lunes, 12 de diciembre de 2011

Rastros armónicos de un asesino en serie



El caso de Henri Désiré Landrú, condenado a muerte por el asesinato de 11 mujeres, aunque se estima que pudo cometer en torno a un centenar de crímenes impunes, es comentado por J. de Gravelaine y J. Aimé en su Manual de Astrología con las siguientes palabras:
"Es un tema de asesino que parece hecho de encargo. Ocho planetas agrupados en el signo de Aries, en la casa XII -la de la prisión, las pruebas, los secretos, la clandestinidad-, constituyen la dominante del tema. Aries es el fuego devorante; Marte, dueño de Aries, está en casa V, sector de amoríos, y en conjunción con el Dragón... (...) El Ascendente se halla en el signo venusino de Tauro: Landrú sabía hablar a las mujeres y no carecía de seducción... Pero no hay que perder de vista las insaciables necesidades financieras de Tauro, que nunca quiere privarse de nada... Plutón, dios de los infiernos, potencia del instinto, está en el Ascendente, en Tauro, en mal aspecto con Marte. Es la tendencia inquietante y neurótica del personaje. Todos los planetas que se hallan en Aries quedan en cuadratura con Urano, que está en Cáncer: un Urano explosivo que aquí libera las pulsiones más inconscientes. Sólo Saturno presenta buen aspecto, en la casa VIII, sector de la muerte. Es dueño de la casa X, la que decide el éxito. Después de todo, si Landrú no vivió su Saturno en plan de longevidad, al menos lo vivió en plan de celebridad... ¡y de gloria póstuma! (...) Aquí, en la casa XII, donde están aprisionadas las pulsiones más violentas, la conjunción múltiple significa un verdadero barril de pólvora. Bastará que alguien arroje una cerilla -en este caso, Marte-Dragón en la Vª, una bonita joven dotada de algunas economías-, para que se apodere del hombre la locura. Habría mucho que decir acerca de los problemas psicológicos de Landrú (conjunción Venus-Neptuno-Sol-Luna Negra-Luna-Júpiter), cuya imaginación erótica necesitaba sin duda extraños estímulos...pero nos saldríamos de nuestro tema" (Gravelaine-Aimé, Manual de Astrología, pp. 161-163)

Este comentario de Gravelaine-Aimé señala, en efecto, los detalles más significativos de la carta natal de Landrú, aunque en un tono algo exagerado y con la ventaja de saber de antemano que se trata de la carta de un asesino en serie. Menciona ocho planetas en Aries, a pesar de que sólo hay seis, y parece estar contando entre ellos a la Luna Negra, que en realidad está en Piscis. Es verdad que Quirón -que no aparece en el gráfico- también está en Aries (a 1º 12') y con él ya serían siete, pero cuando se publicó el texto original Quirón todavía no había sido descubierto. Carga las tintas sobre los planetas y aspectos tradicionalmente considerados maléficos o tensos, pero se olvida de mencionar la abundante presencia en esta carta de otros aspectos que la tradición clasifica como benéficos, tales como las conjunciones de Venus y de Júpiter con las luminarias o el juego de Grandes Trígonos que enlaza a cinco o seis planetas, dependiendo del orbe. La conjunción de Júpiter con el Sol, en particular, expone a quien nace con ella al peligro del autoendiosamiento, a creerse con derecho a todo y a proclamarse inocente de las consecuencias de sus excesos. Landrú mantuvo hasta el final su inocencia y sólo años después de su ejecución se encontró una carta en la que admitía ser el autor de los crímenes. 

Hay otros aspectos que pueden tener importancia, a pesar de que casi nunca se tienen en cuenta: los antiscios y contrantiscios. Los primeros son puntos que quedan a la misma distancia del eje Cáncer-Capricornio, desde lados opuestos. Los segundos son puntos que quedan a la misma distancia del eje Aries-Libra, desde distintos hemisferios. El punto opuesto al antiscio de un planeta es su contrantiscio. Una forma rápida de localizarlos es calcular el armónico -1 (uno negativo), porque en ese armónico los planetas ocuparán directamente los lugares de sus respectivos contrantiscios. Los puntos de oposición a los planetas del armónico -1 serán sus antiscios. Si quisiéramos ver los contrantiscios de, digamos, el armónico 7, podríamos calcular el armónico -7.

