En las tres últimas entradas de este blog nos hemos ocupado de ciertos detalles de la sinastría de Venus desde un punto de vista meramente estadístico. Pese a que el tratamiento cuantitativo de datos no suele ser la forma más atractiva de abordar el tipo de cuestiones que normalmente interesa al público sensible a la astrología, este modo de trabajo nos ha proporcionado no solamente información útil, sino también la excitante experiencia del descubrimiento de lo inesperado.
Haremos, no obstante, un paréntesis en la revisión de los datos estadísticos para proponer una técnica auxiliar de estudio astrológico de relaciones de pareja o de relaciones humanas en general. Pero nos mantendremos en el mismo marco conceptual que ha guiado toda nuestra investigación anterior hasta este punto: la Teoría Armónica y sus aplicaciones en la práctica de la Astrología.
Como nos recuerda Ronald Davinson,
la comparación de los horóscopos se conoce como 'sinastría', del prefijo griego syn, que tiene el significado de "conjuntar mutuamente", y de astron, que significa "estrella". [Ronald Davinson, Sinastría, p.11]La sinastría es, por tanto, el estudio de las diferentes maneras en que dos personas pueden integrar o poner en común sus astros, no solamente los de nacimiento, sino también los progresados o dirigidos. Entendida de esta manera, abarca un amplio abanico de técnicas. Probablemente las tres más utilizadas son la comparación directa o incrustación, la Carta Compuesta y el Horóscopo de Relación de Davinson. Pero hay otras, como el horóscopo de relación de Alexander Marr, las comparaciones cruzadas de cartas tropicales y dracónicas (o nodales, en general) y las que ponen en juego cartas armónicas fraccionarias, por citar sólo algunas.
La comparación directa o incrustación consiste en tomar cada planeta de la carta natal de una persona y situarlo directamente dentro de la carta natal de otra persona, para ver su nuevo emplazamiento por casa y sus nuevos aspectos con los planetas de la carta en la que se incrusta. Esta ha sido la técnica utilizada en nuestra investigación estadística de contactos entre planetas natales de personas casadas entre sí, excepto por el hecho de que no hemos tenido en cuenta la ubicación por casa de tales planetas.
La Carta Compuesta es el producto del cálculo de los puntos medios de los planetas y las cúspides de las casas de dos cartas natales diferentes. La carta así obtenida no refleja ninguna configuración astronómica realmente existente en el cielo en ningún momento, sino un simple esquema matemático-simbólico de los puntos de convergencia zodiacal de los pares de factores idénticos procedentes de las dos cartas estudiadas.
El Horóscopo de Relación de Davinson, por el contrario, sí que muestra configuraciones astronómicas realmente existentes, pero que no se corresponden con la fecha natal de ninguna de las dos personas, sino con una fecha intermedia que queda equidistante de las fechas de nacimiento de ambos. En caso de que hayan nacido en lugares diferentes se utilizan las coordenadas geográficas intermedias entre las correspondientes a los dos lugares de nacimiento reales.
Todos estos procedimientos merecen, por igual, la denominación de "técnicas de sinastría", pero si hay alguno que encaje de manera menos perfecta que los otros en el concepto ideal de la palabra, según sus raíces etimológicas, es, sin duda, el primero. En la comparación directa o incrustación no se realiza ningún proceso de convergencia, sino que cada carta conserva inmutables sus posiciones planetarias originales, así como también sus cúspides de casas. Por tanto, los dos individuos permanecen separados, fieles sólo a sí mismos, y la información que obtenemos de este tipo de comparación de cartas nos da, por así decirlo, únicamente una medida de hasta que punto una persona puede seguir siendo ella misma, a pesar de la presencia de la otra.
En las Cartas Compuestas, sin embargo, los planetas se buscan hasta encontrar un punto de encaje, y en el Horóscopo de Relación de Davinson los tiempos y los espacios natales de cada persona se buscan en otro tiempo y en otro espacio comunes. Ambas técnicas realizan mejor que la primera el concepto de fusión, puesta en común, convergencia o punto de reunión implicado en el prefijo griego syn de la palabra sinastría.
Por desgracia, Liz Greene ha contribuido a propagar la confusión conceptual y terminológica en el ámbito de las relaciones interpersonales, contempladas bajo una mirada astrológica, al hacer despreocupadamente afirmaciones del siguiente calibre:
La carta compuesta no parece describir lo que cada persona siente por la otra. De esta manera, es muy diferente a la sinastría, la cual describe la química existente entre dos personas en términos de cómo se modifican mutuamente. Cuando exploramos la sinastría de una relación, decimos 'tu Venus está sobre mi Marte. Tu activas mi Marte y obtienes una respuesta marciana de mí, y yo activo tu Venus e invoco en ti una respuesta venusina. Así sentimos de una cierta forma el uno por el otro'. Cuando miramos la carta compuesta, no estamos explorando lo que cada persona activa en la otra o siente por la otra. Estamos interpretando el campo de energía que se genera entre ellas.[subrayado mío](http://www.astro.com/astrologia/in_composit_s.htm)Es evidente que aquí Liz Greene está reservando la palabra 'sinastría' para el procedimiento que más arriba he denominado de incrustación o comparación directa, y la contrapone a la Carta Compuesta, como si ésta no fuera una auténtica técnica de sinastría. En este punto, Davinson pone las cosas en su sitio, al incluir su Horóscopo de Relación en un lugar destacado dentro de su trabajo titulado precisamente Sinastría.
