martes, 18 de octubre de 2011

Nueva luz sobre los aspectos (1)




John Addey
Armónicos en Astrología


Capítulo 14
NUEVA LUZ SOBRE LOS ASPECTOS
(Primera parte)


No habrá pasado inadvertido para el estudiante que en el curso de los capítulos precedentes sobre diversas cartas armónicas hay una creciente tendencia a abreviar el cálculo de la carta armónica apuntando simplemente a un particular tipo de aspecto en el radix. Así, por ejemplo, si dos planetas están separados entre sí por 72º o 144º en el mapa natal, sabemos que estarán en conjunción en el armónico 5; si están separados por 36º o 108º, sabemos que estarán en oposición en el armónico 5. Si los planetas están separados por 51½º, 103º o 154º sabemos que estarán en conjunción en el armónico 7, y así sucesivamente. Por tanto, en cierto sentido, todo lo que hemos dicho sobre el significado de esas cartas armónicas se puede atribuir, al mismo tiempo, al significado de los aspectos.


Todo esto forma parte de la unificación de resultados de la teoría armónica en su visión de las partes que componen el lenguaje de la astrología. Cuanto más asimile el estudiante la idea de los armónicos en astrología tanto más claramente verá que todos los factores que usa, ya sea la división del círculo de la eclíptica, la división del círculo diurno o la del círculo de los aspectos, están basados sobre los mismos principios, más aún, que lo que se aplica a uno debe aplicarse igualmente a los otros.

Si el estudiante admite que hay "áreas de grados" que tienen una especial connotación en el círculo zodiacal empezará a darse cuenta de que hay áreas de grados en el círculo de los aspectos por las cuales ciertas relaciones angulares inusuales entre planetas tienen una cierta asociación específica bastante diferente de los puntos de aspecto convencionales. Comprenderá también que por la misma razón habrá áreas de grados en el círculo diurno. Si reconoce que las divisiones del círculo de los aspectos por los números tres, cuatro, seis, ocho, etc., están relacionadas con efectos basados sobre el simbolismo de esos números, empezará a plantearse qué efectos podrían estar relacionados con otras divisiones del círculo de los aspectos que la enseñanza astrológica convencional ignora. Se preguntará, además, si esas divisiones inusuales serán también aplicables a puntos de los círculos zodiacal y diurno. 

Al darse cuenta, por ejemplo, de que Churchill tiene el Sol a la distancia de una séptima parte del círculo respecto de Marte y que esto concuerda con el simbolismo del número siete, podrá preguntarse si no tendrá también algún significado el hecho de que Churchill tenga a Plutón a 21º 20' de Tauro, que es casi exactamente la séptima parte del círculo eclíptico desde 0º de Aries. Sabiendo que el número cinco está conectado con poder y autoridad, podría preguntarse si Saturno radical del presidente Ford a 13º de Géminis, casi una quinta parte del círculo zodiacal desde 0º de Aries, no es un indicador de la posición de autoridad que alcanzó, especialmente al darse cuenta de que la carta armónica para sus 60 años (ver Fig. 73) muestra a Saturno una vez más en la misma posición con un trígono exacto con el Sol. 

Posiciones para la carta del armónico 60 del presidente Gerald Ford.
(Gerald Ford tenía 60 años cuando alcanzó la vice-presidencia de U.S.A.)

De esta forma y de muchas otras la teoría armónica tiene el poder de unificar y aumentar nuestra comprensión a través de las analogías que se revelan entre las diferentes facetas del simbolismo astrológico. Por supuesto, estas analogías han sido ya reconocidas por los astrólogos reflexivos, pero una profundización a la luz de la teoría armónica permite captarlas con mayor claridad.

Nuestro propósito en este capítulo es llevar un poco más lejos la idea de las divisiones del círculo en términos de aspectos. Al hacer esto no vamos a repetir todo lo que ya dijimos sobre el simbolismo de aquellos números ya tratados en los tres capítulos anteriores, pero quienes estén interesados en obtener una mayor comprensión de aspectos tales como el quintil, el septil y el novil pueden volver a leer cuando les plazca  lo que se ha dicho sobre las cartas armónicas 5, 7 y 9, en la plena seguridad de que esas aportaciones iluminarán la naturaleza de los aspectos correspondientes.