Armónico -1 de Landrú

En el armónico -1 de Landrú encontramos a Plutón a 14º 02' de Acuario, en el mismo grado que el Nodo Sur de la Luna y en oposición con Marte de la carta natal. Por tanto, el antiscio de Plutón estará a 14º 02' de Leo, en el mismo grado que el Nodo Norte de la Luna y en conjunción con Marte. El contrantiscio de Marte queda a 13º 08' de Escorpio, en conjunción al Descendente natal. Por tanto, el antiscio de Marte estará a 13º 08' de Tauro, en conjunción al Ascendente natal. El contrantiscio de Urano es 16º 28' de Sagitario, que es el mismo grado ocupado por Saturno en la carta natal. El contranstiscio de Venus es 14º 45' de Piscis, que es el mismo grado ocupado por la Luna Negra en la carta natal.

De esta forma, hemos encontrado una nueva serie de contactos potencialmente problemáticos no visibles en primera instancia en la configuración de aspectos de la carta natal: Venus-Luna negra en cúspide de la casa XII, Saturno-Urano en casa VIII, Marte-Ascendente-Descendente, Plutón-nodos de la Luna y Marte-Plutón que además de estar en cuadratura también están en antiscio.

Debido a esta relación entre los contrantiscios y los armónicos negativos algunos programas (por ejemplo, el Solar Fire) incluyen las cartas de antiscios y contrantiscios directamente en el interior del menú Harmonics. Sin embargo, no permiten el cálculo directo de un armónico negativo.

La carta heliocéntrica natal de Landrú no presenta un aspecto tan impresionante como su carta geocéntrica. El número de planetas en la casa 12 se ha reducido a la mitad y ha desaparecido la estructura de grandes trígonos. Saturno se encuentra ahora más cerca de la cúspide de la casa 8, aunque no podemos afirmarlo con seguridad, porque la carta ha sido calculada a partir de una hora en punto sin rectificar. 

Carta natal heliocéntrica de Landrú

Al trazar aspectos cruzados entre ambas cartas encontramos algunos detalles interesantes. Venus heliocéntrico está en el grado 5 de Aries, que es el grado ocupado por Mercurio en la carta geocéntrica. Aunque ambos planetas están ya en conjunción en la carta geocéntrica, el orbe de 10º 06' que tienen allí se reduce a 0º 15' en la conjunción cruzada. Creo que gran parte de su poder de seducción procede de este doble contacto, que le permite hablar de un modo encantador, educado y cortés, manteniendo ocultas sus intenciones últimas (casa 12). En la carta geocéntrica, Marte y Saturno ocupan el grado 16 de Leo y Sagitario respectivamente, mientras que en la carta heliocéntrica Plutón y Urano ocupan el grado 16 de Tauro y Cáncer respectivamente. De este modo se forman aspectos cruzados muy exactos entre los cuatro planetas.