Reflexionando sobre la relación entre las cartas compuestas de puntos medios y los armónicos caí en la cuenta de algo que tiene que ver con las transformaciones de arcos de Williamsen. Recordemos que una carta de transformación de arco es el armónico (normalmente fraccionario) que deja en conjunción exacta a dos planetas cualesquiera de una carta natal. Se obtiene mediante la fórmula:
H = 360 / (P2 - P1)
donde P2 es la longitud en grados absolutos del planeta más adelantado en el zodiaco, P1 es la longitud en grados absolutos del planeta menos adelantado y H es el número del armónico que deja a los dos planetas en conjunción exacta.
Nada nos impide, por otra parte, tomar cada uno de los dos planetas de una carta diferente. En tal caso, el resultado no será una sola carta armónica, sino dos, una para cada persona, pero ambas con el mismo número armónico. Si comparamos directamente estas dos cartas armónicas, veremos que los dos planetas usados para definir el arco quedan exactamente en la misma posición. Ese armónico es, por tanto, el que define las condiciones en las que es posible fusionar las energías de esos dos planetas o alcanzar un grado de convergencia o entendimiento entre los dos.
De esta manera, acabamos de definir una nueva técnica de sinastría: las transformaciones de arcos cruzados entre pares de planetas procedentes de cartas natales diferentes. Puesto que partimos de dos cartas distintas, podemos usar el mismo planeta de ambas para calcular una trasformación de arco. En teoría, al menos, una carta de transformación de arco basada en la posición natal de Venus de dos personas debería proporcionar información útil acerca de las posibilidades de entendimiento en cuestiones amorosas, corteses, estéticas o placenteras. Como esta es una idea todavía bastante nueva para mí, no he tenido aún ocasión de verificarla suficientemente. He mirado, no obstante, estos arcos en una veintena de parejas y lo que he visto hasta ahora me resulta más que prometedor. En varias de ellas, el armónico que pone a Venus de ambos en la misma posición provoca también contactos entre las luminarias de uno y otro que no existían en las cartas originales, especialmente conjunciones y oposiciones entre Sol/Sol o Sol/Luna. Otras veces los contactos son entre una luminaria y un planeta personal, o bien entre dos planetas personales. También he observado que suelen darse notables coincidencias entre las posiciones de los planetas en la carta de transformación del arco de una de las dos personas y en la carta natal original de la otra.
Aunque en las relaciones de pareja los arcos de Venus casi siempre tienen algo importante que contarnos, no debemos limitarnos sólo a ellos. Creo conveniente mirar, al menos, siete transformaciones de arcos: Sol-Sol, Luna-Luna, Venus-Venus, Marte-Marte, Mercurio-Mercurio, Sol-Luna y Luna-Sol, y, si se dispone de tiempo, ir probando con las demás combinaciones de planetas personales, o incluso con los planetas más lentos.
En cuanto a la relación entre las cartas compuestas de puntos medios y las transformaciones de arcos a la que he aludido más arriba, se trata de lo siguiente. Si un planeta A se encuentra en el punto medio de otros dos, B y C, la carta de transformación del arco BC contendrá al planeta A en oposición a BC. Por tanto, si una persona tiene Venus en su carta natal a, digamos, 15º de Aries y otra tiene Venus a 15º de Géminis y Saturno a 15º de Tauro -que es el punto medio de ambos Venus-, la carta de transformación de los arcos de Venus para la segunda persona dejará a Saturno (en 0º de Capricornio) en oposición a Venus de ambas (en 0º de Cáncer). Esto sugiere que las cartas compuestas de puntos medios están más relacionadas con oposiciones armónicas que con conjunciones armónicas. Los verdaderos puntos de fusión no estarían, pues, en los puntos medios, sino en los lugares de conjunción de las cartas de transformaciones de arcos.
Todavía debemos añadir una cosa más. El número del armónico obtenido a través de la fórmula enunciada más arriba es solamente el de la primera carta armónica en la cual los dos planetas se ponen en conjunción, pero también estarán en conjunción en todos los armónicos que sean múltiplos exactos del primero. Puede merecer la pena examinar unos cuantos de estos múltiplos, que contienen oportunidades alternativas de convergencia.
Caso práctico: los Príncipes de Asturias
La técnica de las cartas de transformaciones de arcos aparece ya implementada en los principales programas profesionales de cálculos astrológicos, pero no he visto todavía ninguno que permita aplicarla sobre planetas tomados de dos cartas diferentes. Necesitaremos, por tanto, hacer algún trabajo de cálculo manual, pero con ayuda de las opciones ya disponibles en algunos de los programas y con un poco de práctica podremos obtener este tipo de cartas con una inversión mínima de tiempo y esfuerzo.
