miércoles, 1 de septiembre de 2010

Otros números armónicos



Hasta ahora he publicado en este blog mi traducción de los capítulos que David Hamblin dedica a los armónicos 4, 5, 7 y 9 en su libro Harmonic Charts. A New Dimension in Astrology. Retrocedimos después hasta el capítulo 2, donde Hamblin nos explica las razones por las que considera a esos cuatro armónicos como los más útiles para la interpretación. Ahora daremos un gran salto adelante, hasta el capítulo 20, en el que Hamblin hace una revisión general de otros números armónicos y termina aconsejando la incorporación de, al menos, dos armónicos más, el A11 y el A3.

Es posible que algunos lectores, especialmente aquellos que no gustan de la llamada "astrología psicológica", hayan encontrado los textos de Hamblin un tanto vagos, simples, reiterativos y quizás no demasiado útiles. En ocasiones sus interpretaciones parecen algo forzadas o -como suele decirse- "muy traídas por los pelos". Incluso podría afirmarse -aunque parezca un contrasentido- que a veces peca al mismo tiempo de fantasioso y de falta de imaginación. De lo uno, porque es capaz de ver casi cualquier cosa en casi cualquier carta; de lo otro, porque se aferra a una pocas ideas preconcebidas y se limita a buscar una confirmación de esas ideas en cada nueva carta que encuentra. Si alguien considera que estoy siendo un tanto injusto con Hamblin, debe saber que él mismo algunos años más tarde opinó de forma parecida sobre su propio estilo de pensamiento astrológico. Esto le hizo sentirse tan incómodo que optó por abandonar la astrología, a pesar de que ésta le había tributado los honores de reservarle la Presidencia de la Asociación Astrológica de Londres. Como era de esperar, la "deserción" de una figura tan destacada de las "filas de la astrología" llenó de alborozo a los enemigos de la misma, hasta el punto de que actualmente Hamblin es mucho más popular -y mucho más citado- entre los autodenominados "escépticos" que entre los astrólogos.

¿Por qué, entonces, seguir publicando textos de Hamblin, si ni el propio autor los defendería ya? Hay varias razones para ello. En primer lugar, los textos de Hamblin no recogen sólo sus propias ideas, sino que están inspirados en los trabajos de John Addey, Charles Harvey, Williamsen, Seymour-Smith y otros, de difícil acceso -algunos inéditos- y de los que podemos tener alguna noticia indirecta a través de informes de Hamblin. En segundo lugar, el libro de Hamblin causó cierto revuelo en su momento, produciendo, por ejemplo, una gran excitación en Zipporah Dobyns y haciendo afirmar a Michael Harding: "El libro Harmonic Charts de David Hamblin es posiblemente la mejor fuente de información para la interpretación de todos los aspectos individuales dentro de los principales armónicos. Es de lectura obligatoria para todos los estudiantes serios" [Working with Astrology, p. 300]. Tiene, por consiguiente, un valor histórico -dentro de la todavía corta historia del desarrollo de las ideas sobre armónicos en astrología. En tercer lugar, no siempre -más bien casi nunca- el autor de un libro es el mejor crítico de su propia obra. Por otra parte, la retirada de Hamblin de la escena astrológica no tuvo que ver específicamente con su trabajo sobre armónicos, sino que se basaba en el argumento de Popper de la imposibilidad de falsar la astrología en general.

Por supuesto, el hecho de que yo esté traduciendo y publicando textos de Hamblin en mi blog no significa que me identifique con su contenido. Es más, en relación a algunos puntos controvertidos de la Teoría Armónica mantenemos posturas diametralmente opuestas. Pero, con todo, me sigue pareciendo que su trabajo tiene interés como lo que es: un conjunto de sugerencias, un tanteo provisional, una invitación a la investigación personal de los armónicos.



David Hamblin.
Cartas armónicas. Una nueva dimensión en astrología.
____________________________

CAPÍTULO 20

Otros números armónicos

(Primera parte)


Hasta ahora en este libro nos hemos concentrado totalmente sobre las cartas armónicas cuarta, quinta, séptima y novena. La elección de estos números armónicos en particular es, por supuesto, un asunto de opinión personal. En el capítulo 2 he alegado que el astrólogo practicante no tiene tiempo para trabajar con un número de cartas armónicas demasiado alto para cada natividad de la que se ocupa, y debe, por tanto, limitarse a un pequeño número de cartas armónicas que sean probablemente útiles para la interpretación; he dado mis razones para creer que las cartas A4, A5, A7 y A9 son probablemente las más útiles.

Sin embargo, puede haber lectores que quieran experimentar con otros números armónicos, bien por propósitos de investigación o porque deseen obtener una comprensión aún más profunda de una determinada carta natal. Por lo tanto, en este capítulo discutiré brevemente algunos otros números armónicos. La discusión será más bien una tentativa, ya que no tengo mucha experiencia con esas otras cartas armónicas, y se mantendrá sobre todo en un nivel teórico, tratando de conjeturar lo que esas cartas deberían significar (a la luz de lo que ya sabemos acerca del significado de ciertos números), en lugar de mostrar lo que yo he encontrado sobre su significado a través de una investigación empírica. Sin embargo, también tendré en cuenta en alguna medida los hallazgos de otros astrólogos.

Dividiré estos otros números armónicos en cuatro grupos: Dos y múltiplos de Dos; Tres y múltiplos de Tres; múltiplos de Cinco y de Siete; otros números primos más allá del Siete.