Si alguien ha tenido la santa paciencia de leer todo lo que he ido publicando en este blog desde el principio tal vez recuerde que en el artículo titulado Armónicos planetarios propuse completar el enfoque de Greig sobre el tipo de cartas a que alude ese título de varias maneras:
  1. Aplicándolo también a las cartas heliocéntricas.
  2. Calculando también las cartas dextrógiras o, lo que es lo mismo, usando como base del cálculo el arco complementario.
  3. Generando series de múltiplos de la primera.
  4. Añadiendo una unidad tanto a la primera como a cualquier otra carta de una serie de múltiplos para obtener otra serie paralela de revoluciones armónicas.
Como en astrología el valor de una teoría se mide por los resultados que es capaz de producir vamos a aplicarla al caso que nos ocupa. Usaremos para ello la hoja de cálculo que presenté en el artículo Arcos con hoja de cálculo. Al introducir las posiciones de los planetas natales de Landrú en los lugares apropiados de la hoja de cálculo, ésta nos proporciona, entre cartas geocéntricas y heliocéntricas, levógiras y dextrógiras, los números armónicos necesarios para calcular 40 cartas de armónicos planetarios y otras tantas de primeras revoluciones armónicas. Ciertamente son muchas cartas y tomarlas todas en cuenta nos expone a la crítica de estar dando al azar demasiadas oportunidades de producir cartas que se ajusten más o menos a nuestro caso, tanto más si seleccionamos "las que mejor encajan" y nos olvidamos de las demás. Soy consciente de que ese es el punto débil o controvertido de la multiplicación de cartas por métodos armónicos. Todo lo que puedo decir es que tras haber mirado muchas cartas de este tipo en relación con diferentes personas y sucesos he encontrado muy pocas tan impactantes como algunas de las de Landrú. Consideremos, por ejemplo, su primera revolución armónica de Plutón heliocéntrico, que se da en el armónico 8,74992, tal como se indica en la casilla K39 de la pestaña 1 carta hc de la hoja de cálculo.

Landrú. Primera revolución armónica de Plutón heliocéntrico

Esta carta es, por definición, la primera armónica en la cual Plutón vuelve a ocupar la misma posición que tenía en la carta natal (heliocéntrica). Nos lo encontramos ahora estrechamente alineado con Saturno, Marte y Venus. Una configuración muy fuerte, tanto por la naturaleza intrínseca de los planetas implicados como por su proximidad. El planeta del amor y la galantería (Venus) aparece custodiado por los tres planetas con mayor poder de destrucción. Aunque Plutón, Saturno y Marte enfocados hacia fines loables pueden formar una alianza muy poderosa, capaz de sobreponerse a todos los obstáculos, de resistir las condiciones más adversas, de mantener el esfuerzo más sostenido y llevar a feliz término los trabajos más duros, pueden también, sin embargo, constituir el más pavoroso engranaje de demolición si se enfocan hacia fines censurables. La agresividad de Marte está controlada por la sangre fría de Saturno y excitada por la crueldad a la que puede llegar Plutón, todo ello disimulado con las buenas maneras de Venus o envuelto en un clima de voluptuosidad. Este singular "grupo escultórico" se aloja en la casa primera, lo que indica que se volcará en la persecución de su propio interés personal. Sabemos que Landrú se ofrecía en anuncios de contactos "para fines serios" a mujeres que habían quedado viudas como consecuencia de la Primera Guerra mundial y escogía entre las que respondían a las que eran dueñas de un capital. Entonces las convencía para que lo pusieran en sus manos y después las mataba, las descuartizaba e incineraba sus cadáveres en un horno. 

Por otra parte, como esta carta es una revolución de Plutón, todos sus planetas están teñidos de características plutonianas. Plutón no es un planeta cualquiera. En su aspecto menos amable es el planeta de la muerte, la crueldad y la destrucción implacable. Sus revoluciones son las primeras que habría que mirar en casos como el que nos ocupa.

Otra carta muy semejante a ésta es la correspondiente a la transformación del arco heliocéntrico Plutón-Venus, que se da en el armónico 8,7693 y lleva aparejada la conjunción Saturno-Marte correspondiente a la segunda transformación del arco entre estos dos planetas (8,7820).