Hemos dicho que el número cinco simbolizaba tanto el poder de crear como el de destruir (mencionamos las cartas de Mozart y de Hitler como ejemplos de cada tipo de acción), así que no hay necesidad de insistir en el hecho de que los aspectos de quintil, biquintil, semiquintil y sesquiquintil con frecuencia juegan un papel importante en las cartas de quienes disfrutan el sentimiento de poder de una u otra forma (tales como pilotos de carreras, dictadores, etc.) o buscan el poder (revolucionarios) o ejercen el poder o el liderazgo (políticos u otras autoridades) o incluso el ansia y abuso de poder (como los gángsters y algunos otros tipos de delincuentes).

El astrólogo suizo, Dr. Hans-Jorg Walter, ha hecho una serie de excelentes estudios sobre el aspecto quintil. Por ejemplo, en el Ebertin Anuario Cosmobiológico 1974 examina un considerable número de cartas muy cargadas con quintiles, incluyendo las de los revolucionarios franceses Robespierre y Danton, hombres de estado y políticos tales como Poincaré, el piloto de carreras Jackie Stewart, el soldado, poeta y patriota italiano Gabriele D'Annunzio, el gangster Caryl Chessman, la víctima de asesinato Michael John Gregston y otros. En otro lugar Walter da las cartas del piloto de carreras italiano Alberto Asceri y de John George Haig, un famoso "lascivo-asesino", para usar la gráfica expresión alemana. En el último caso no sólo la carta natal estaba fuertemente cargada con quintiles sino también las cartas para las fechas de sus crímenes y para la fecha de su ejecución, que tuvo lugar el mismo día que las ejecuciones de un grupo de criminales de guerra nazis. Esto ilustra el lado destructivo de la serie de los quintiles. Afortunadamente el uso constructivo del poder es más común que su abuso y hay multitud de ejemplos de la serie de los quintiles donde se encuentran artistas creativos, escritores y científicos, como por ejemplo Einstein.

Una serie muy importante derivada de los quintiles que, por regla general, es casi totalmente ignorada es el tercer sub-armónico del quintil, que nos da el aspecto de 24º y sus múltiplos. Este es el armónico 15, el tercero del quinto o el quinto del tercero. La fig. 60 muestra los ángulos de aspecto involucrados. Se verá que  esta serie incluye los ángulos de 72, 120 y 144 con los que estamos familiarizados, pero también los ángulos de 24º, 48º 96º y 168º que no son habitualmente utilizados ni comprendidos. Sin embargo, son realmente importantes y ahora podemos darles un significado bastante definido en el horóscopo.


Estos aspectos indican disfrute y facilidad en alguna forma de actividad relacionada con los planetas involucrados. En otras palabras, nos muestran el tipo de poder, arte o actividades (cinco) con cuya práctica disfruta una persona (tres). Se puede pensar en ellos como trígonos dentro de un mapa del quinto armónico e interpretarlos a la luz de lo que se dijo acerca de esta carta. Esto debe verse en un contexto amplio, por ejemplo un aspecto de 24º entre la Luna y Venus podría indicar alguien que disfruta  cultivando la cortesía social, el arte de la anfitriona, el arte de formar relaciones agradables y divertidas, comprender a la gente y hacer que la rueda de la vida gire suavemente. Este es el arte más importante.

Mirando las 18 natividades de artistas, poetas, músicos, etc. en la colección de Breves biografías (I. Las artes), publicada por la Asociación Astrológica[*1], encontramos muchos ejemplos de estos aspectos. Uno de los más comunes es entre Venus y Júpiter que en su manifestación más elevada representa la emoción o la respuesta a la belleza intelectual, tal como se expresa en la actividad artística.
[*1] Russell, Lesley, Brief Biographies for Astrological Study (I Arts), London: Astrological Association, 1973.
Tenemos aquí:

  • Beethoven       Venus-Júpiter 23º 16'
  • Delius Venus-Júpiter 168º 33'
  • Schumann Venus/Mercurio/Des.-Júpiter 48º 58'
  • Blake              Venus-Júpiter 47º 58'
  • Van Gogh  Venus-Luna/Júpiter 95º 33'
  • Baudelaire       Venus/Júpiter-Urano/Neptuno 95º 12'
  • James Joyce Sol/Venus-Júpiter/Neptuno       95º 21'

Además de éstos tenemos a Shelley (Venus-Jupiter a 72º 16', mediados por un aspecto de 24º con Mercurio) y otros donde hay oposiciones y cuadraturas Venus-Jupiter en el armónico 15 o donde los dos planetas están relacionados en esta serie de aspectos a través de la mediación de otro planeta - de hecho muy pocos de los 18 casos no tienen algún contacto de este tipo.

