viernes, 9 de noviembre de 2012

Muertes naturales


Al final de la entrada anterior tuvimos ocasión de comprobar que la clave de dirección 840 que mueve los planetas a razón de 0º 25' 43" por año se muestra más relevante que las claves 360 y 1440 en el momento de la muerte, sobre todo cuando ésta se produce por causas naturales (vejez, enfermedad). Vimos también que esa especial relevancia de la clave 840 depende más de cuáles son los planetas natales que reciben las direcciones que de cuáles son los planetas dirigidos que las forman. La figura 8 contiene información detallada del modo en que se distribuyen las direcciones entre los diez planetas en la categoría de muertes naturales.

Figura 8. 
Direcciones observadas en 138 casos de muerte natural

Los datos correspondientes a cada una de las tres claves se reparten en dos columnas, una que recoge la distribución de las direcciones recibidas por los planetas natales o radicales (R) y otra que nos detalla la distribución de las direcciones formadas por los planetas dirigidos (D). Cada una de las secciones coloreadas en el interior de una columna corresponde al planeta marcado con el mismo color en el margen derecho del gráfico y la cifra alojada en el interior de cada sección nos indica el porcentaje de desviación positiva o negativa respecto de la media. La longitud de cada columna equivale a la suma de todas las desviaciones y nos da una idea intuitiva de la intensidad de la respuesta a cada una de las claves. 

La Luna es el planeta más activo por la clave 840, ya que no sólo se destaca como el planeta dirigido que más direcciones forma (+21%) sino que comparte con el Sol y con Plutón el segundo lugar entre los planetas natales que más direcciones reciben (+11%). La Luna también se hace notar algo en la clave 360, pero con una intensidad que se reduce a un tercio de la que exhibe por la clave 840. En la clave 1440, por el contrario, da valores normales (R +1) o por debajo de la media (D -7). 

La respuesta amplificada de la Luna en la clave 840 sugiere que entre el planeta y la clave puede existir algún tipo de relación especial. Es posible que esta clave de dirección tenga una naturaleza cualitativa semejante a la de la Luna o, por el contrario, -puesto que el efecto observado es la muerte- difícil de conciliar con ella. Podemos observar que, después de la Luna, el segundo planeta que más direcciones forma por esta clave es Neptuno (+15%) y el tercero es Venus (+8%). La Luna, Neptuno y Venus son considerados por la mayoría de los astrólogos como los tres planetas más femeninos, queriendo significar con este término que cuando estos planetas son fuertes en un tema natal la persona se distingue más por su receptividad, su capacidad de adaptación, su sensibilidad y una actitud más bien pasiva o contemplativa que por las cualidades opuestas de iniciativa o respuesta enérgica. En la muerte, el cuerpo físico queda reducido a un estado de pasividad extrema; el corazón deja de latir, la respiración se interrumpe, todos los miembros pierden su capacidad de movimiento, todos los órganos cesan su actividad. El cuerpo no ofrece ya resistencia alguna a cualquier tipo de acción que se quiera ejercer sobre él, queda a merced del fuego o de otras formas de vida que puedan sacar provecho de sus restos. Si la muerte es consecuencia del envejecimiento o de alguna prolongada enfermedad la capacidad de movimiento se va perdiendo lentamente, hasta postrar al enfermo en su lecho de muerte. No es de extrañar que la Luna marque un periodo en el que la persona se ve obligada a guardar cama o vivir confinada en su hogar o en un hospital, en situación de dependencia respecto de sus familiares o cuidadores. La Luna obtiene valores por encima de la media en cinco de las seis columnas.

Marte es el único planeta cuyas desviaciones quedan por debajo de la media en todas las columnas. Esta escasa participación de Marte en el conjunto de las direcciones vigentes en la fecha de la muerte por cualquiera de estas tres claves sugiere que su intervención en esta clase de direcciones debe favorecer el mantenimiento de la salud. Marte se asocia con energía y actividad y son bien conocidos los efectos favorables que tiene sobre la salud y la longevidad el desarrollo de cualquier tipo de actividad no excesiva que evite el anquilosamiento físico o mental.

Neptuno es el planeta que recibe menos direcciones en los casos de muerte natural no sólo por la clave 840 sino también por cualquiera de las otras dos. En la clave 840 se registra la diferencia más acusada (-35%), pero ésta es también la única clave en la que Neptuno presenta una desviación positiva como planeta dirigido. Parece claro que la muerte es más improbable cuando Neptuno natal está activado por algún planeta dirigido. La pregunta sería ¿qué característica de Neptuno puede ser esa cuya merma por la ausencia de direcciones estimulantes deja a la persona más expuesta al riesgo de sucumbir a una grave enfermedad o debilitar su fuerza vital?  Una posible respuesta es que la ausencia de direcciones sobre Neptuno natal puede favorecer una depresión o funcionamiento alterado del sistema inmunitario, dado que este sistema ha sido relacionado con Neptuno por algunos astrólogos contemporáneos. El sistema inmunológico tiene dos funciones principales: reconocer sustancias extrañas al cuerpo y reaccionar contra ellas. Si una cualquiera de estas dos funciones se ve alterada, el cuerpo queda desprotegido frente a los agentes patógenos.

Es interesante hacer notar que en los casos de víctimas de asesinato también se observa este mismo déficit de direcciones sobre Neptuno natal por cualquiera de las tres claves investigadas. Está claro que las víctimas de homicidio no sucumben a una alteración del sistema inmunitario, pero hay aquí un paralelismo que vale la pena señalar. La incapacidad del organismo para detectar una sustancia extraña o reaccionar frente a ella es comparable a la incapacidad de una víctima de homicidio para detectar a tiempo una amenaza criminal o reaccionar frente a ella. 

En los suicidios, sin embargo, las direcciones recibidas por Neptuno natal superan la media en un 16% por la clave 840 y en un 11% por la clave 1440. Por lo tanto, aquí Neptuno está sobreestimulado. A nivel orgánico, esto podría provocar un error diferente del sistema inmune, el de no reconocer como propias algunas sustancias o células sanas y arremeter contra ellas. ¿Y qué otra cosa hace un suicida que acabar con todas las células sanas de su propio organismo de una vez, como si no pudiera ya reconocer su propio cuerpo como un aliado y lo percibiera como un agente extraño? 

Urano es el planeta natal que más direcciones recibe por las claves 840 y 360 y el que menos direcciones hace por la clave 840. El dato está ahí y no puedo ocultarlo, pero por ahora no tengo ninguna explicación para esto.

En la figura 9 se registran de nuevo los porcentajes de desviación respecto de la media, pero ahora sin tener en cuenta si el planeta hace o recibe la dirección.

Figura 9. 
Direcciones observadas en 138 casos de muerte natural

Lo interesante de este nuevo gráfico es que muestra la semejanza de la distribución de desviaciones en las tres claves, sobre todo en la parte derecha de la imagen. Esto apoya la idea de que las tres claves de dirección son válidas, puesto que a pesar de las diferencias de velocidad producen resultados similares. El coeficiente de correlación entre las claves 360 y 840 es de 0,41, entre las claves 360 y 1440 es de 0,32 y entre la clave 840 y la 1440 de 0,18. En todos los casos se da una correlación positiva, aunque no muy marcada. Tampoco sería razonable esperar una semejanza mucho mayor si tenemos en cuenta las diferencias de intensidad y los matices cualitativos que presumimos pueden introducir cada una de las claves. Sin embargo, estas correlaciones positivas sólo se dan en la categoría de muertes naturales. En las muertes violentas se alternan correlaciones positivas y negativas. 

© 2012, Julián García Vara



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