El mismo "grupo escultórico" es el protagonista de otras dos revoluciones armónicas heliocéntricas prácticamente iguales: la de Urano (levógira) y la de Saturno (dextrógira). La coincidencia de estas dos revoluciones se debe a que ambos planetas están en contrantiscio en la carta natal. Por tanto, ambos están aproximadamente a la misma distancia del cero de Aries, pero en distintos lados de la carta, y necesitan más o menos el mismo número de armónicos para completar una vuelta al zodiaco en sentidos opuestos. Curiosamente el número del primer armónico que deja a estos dos planetas en la misma posición que tenían en la carta natal (uno en sentido antihorario y el otro en sentido horario) es muy aproximadamente la mitad del número del primer armónico que deja a Plutón en su posición radical. Dicho de otra manera, la primera revolución armónica de Plutón heliocéntrico es casi el armónico 2 de la primera revolución heliocéntrica de Urano (y de Saturno dextrógiro). Estas coincidencias crean un vínculo suplementario entre los tres planetas.


Landrú. Primera revolución armónica de Urano heliocéntrico

En la primera revolución armónica de Urano heliocéntrico, Saturno, Marte y Venus se agrupan en la casa 12, todos ellos en oposición con Plutón. Los cuatro planetas ocupan grados comprendidos entre el 23 y el 25 de Aries o Libra, superponiéndose al Sol y la Luna natales. La figura de aspectos es la misma en la primera revolución armónica de Saturno heliocéntrico dextrógira, pero girada de tal manera que Saturno ocupa la misma posición que tenía en la natal, es decir, a principios de la casa 8, donde quedan también Marte y Venus, todos ellos opuestos a Plutón en casa 2. 

Otra carta casi idéntica a esta última es la de la transformación del arco heliocéntrico Saturno-Marte. En ella la oposición de Venus con Plutón permanece en el grado 23 de Aries-Libra, centrada sobre el punto medio Sol-Luna de la natal geocéntrica, pero la conjunción Saturno-Marte ha avanzado un poco, hasta el grado 27 de Aries, quedando muy cerca de Júpiter natal tanto geocéntrico como heliocéntrico (26 de Aries en ambos casos). Esto puede ayudar a entender por qué en este caso Júpiter mostró su peor cara.

Landrú. Transformación del arco heliocéntrico Saturno-Marte

Teniendo en cuenta las tres revoluciones (de Plutón, Urano y Saturno) las casas más afectadas son la 1, la 12, la 8, la 6 y la 2, que se relacionan con posesiones propias o del cónyuge (2,8), con intenciones ocultas (12), con interés personal (1) y con la búsqueda de utilidad (6).

Los mismos planetas aparecen de nuevo reunidos en una de las primeras revoluciones armónicas de Marte heliocéntrico (la dextrógira), pero esta vez formando dos conjunciones separadas: una de Plutón y Marte en Virgo y la otra de Saturno y Venus en Tauro. Es, por tanto, un tema que se reitera desde múltiples perspectivas, en particular desde las perspectivas de los cuatro planetas más peligrosos: Plutón, Urano, Saturno y Marte, como acabamos de comprobar. 

La razón de que Plutón, Saturno, Marte y Venus aparezcan enlazados en tantas cartas armónicas heliocéntricas es que en la carta natal heliocéntrica ocupan todos ellos grados que están separados por distancias muy cercanas a múltiplos de 41 grados, vinculadas al armónico 8,78. Así:
    • 41 x 1 = 41, arco Venus-Plutón 41, 05
    • 41 x 2 = 82, arco Marte-Saturno 81,99
    • 41 x 3 = 123, arco Plutón-Marte 123,82
    • 41 x 4 = 164, arco Venus-Marte 164,87
    • 41 x 5 = 205, arco Plutón-Saturno 205,8
    • 41 x 6 = 246, arco Venus-Saturno 246,85

Las cartas de transformaciones de los seis arcos que acabamos de enumerar contienen todas ellas estrechos contactos de los cuatro planetas, relacionados además con Júpiter que suele colocarse en oposición. Percatarse de que todos estos planetas están vibrando en una misma onda, que no coincide con ninguno de los aspectos mayores que estamos acostumbrados a dibujar en los mapas natales no es tarea fácil sin recurrir a la ayuda de los armónicos.

© 2011, Julián García Vara


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