Para tomar un caso de un "tipo de arte" bastante diferente, la fig. 61 muestra la carta de Jim Clark, el ex campeón del mundo de pilotos de carrera (nacido el 4 de marzo de 1936, 3:25 p.m., Wester Kilmany, Escocia). Tenemos aquí una interesante cadena de aspectos de 24º que enlaza MC/Urano - Marte - Sol - Mercurio/Descendente y nos da, a través de los planetas involucrados, una buena indicación del tipo de actividad en la que encontraba placer y facilidad.


Horóscopo de Jim Clark
ex campeón del mundo de pilotos de carreras, 
nacido el 4 de marzo de 1936, 3:25 p.m. Wester Kilmany, Escocia (certificado de nacimiento)

No importa si una persona disfruta viajando a lugares alejados (Neil Armstrong, Luna-Júpiter 167º 13', Marte-Júpiter 23º 47') o siendo un evangelista (Billy Graham, Júpiter-Neptuno 23º 31') o un pensador (Bertrand Russell Sol-Mercurio 24º 38', Mercurio-Marte 24º 21', M.C.-Júpiter 24½º) o en la lucha y la planificación de la estrategia militar (Churchill Luna-Marte 46º 57', Marte-Neptuno 168º 07') o con la astrología (Dane Rudhyar, Asc.-Urano 23º 54', M.C.-Saturno 24º 11'), o simplemente reorganizando todo (Einstein, M.C.-Urano 168º 27'). Estos aspectos rara vez dejarán de dar alguna pista acerca del tipo de actividad disfrutada y vale la pena no perderlos de vista.

Muchos estudiantes son llevados a engaño por el término 'menor' con el que se califica a estos aspectos y piensan que son de poca importancia en la interpretación de la carta. Creo que eso es un gran error; se les puede otorgar confiadamente plena relevancia en la interpretación asegurándose de que los orbes permitidos se reduzcan en proporción al tamaño del ángulo. En estos términos tales aspectos son tan frecuentes y tan significativos como los llamados 'aspectos mayores'.

En este punto vale la pena detenerse a responder una pregunta que a estas alturas se debe estar haciendo el lector. ¿Qué 'orbes' se deben permitir para este tipo de aspectos - y en general para cualquier otro aspecto? Esta cuestión merece una discusión detenida. En el capítulo 9 demostramos que el orbe debe ser una cantidad variable de acuerdo con los armónicos involucrados en un caso particular, pero por razones prácticas necesitamos encontrar una regla de trabajo que nos sirva como guía en el curso ordinario de interpretación de la carta. Si combinamos la experiencia práctica con la imagen que tenemos ahora de cómo funcionan estas cosas, sugiero que podemos alcanzar una buena norma de trabajo que cubre todos los casos, aunque tiene un inevitable elemento de arbitrariedad que no puede ser totalmente eliminado, excepto en los términos indicados en el capítulo 9.

Sabemos que en cada armónico, ya sea el armónico 4 de 90º o el 120 de 3º, estamos tratando realmente con un ciclo completo. Podemos hacernos una idea de la situación tal como se muestra en la fig. 62a. En cada armónico uno de dos factores se acerca o se aleja de la relación con otro según un patrón en forma de onda. En 62a, el planeta Y se mueve hacia el planeta X. A lo largo del armónico mantiene algún tipo de relación con X, positiva o negativa, pero solamente en la cima de la onda, donde ésta se allana, brevemente alcanza y mantiene su máxima intensidad y se convierte en una combinación claramente distinguible a tener en cuenta. Expresada en forma circular, la situación es como se muestra en 62b.


En otras palabras, si suponemos que ningún aspecto es admitido, excepto la conjunción, ¿qué orbe debería permitirse en el círculo completo de 360º? Supongamos que optamos por 12º, recordando que en esta etapa no reconocemos ningún otro aspecto. Debería seguirse de aquí que en el armónico 2 (es decir, la oposición), cuando la longitud de nuestra onda es de sólo 180º, nuestro orbe debería ser solamente de 6º, que es nuestro orbe original de 12º dividido por 2. En el armónico 3, el trígono, el orbe debería ser entonces de 4º (12 / 3), 3º para la cuadratura (12 / 4), alrededor de 2½º para el quintil, 1º para el semisextil y el quincuncio y 48' para el aspecto de 24º.

