Detalle de La Escuela de Atenas, de Rafael (1510)
Aristóteles fue el discípulo más brillante de Platón, pero se apartó de la doctrina de su maestro especialmente en lo que concierne a la teoría de las ideas y a la inmortalidad del alma. Para Platón, el cuerpo es la cárcel del alma. La unión del alma con el cuerpo es un castigo divino por alguna culpa relacionada con deseos inmoderados; esta condena debe cumplirse, por lo que no es lícito el suicidio, pero el anhelo del alma debe ser el de librarse cuanto antes de la carga del cuerpo para entregarse a la contemplación de la realidad divina en el mundo de las ideas. Los objetos visibles sólo son sombras perecederas de los inteligibles eternos. Aristóteles, por el contrario, consideraba que las ideas no existen separadas de las cosas. No hay un modelo de árbol en el mundo inteligible y una mala copia del modelo en cada árbol visible. Sólo hay árboles visibles. Eliminó, por consiguiente, la teoría platónica de los dos mundos. El etéreo mundo de las ideas aterrizó de lleno en el mundo sensible, que es en Aristóteles el único realmente existente. Las cosas están compuestas de materia y forma, pero la forma no puede existir si no es encarnada en un cuerpo material. El alma es la forma del cuerpo y, por consiguiente, si el cuerpo muere el alma perece con él. Debemos, por tanto, apartar la mirada de las inconmensurables regiones celestes y de la vida transmundana y preocuparnos de buscar la felicidad en este mundo presente. El contraste entre las posiciones de Platón y Aristóteles fue representado plásticamente por Rafael en su famoso fresco La Escuela de Atenas, en cuyo centro aparecen ambos filósofos, Platón apuntando con el dedo hacia el cielo y Aristóteles señalando hacia abajo con su mano. Como el propio Aristóteles señala en su física, el movimiento natural del fuego es hacia arriba y el de la tierra hacia abajo. La astrología ha incorporado los cuatro elementos de la física primitiva como figuras simbólicas de los temperamentos básicos. Así, los signos de fuego son aquellos que aspiran a la realización de grandes ideales, a la elevación, a la superación, a todo lo que es grande y noble, a cuanto brilla y destaca, evitando lo pequeño, mezquino o vulgar. Los signos de tierra buscan un suelo firme sobre el cual pisar, se afianzan en el mundo sensorial, en lo tangible y concreto, en lo material y seguro, en la experiencia. El tránsito de la filosofía platónica a la aristotélica presenta las mismas características que el de un signo de fuego a uno de tierra en los ciclos zodiacales.
Así, contra la idea mantenida por Sócrates y por Platón de la preexistencia del alma antes del nacimiento y de la posibilidad de despertar el recuerdo de cosas conocidas por el alma desencarnada en una existencia anterior, Aristóteles afirma que "nada hay en la inteligencia que no haya estado antes en los sentidos". En consecuencia, se dedica con ahínco a la observación sistemática de los materiales al alcance de los sentidos: estudia y clasifica todas las plantas conocidas, dividiendo el reino vegetal en dos grandes grupos: plantas con flores o sin ellas; escribe un tratado de las partes de los animales, otro sobre la generación de los animales, desarrolla una física y una teoría del movimiento. También fue el fundador de la lógica y de los métodos analíticos de razonamiento. Jostein Gaarder, en El mundo de Sofía, encabeza el capítulo dedicado a Aristóteles con el elocuente subtítulo:
"...un hombre meticuloso que quiso poner orden en los conceptos de los seres humanos..."
Si le damos esta frase a un astrólogo que no sepa de qué estamos hablando y le pedimos que la relacione con algún signo del zodíaco no tardará ni dos segundos en darnos la siguiente respuesta: "hum...meticulosidad, ...orden,...¡no puede ser otro que Virgo!"
Más abajo sigue diciendo Gaarder: "Lo que más le preocupaba era la naturaleza viva (...) Platón dio la espalda al mundo de los sentidos, volviendo la cabeza ante todo lo que vemos a nuestro alrededor (¡Quería salir de la caverna, contemplar el mundo eterno de las Ideas!) Aristóteles hizo lo contrario. Se puso de rodillas en la tierra para estudiar peces y ranas, amapolas y anémonas. Podríamos decir que Platón sólo usaba su inteligencia; Aristóteles también usaba sus sentidos. (...) Platón era un poeta, un creador de mitos; los escritos de Aristóteles son áridos y minuciosos como una enciclopedia"
Desde la época de los presocráticos, la naturaleza no había vuelto a ser el centro de interés principal de ningún filósofo griego de relieve. Se cierra de este modo el primer círculo de los cuatro elementos: tierra (tauro, presocráticos), aire (géminis, sofistas), agua (cáncer, Sócrates), fuego (leo, Platón) y de nuevo la tierra (virgo, Aristóteles). Después de él tendría lugar el segundo giro antropológico de la filosofía griega. Con la llegada de la filosofía helenística, el hombre y sus relaciones sociales desde un punto de vista ético acaparan la atención. Estamos otra vez en una fase de aire: libra, escuelas helenísticas y las doctrinas sobre la convivencia armónica de los seres humanos.
El pensamiento girando en la noria de la rueda de los arquetipos zodiacales a través de la historia.
¿Cuál sería el elemento o signo que vivimos en el presente (noviembre 2009)?
ResponderEliminarEs difícil marcar los límites precisos de cambio de signo y de elemento, porque el ciclo del que vengo hablando no está, en principio, ligado a ningún factor astronómico. Es hipotético y simbólico, basado en la percepción de la sucesión temporal de una secuencia de arquetipos según la naturaleza esencial y el orden de los signos del zodíaco. Por tanto, no podemos descartar que se trate de una ilusión. Pero si el ciclo realmente existe su duración media estimada es de 480 años, lo que significa un cambio de signo cada 40 años y de elemento cada 160. Eso nos sitúa actualmente en el mismo signo y elemento correspondiente a Platón, es decir, Leo, desde 1990 o algunos años antes hasta el 2030 o un poco antes.
ResponderEliminarNos falta perspectiva histórica para juzgar nuestra propia época, pero hay algunos claros síntomas de resurgimiento del platonismo. Por ejemplo, que un libro como "Cosmos y Psique" de Richard Tarnas, se convierta en un éxito masivo de ventas a los pocos días de su aparición, a pesar de su lenguaje filosófico técnico, revela la existencia previa en el público de una necesidad de discursos que devuelvan al Cosmos el carácter vivo, consciente y espiritual que le confería la idea platónica del "Alma del Mundo".
En la misma línea va James Hillman (véase "Anima Mundi, el retorno del alma al mundo, http://fcgjung.com.es/art_89.html )
O la recuperación del las metáforas platónicas de la luz y los grados de realidad en la obra "Iluminaciones filosóficas" de Ignacio Gómez de Liaño, algo que ya había sucedido antes en otros presuntos periodos de fuego, por ejemplo con San Agustín, con Plotino o con Leibniz.
“La introspección o inspección interna es el conocimiento que el sujeto tiene de sus propios estados mentales. Asimismo es la condición previa para conseguir la interrupción del automatismo, de la indignación y hacer una nueva valoración”
ResponderEliminarQuizá deba caer en este estado de soledad y depresión para que comprenda otras cosas, entender otros puntos de vista no es tan difícil como lo creía yo, me he dado cuenta de que las personas deciden vivir sus vidas luchando constantemente con el existencialismo.
“Uno de sus postulados fundamentales es que en el ser humano "la existencia precede a la esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que determine a los individuos, sino que son sus actos los que determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo defiende que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de creencias externo a él. En líneas generales el existencialismo busca una ética que supere a las moralinas y prejuicios; en esto al observador neófito puede resultarle contradictorio ya que la ética que busca el existencialismo es una ética universal, válida para todos los seres humanos, que muchas veces no coincide con los postulados de las diversas morales particulares de cada una de las culturas preexistentes”
Y de una forma tan diferente puedo pensar y creer que no es la única cuestión que aturde a cada individuo pero es algo similar a esto, vivimos en una realidad generada por ideas, conceptos, información, experiencias, sentidos, energía, electromagnetismo, tantas posibilidades infinitas.
Mi encuentro con estos pensamientos y con muchos otros comienzan a hacerme sentir estragos, a tener batallas constantes dentro de mí… Y no me importa que tanto me critiquen, no me importa que quieran contradecirme, al contrario me halaga, el simple hecho de que otras personas quieran cuestionar mis ideas y estructuras de lo que considero “La verdad de la realidad”, de lo cual hablare en otra ocasión. Este tipo de batallas con personas generan un bienestar porque dentro de mi compruebo que hay algo que les molesta saber, algo que no han querido ver y que quizá jamás lo vean por el simple hecho de la negación enriquecida con muchos otros factores determinantes como las experiencias traumáticas bloqueadas.
Es verdad, este no es el tema de que quería hablar, pero era necesario explicar algunos conceptos básicos para continuar con la idea principal.
Quizá requería de sentirme solo, deprimido, cuestionado, refutado y clasificado por mis propias amistades, para que de esta manera me diera cuenta de que tomando en cuenta de que el tiempo no existe como tal y que solo el cuerpo físico determina una concepción temporal debido a las experiencias, es que cada persona vive programada, con temores y emociones que ni siquiera saben de dónde vienen.
Felicitaciones por este Post...
ResponderEliminarES un gusto leer el mensaje oculto detrás de la astrología, manifestada en sus diferentes arquetipos y modelos que van marcando ciertos periodos y epocas de gran valor y trascendencia. Saludos Fraternos