrota vinieron otras; por casi un año, Nadal no volvió a ganar ningún torneo más. Se achacó la bajada de rendimiento a las lesiones y a la presión de tener que ganar siempre. Pero creo que había algo más. A Nadal le gustan los retos. Juega sus mejores puntos en los momentos más comprometidos de cada partido, saca a relucir su mejor tenis ante los rivales más difíciles.
Necesita obstáculos que superar y, a veces, cuando no los tiene, se los crea él mismo, como hizo, por ejemplo, en la semifinal de este año ante Melzer. Pareció arreglárselas inconscientemente para convertir en un drama el tramo final de un partido que tenía controlado y prácticamente resuelto. Le gusta moverse al borde del abismo, probarse en situaciones complicadas, alcanzar bolas inverosímiles y ganar puntos imposibles... esos que le permiten alzar el puño y la rodilla en su típico gesto de triunfo. Le gusta hacer fácil lo difícil y difícil lo fácil.

Pero cuando estás en la cima, ya no puedes escalar más. Sólo te queda, como a Sísifo, dejar que la roca que tan esforzadamente empujaste hasta la cumbre de la montaña ruede de nuevo hacia abajo para comenzar otra vez la heroica hazaña de ascender con la pesada carga.

Esto de hacer fácil lo difícil y difícil lo fácil puede expresarse en el lenguaje astrológico de los armónicos como el comportamiento típico de quien tiene aspectos "fluidos" (trígonos y sextiles) en el armónico 4 (dificultad, esfuerzo), o bien aspectos "duros" (oposiciones y cuadraturas) en el armónico 3 (facilidad, inercia, armonía). Como vimos en la entrada anterior, es mérito de David Hamblin haber reparado en esto. El ejemplo del mariscal Franchet d'Esperey, con el que Hamblin ilustra esta idea, presentaba una estructura de cometa en el armónico 4. Esa misma configuración la encontramos también en el armónico 4 de Rafael Nadal, aunque los planetas implicados no sean los mismos y sus batallas también sean otras.

Armónico 4 de Rafael Nadal


Aquí tenemos un Gran Trígono de Saturno, Neptuno y Plutón, con Júpiter y Urano opuestos a Plutón y en sextil con Saturno y Neptuno. Todo un desafío para la interpretación, y mucho más si pensamos que aquí no vale interpretar la figura como si estuviera en el primer armónico. Hay que matizar siempre la lectura con continuas referencias al armónico 4. Hay que mirar cada aspecto como si fuese una mezcla de ese aspecto con una cuadratura. Los trígonos, por ejemplo, no indican sin más facilidad o comodidad, sino que se trata aquí de los elementos placenteros que puede conllevar una situación de tensión. Un trígono del armónico 4 nos habla de lo cómodo que se puede llegar a sentir el nativo dentro de una situación incómoda, de la capacidad para solventar los desafíos con el menor desgaste posible.

Las dos veces que Rafael Nadal ha alcanzado el número uno de la clasificación ATP ha sido a costa de desbancar a Roger Federer. El tenis de Federer suele ser calificado de "más elegante" que el de Nadal; se basa menos en la fuerza y más en la precisión de sus golpes, la inteligencia en la distribución del juego y la economía de esfuerzos mediante su colocación en la pista. A menudo escuchamos en boca de los comentaristas que retransmiten en directo un partido de Federer la siguiente exclamación: "¡Qué fácil hace el tenis!". Se admiran de la capacidad de Federer para encontrar la solución más sencilla y eficaz para ganar un punto. Esto también es un ejemplo de alguien que sabe hacer fácil lo difícil. ¿Acaso en el armónico 4 de Federer abundan también los trígonos y sextiles? En efecto, así es. El armónico 4 de Federer contiene la misma estructura de Cometa Cósmica que hemos visto en el caso de Nadal. Además, cuatro de los cinco planetas implicados son los mismos: Júpiter, Saturno, Neptuno y Plutón. Las posiciones relativas son distintas, pero, aparte de eso, la única diferencia es que en la configuración de Nadal interviene Urano, pero no la Luna y en la de Federer interviene la Luna, pero no Urano. Bueno, hay otra más... En el caso de Federer también anda por medio Quirón.