Quizás el consenso de opinión sería que 4º es un orbe demasiado pequeño para el trígono y que 5º  quedaría más cerca del adecuado. Entonces debemos ampliar nuestro orbe original para el círculo completo hasta los 15º; esto nos da 7½º para la oposición, 5º para el trígono, cerca de 4º para la cuadratura, 3º para el quintil, cerca de 2º para la semicuadratura y 1º para los aspectos de la serie de 24º o 15ava parte del círculo.

La ventaja de plantear el problema y su solución en estos términos es que nos permite percatarnos claramente de la simple proposición de que el orbe debe disminuir en proporción directa al número del armónico, que es el número por el que hemos dividido el círculo para determinar nuestro aspecto. Si se considera que 3º es demasiado para el quintil y 1º es demasiado para el aspecto de 24º, entonces debe seguirse de esto que 5º es demasiado para el trígono. No se pueden tener las dos cosas, sino que hay que alcanzar un compromiso que se pueda aceptar como aplicable a todas las divisiones. Si se acepta este principio general, el problema se reduce a la simple cuestión de qué orbe básico se está dispuesto a admitir como punto de partida. Experimentando con una escala descendente a través de aspectos cada vez más pequeños, he sugerido anteriormente que un orbe básico entre 12º y 15º parece bastante correcto. 

Siempre es difícil que la gente cambie de opinión acerca de algo que se les ha inculcado a través de un centenar de libros de texto. Sin embargo, lo expuesto más arriba constituye una base clara y consistente para la determinación de los orbes en la práctica y, con la condición mencionada más adelante, creo que puede tomarse como una guía apropiada. Una oposición con un orbe de 8º ó 9º es realmente muy débil, así como un trígono de 6º ó 7º; pueden ser vistos legítimamente como influencias de fondo, pero no son aspectos a los que sea sensato conceder mucho peso en la práctica de la interpretación. Es mejor limitarse a orbes más pequeños.



Daremos otra vez, para quien le interese, la lista de los orbes que deberían permitirse para los diferentes aspectos, partiendo de orbes de 12º y de 15º para la conjunción.


No hace falta decir que cualquier múltiplo de uno de estos aspectos que no coincida con otro aspecto más primario cuenta como teniendo el mismo orbe que su división básica. El orbe del quincuncio, por ejemplo, se contempla como el mismo que el del semi-sextil, del cuál es el quinto múltiplo.

Hacer una lista de este tipo tiene sus ventajas y sus desventajas. Una gran ventaja es que permite comprobar una de las nociones de orbes aceptadas por su coherencia. Es incoherente querer tener un orbe de 8º para una cuadratura y, al mismo tiempo, negarse a permitir, digamos, un orbe de 3º para los aspectos de 36º ó 108º. Si este último es demasiado amplio (como creo que es el caso) entonces también lo es el primero. Indudablemente lo que la mayoría de los estudiantes discutirán de nuestra lista es el amplio orbe que se concede a la conjunción. Es algo que da que pensar, si no recelar, pero vale la pena tratar de ver las cosas con ojos nuevos de vez en cuando. La razonablemente aceptable coherencia en el resto de la lista sugiere que deberíamos tratar de ver qué es lo que hay de especial acerca de la conjunción y cómo este amplio orbe debería comprenderse. Debemos recordar, en primer lugar, que la conjunción es el más poderoso y universal de los aspectos, que forma una parte de cada serie de aspectos y tiene así una connotación proporcionalmente más amplia. En segundo lugar, como se explicó en el capítulo 9, la fuerza de los aspectos mayores puede verse como derivada del hecho de que representan los puntos donde muchos armónicos tienden a coincidir en la práctica y, por decirlo así, se refuerzan unos a otros. En este sentido la conjunción, que es el aspecto del primer armónico, es el único que tiene un orbe muy amplio más allá del permitido a su vecino más cercano, la oposición o segundo armónico. En otras palabras, al permitir 12º para la conjunción debemos advertir que solamente los primeros 6º son compartidos con algún armónico más, de manera que más allá de los primeros 6º la influencia es relativamente débil y de carácter general. Tal vez estas observaciones aplacarán algunas de las críticas que esta peculiaridad de nuestra lista de orbes probablemente suscitará.

La desventaja de una lista como ésta es que puede causar que uno se vuelva inflexible. Antes hablamos de una 'condición' en la aplicación de este principio para determinar qué orbes deben admitirse. La condición es esta. Cada mapa es diferente y cada aspecto es un caso distinto. No se trata de que un aspecto termine de repente cuando alcanza el límite del orbe que hemos listado, sino que como regla los aspectos con orbes más amplios quedarán relegados al fondo y se convertirán, por así decirlo, en voces tenues en el coro del horóscopo. Pero debemos reconocer que algunos aspectos son más fuertes (y algunos más débiles) en función de su posición en el horóscopo. Algunos, a pesar de todo, concordarán con otros factores en el horóscopo y así incrementarán las tendencias existentes, mientras que otros serán bastante diferentes de los factores más importantes y quedarán totalmente eclipsados. El buen astrólogo ya sabe esto.


Tal vez sea aún más importante el hecho de que algunos horóscopos presentan muy pocos aspectos, y esto no es necesariamente una condición debilitante. Significa, no obstante, que los pocos aspectos que están ahí se convierten en los canales de toda la fuerza vital e incluso aquellos con orbes amplios según la consideración ordinaria llegan a ser importantes. Tales cartas son a menudo más fáciles de interpretar, por su concentración en unas pocas líneas de desarrollo bien definidas. 


Consideremos por ejemplo el horóscopo del poeta Shelley[*2] mostrado en la fig. 63.
[*2] Esta carta es para la hora registrada de 10:00 p.m. del 4 de Agosto de 1792, Horsham, Sussex, pero yo creo que el verdadero Ascendente cae al final de Aries, y que el nacimiento tuvo lugar 15 ó 20 minutos antes.
Horóscopo de P. B. Shelley
según la hora de nacimiento registrada, 10 p. m., 4 de agosto de 1792, Horsham, Sussex. (el verdadero Ascendente está probablemente al final de Aries).

Pocas veces se encuentra una carta con tan pocos aspectos. Hay trígonos y una oposición a Plutón, pero los aspectos realmente importantes son los enormemente poderosos quintiles entre Sol-conjunción-Venus y Marte-conjunción-Júpiter que le otorgan su tremendo poder mental y su turbulento fervor poético, dándole un aire de 'ángel rebelde' - y el septil de Mercurio-Neptuno que tanto eleva la inspiración. A éstos debemos añadir los de 24º y 48º de orbe amplio que conectan a Mercurio con el grupo de quintiles, porque aunque su orbe es mayor que el que nuestra lista asigna como apropiado para estos aspectos, en un mapa como éste juegan claramente un papel clave en el suministro de una salida para la energía de esos quintiles. Lo mismo se puede decir en términos más generales de los amplios aspectos de biquintil y quincuncio a la Luna en Piscis.

Otra ventaja de disponer de un principio definido a partir del cual juzgar los orbes es que nos permite movernos con confianza en la esfera de los micro-aspectos que resultan de divisiones del círculo por números mayores que, digamos, 20. Uno de estos aspectos que debe ser importante es el de la 27ava parte del círculo (3 x 3 x 3), aunque no sepamos bien como interpretarlo por ahora. Es un ángulo de 13 1/3º y sus múltiplos. Uno dudaría en utilizar este aspecto, porque se repite 26 veces en el círculo, además de la conjunción. Pero si aplicamos la regla acerca de los orbes dada más arriba, su ocurrencia no será ni más ni menos común en un horóscopo que la de cualquier otro aspecto. En este caso el orbe será sobre 12º / 27 = 27' ó 15º / 27 = 33' - digamos medio grado. Como los demás aspectos, su acción será más pronunciada cuando el orbe sea más pequeño.

Otra cuestión que probablemente se convierta en un foco de interés a la luz de la idea de los armónicos es el simbolismo de los aspectos basados en las divisiones del círculo por números primos, como 11, 13, 17 y así sucesivamente. Éstos requieren una medida mayor de investigación en el simbolismo de los números de la que parece haberse llevado a cabo de un modo verdaderamente filosófico en los tiempos modernos, aunque es posible que haya estudios valiosos de los que el autor no tiene conocimiento.

En relación con estos números dependemos a menudo de imágenes sugeridas por ideas anteriores. Por ejemplo, los filósofos antiguos decían que el once era un número de 'exceso' porque va más allá de la perfección del número diez. No puedo decir lo que hay de valioso en esta idea, aunque un estudiante ha llamado mi atención hacia dos cartas de alcoholicos donde el ángulo Luna-Neptuno cae en la serie de aspectos del once (múltiplos de 32º 44' aproximadamente).
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Continúa en Nueva luz sobre los aspectos (2)

Otros textos de Addey sobre el mismo tema:


Armónicos en el círculo de los aspectos (1)
Armónicos en el círculo de los aspectos (2)


© 1976, John Addey, por el texto original en inglés.
© 2011, Julián García Vara, por la traducción.



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