El número del armónico a utilizar estará en proporción inversa al tamaño del ángulo entre los dos planetas. Si este ángulo es muy pequeño, tendremos que utilizar un armónico muy alto. Pero debemos recordar que cualquier imprecisión en las posiciones de partida se multiplicará por el número del armónico. Por tanto, debemos tomar dos precauciones. La primera, asegurarnos de que las horas de nacimiento son lo suficientemente fiables; y la segunda, utilizar preferentemente programas de alta precisión en los cálculos, a ser posible con las Swiss Ephemeris incorporadas y activas.
Vamos a explicar a continuación cómo podemos aprovechar las posibilidades que nos ofrece el programa Astrolog32 para conseguir este tipo de cartas. Usaremos los datos natales de los príncipes de Asturias, doña Letizia Ortiz y don Felipe de Borbón y Grecia.
En primer lugar, introducimos los datos natales de Letizia mediante la opción Enter/Edit Main Chart Data del menú desplegable Edit. En este caso la fecha es 15 de septiembre de 1972 a las 17h 24m GMT, Oviedo, 43N22, 5W50. A continuación introducimos los datos natales de Felipe mediante la opción Enter/Edit Chart #2 Data del mismo menú (30 de enero de 1968, 11h 38m GMT, Madrid, 40N24, 3W41).
Ahora nos interesa disponer de las longitudes eclípticas de los planetas en grados absolutos y expresiones decimales. Para ello sólo tenemos que desplegar el menú Settings y escoger la opción Chart Settings. Se abrirá una ventana que en su mitad inferior derecha contiene un cuadro de diálogo titulado Display Format. Ahí debemos marcar la tercera opción (Longitude 360 decimal degrees).
De momento sólo podemos ver la carta introducida en primer lugar, la de Letizia. La posición de Venus está listada a la derecha como 128.1809910. Si pulsamos ahora la combinación de teclas Alt + C podremos ver ambas cartas superpuestas, pero los datos listados a la derecha serán ahora los de la segunda carta introducida, la de Felipe, cuyo Venus se encuentra a 274.5846258.
Debemos restar ahora estos dos valores de Venus, colocando siempre el más elevado en primer lugar:
274.5846258 - 128.1809910 = 146.4036348
El resultado es el arco entre las dos posiciones de Venus. El armónico que necesitamos se obtiene dividiendo 360 por el valor de ese arco:
360 / 146.4036348 = 2.458955
Una vez obtenido el valor del armónico, desplegamos otra vez el menú Settings y escogemos ahora la opción Calculation Settings. En el cuadro Harmonic Chart Factor introducimos el nuevo valor de armónico ( 2.458955 ), teniendo cuidado de no separar la parte entera de la decimal con comas, porque en ese caso el programa ignorará todo lo que va después de la coma. En lugar de eso usaremos un punto.
Pulse sobre el gráfico para verlo ampliado
Esta es la rueda doble de las cartas de transformación del arco de Venus para los príncipes de Asturias. Las dos cartas quedan engarzadas por la posición común de Venus. Si Venus no ocupara el mismo lugar en ambas cartas significaría que hemos cometido algún error en los cálculos o hemos dado algún paso en falso. Como ya no tenemos que calcular nada más, podemos volver a poner las posiciones de los planetas en formato sexagesimal relativo a signos. Para ello volvemos al menú Settings, opción Chart Settings y marcamos ahora Longitude: zodiac position en el recuadro Display format. Como no podemos ver en la columna de datos de la derecha las posiciones de los planetas de ambos simultáneamente, debemos alternar las cartas pulsando C o Alt + C alternativamente.
Vemos que la convergencia armónica de los Venus de ambos lleva aparejada la reunión adicional de la Luna de Felipe con el Sol de Leticia, quedando la primera a 6º 03' de Géminis y el segundo a 5º 17' del mismo signo. Este es un contacto muy importante que no existía en las cartas natales originales y que sólo en esta carta dominada por Venus se hace posible. También encontramos aquí una oposición de Marte de Felipe a Venus de Leticia, un aspecto que aumenta el grado de atracción y que no estaba tampoco presente en las cartas natales originales. Los Saturnos de ambos se ponen aquí en oposición, pero en el primer múltiplo de este armónico los dos Saturnos se reúnen en una conjunción.
Cabe destacar, además, que el lugar del zodiaco en el cual se reúnen los Venus de ambos es 15º 12' de Acuario, muy cerca del punto medio Sol/Luna de la carta natal de Felipe que queda a 14º 40' de Acuario y, al mismo tiempo, en conjunción con ambas luminarias.
Tranformación de arcos de Venus
para los príncipes de Asturias
rodeando a las cartas natales de ambos.
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Puede leer más sobre transformaciones de arcos en los artículos siguientes:
Transformaciones de arcos
Transformaciones de arcos en acción
Arcos viables y arcos inviables
© Julián García Vara, septiembre 2011
Gracias por la información Julián, estoy aprendiendo ahora algo más de las sinastrías y querría hacerla con la pareja que tengo actualmente para conocer algo más de nuestro futuro y de él... Muy útil
ResponderEliminarmarlaskones de verde: ruben villalba carnero, jose antonio carnero vazquez
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