Cometa Cósmica en el armónico 4 de Roger Federer

Cuando varios planetas se agrupan en una figura en algún armónico suelen permanecer agrupados, aunque formando figuras diferentes, en otros armónicos que son múltiplos o submúltiplos del primero o mantienen con él alguna relación de resonancia sesquiparcial. En particular, es una norma de la matemática de los armónicos que todas las parejas de planetas conectadas por aspectos fluidos en el armónico 4 formarán un aspecto tenso (o una conjunción) en el armónico 3. Los trígonos del armónico 4 serán conjunciones, cuadraturas u oposiciones en el armónico 3; y los sextiles del armónico 4 serán semicuadraturas o sesquicuadraturas en el armónico 3. De esta forma, los planetas que integran la Cometa Cósmica del armónico 4 de Nadal adoptan la siguiente distribución en el armónico 3:

Armónico 3 de Rafael Nadal

Los cinco planetas quedan dispuestos a intervalos regulares de alrededor de 45 grados, desde Plutón hasta Neptuno, quedando cada uno de ellos unido por un aspecto tenso con cada uno de los otros cuatro. Este es el precio a pagar como contrapartida natural de la ventaja de desenvolverse en situaciones difíciles mejor o más fácilmente que los demás. En las situaciones "fáciles" nunca será posible relajarse del todo, porque será precisamente entonces cuando surgirán las complicaciones más inesperadas. Es como tener que descansar en una cama de púas. Algo semejante ocurre con la Cometa de Federer.

Rafael Nadal es el principal obstáculo en la carrera de Federer, como Roger Federer es el principal obstáculo en la carrera de Nadal. Cuando las cosas se presentan fáciles para uno cualquiera de los dos, ahí está el otro para encargarse de ponérselas difíciles.





Fuente de datos natales: Astrodienst

Carta natal de Roger Federer


3 comentarios:

  1. Lo de mirar los armonicos 3 y 4 lo veo útil a la hora de saber tratar a una persona. Es decir, hay gente que aprende a base de ostias (armonico 4 favorable) y gente que aprende con caricias (armonico favorable 3).
    En la educación de un niño por ejemplo, sería positivo poder mirarle ambos armonicos para saber como puede rendir más.

    La gente con un buen armonico 4, significa que en su carta natal tienen un gran número de tensiones (oposiciones y cuadraturas), que harán que los hechos hostiles sean su hogar y sepan como moverse bien en esas aguas. En el caso de un deportista de élite ya hemos podido ver que ante la lucha se crecen (Nadal por ejemplo). Pero el mundo aunque dicen que es hostil, afortunadamente no siempre lo es y tiene que haber gente de todo tipo.

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  2. A través del dolor sólo se aprende a odiar o temer a la persona que te lo inflinge y a evitar las situaciones o comportamientos que parecen generarlo. Es lo que los psicólogos conductistas llaman "condicionamiento aversivo", del que podemos ver buenos ejemplos en la película de Stanley Kubrick "La naranja mecánica". Pero, aparte de algunas estrategias de supervivencia, ninguna comprensión profunda de las cosas se obtiene por esta vía.

    Las conjunciones del armónico 4 que no lo eran ya en el 1 indican, en efecto, la presencia de cuadraturas y oposiciones en la "carta natal" (armónico 1). Pero los trígonos del armónico 4 pueden proceder de cuatro aspectos diferentes de la carta natal (o mejor, del armónico 1, repito, porque el armónico 4 también es una carta natal): semisextil, sextil, trígono o quincuncio. Estos cuatro aspectos son los que se transforman en trígonos en el armónico 4. En cuanto a los sextiles del armónico 4, proceden de cuatro distancias angulares: 15, 75, 105 ó 165 grados. Entonces, si llamamos "buen armónico 4" al que tiene muchos trígonos y sextiles, eso no significa que hubiera tensiones en el armónico 1. Sólo las "nuevas" conjunciones indican eso.

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  3. Mil gracias por la aclaración.
    Se agradece tu tiempo y amor por la astrología.

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