Dos y múltiplos de Dos

Los números 2, 4, 8, 16 . . . constituyen claramente una serie (2, 22, 23, y así sucesivamente). Cada uno de ellos representa el principio de la pura Dualidad en un nivel particular. En otra parte de este libro la carta del cuarto armónico (A4) fue seleccionada para representar el principio de la Dualidad pura; pero también es posible que merezca la pena considerar otras cartas armónicas de esta serie.

La carta del segundo armónico (A2) no muestra ningún aspecto que no fuera ya visible en la carta radical o en la carta A4, pero presenta los aspectos de una forma diferente. En la carta A2, las oposiciones de la carta radical se convierten en conjunciones, las cuadraturas pasan a ser oposiciones y las semi-cuadraturas se transforman en cuadraturas. La carta A2 tiene que ver con el principio de Dualidad en un nivel simple y básico, y esta Dualidad básica, según creo, está relacionada con el sentido de identidad del individuo en relación al otro, su conciencia de sí mismo como una entidad separada operando dentro de un entorno que no forma parte de él mismo. Por tanto, la carta A2 (a pesar de que no proporciona ninguna información importante que no esté en otras cartas armónicas) se puede esperar que sea especialmente reveladora del sentido de identidad personal del individuo, su relación con su entorno, y quizás también su capacidad para establecer relaciones "de uno a uno" con otras personas.

Cuando pasamos a la octava carta armónica (A8), nos movemos más allá de la carta A4 hasta un tercer nivel de Dualidad (23). La A4 es, como hemos dicho, una carta de esfuerzo: muestra los esfuerzos que hace una persona para enfrentarse a su entorno. La carta A8 va más allá de esto, y puede esperarse que muestre los resultados del esfuerzo, y por tanto es una carta de realización y de logros. En la carta A8, las semi-cuadraturas radicales se transforman en conjunciones. Estas semi-cuadraturas, como he dicho, están especialmente relacionadas con la manifestación: de modo que si una persona tiene dos planetas en una semi-cuadratura radical estará muy motivado para manifestar (o demostrar) ante el mundo que es capaz de integrar esos planetas y superar sus dificultades al hacerlo. Podemos, por tanto, estudiar la carta A8 por las indicaciones de los modos en los que el individuo se esfuerza por superar sus problemas y enfrentarse con su entorno a través de acciones visibles (manifiestas). (Sin embargo, la carta A8 contiene poca información que no esté en la carta A4. Podemos valorar el principio de manifestación a través del estudio de las oposiciones y otros aspectos "duros" en la carta A4.)

La carta del armónico dieciséis (A16) va todavía más lejos. Si la carta A8 tiene que ver con manifestación, debemos esperar que la A16 tenga que ver con los resultados de la manifestación. Charles Harvey dice que los astrólogos hindúes miran el armónico dieciséis como revelador de la "máxima manifestación concreta" del individuo, o "la más plena manifestación del individuo en el mundo material". Sin embargo debemos señalar que en esta carta A16 las cuadraturas de la carta A4 se transforman en conjunciones, y que esas cuadraturas en A4 parecen representar, a menudo, un conflicto abierto en el cual una faceta de la personalidad es proyectada sobre otra persona que es vista como "el enemigo" contra el cual debe uno pelear. El resultado de la manifestación puede ser, a menudo, un conflicto, ya que, al manifestarse uno mismo ante el mundo de una forma determinada, se puede llegar al conflicto con otra persona cuyo modo de manifestarse es diferente e incompatible. (Estoy escribiendo esto en medio de la Guerra de las Malvinas de 1982, y pensando en el conflicto que ha surgido entre Gran Bretaña y Argentina por adhesión a sus principios. Cada bando ha hecho frente a sus dilemas internos adoptando y manifestando una "posición de combate" contra el mundo exterior, y ha identificado un enemigo externo contra el que se debe luchar para mantener su propia independencia. Así es como funciona el principio de la pura Dualidad.) Por eso pienso que la carta A16 puede ser vista también como una carta de conflicto. Puede mostrar el tipo de conflicto en el que probablemente el individuo llegará a verse envuelto como resultado de sus esfuerzos por resolver sus dilemas internos y afrontar los desafíos del mundo externo.

Por supuesto, podríamos continuar la secuencia llevándola más lejos, hasta la carta A32, A64 y así sucesivamente. Pero creo que con la carta A16 hemos alcanzado el límite de lo que nos puede resultar provechoso de cara a la interpretación. A través de los aspectos de la carta A16 podemos obtener información sobre armónicos que están aún más lejos en la secuencia de la Dualidad: así, las semi-cuadraturas de la carta A16 representan conjunciones de la carta A128, que es 27. Una conjunción en el armónico 128 representa un aspecto de solamente 1º 52' en la carta radical.*

[*N.T. Creo que aquí Hamblin comete un error de cálculo. Los aspectos de la carta radical que se transforman en conjunciones en la carta A128 son los que se dan entre planetas separados entre sí por 2º 48' 45" o algún múltiplo de esta cantidad. El dato se obtiene dividiendo 360 por 128]

Podemos ir más allá y considerar aspectos aún más pequeños (28, 29, y así sucesivamente), pero dudo que merezca la pena hacer esto. A menos que creamos que la secuencia es siempre operativa y que todas las potencias de 2 son igual de significativas (por ejemplo, que 2100 y 21000 son tan significativas como 22 ), tenemos que creer que hay una reducción gradual de importancia a medida que el número armónico se incrementa, de manera que una carta armónica de un número alto tendrá menos valor para la interpretación que una carta armónica de un número bajo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario